capítulo 35.

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El sol le dio en la cara haciendo que se removiera incómoda, las náuseas matutinas la obligaron a correr directo al baño. No fue hasta ese entonces que se percató que estaba sola en su cama ¿dónde estaría Sesshomaru? Normalmente despertaban juntos y era una pelea para que él la dejara levantarse. Entonces...¿dónde estaría? La respuesta llegó casi de inmediato. Sesshomaru entró al cuarto junto con Rin. Llevaba una gran bandeja con tres deliciosos desayunos y Rin...bueno... ella venía medio dormida ya que casi se estrella con la puerta al entrar.

Los tres se sentaron en la cama y empezaron a desayunar tranquilamente. Rin y Sesshomaru ponían más y más comida en el plato de Kagome.

-Oigan ¿me quieren engordar más de la cuenta? El embarazo de por sí me pondrá como una pelota ¿y ustedes me hacen comer mas? - Rin soltó una risilla y Sesshomaru frunció el ceño.

-Debes alimentarte bien Saiai, ya no eres solo tu. Come.- Kagome acepto a regañadientes.

-Sí mami, papi tiene razón, tienes que comer para que mi hermanito o hermanita crezca fuerte.- Kagome esbozó una pequeña sonrisa ante las palabras de su hija y asintió.

Se había comido todo el desayuno menos la fruta ¡no quería!.

-Todo.- Le dijo Sesshomaru mirándola acusadoramente. Kagome sabía a que se refería.

-¡No quiero!- Kagome hizo puchero y cruzó los brazos con molestia.

-Rin, sal.- Rin asintió y le dio una mirada burlona a su madre quien le devolvió el gesto sacándole la lengua.-Come.- Kagome ignoro olímpicamente la orden.

Sesshomaru se frotó el puente de la nariz con dos dedos y agarró el tazón de frutas y una cucharada. Kagome abrió los ojos previendo su acción ¿de verdad le iba a dar en la boca?.

-No lo repetiré, come.- Sesshomaru le acercó la cuchara a la boca pero Kagome apretó los labios.-Te estas comportando como una niña berrinchuda.- Kagome lo miro con el seño fruncido.

-¡No soy una niña berrin...!- Sesshomaru había aprovechado el momento para darle la cucharada.

-Lo eres.- Sesshomaru vio como los ojos de Kagome se cristalizaron mientras masticaba de mala gana.

-¿Vas a llorar?- Sesshomaru la miro con burla y casi le daban ganas de soltar una carcajada.

Kagome empezó a sollozar y se escondió bajo las sábanas. Sesshomaru solo un suspiro ante su comportamiento, dejó la bandeja y el plato en una de las mesitas. Abrazó  al bulto de sábanas e intentó hacerle cosquillas pero no funcionó.

-Te odio.- Sesshomaru se quedó helado ante aquella declaracion de su esposa y aún miedo lo invadió ¿habría recordado algo?. La destapó con brusquedad y la giró para besarla. Lagrimas empezaron a caer de sus dorados ojos.

-No...no vuelvas a decir eso Kagome.- Kagome se puso a llorar más fuerte cuando vio las lágrimas de Sesshomaru ¿Que había hecho?. Lo abrazo y empezó a repartir besos por toda la cara de su marido.

-¡Lo siento! ¡lo siento! Lo dije sin pensar. Yo te amo. Soy una tonta. Perdóname, Sessh perdón. Te amo.- Sesshomaru la abrazó y la apretó contra su pecho.

-Eres mía Kagome. El único hombre que tiene derecho a estar contigo soy yo. Eres mía y te lo voy a recordar.-  Sesshomaru la dejo debajo suyo, le hizo el amor toda la mañana, sin embargo le había transmitido esa sensación de inquietud. Esas palabras le habían dejado una sabor amargo.

Después de aquello discutieron acerca del trabajo de Kagome. Sesshomaru también quería que ella dejara se trabajar. En casa estaría más segura y más vigilada, en el hospital solo podía contar con la proteccion de Ayame y de Koga quien secretamente vigilaba las afueras del hospital. E incluso con ellos dos la niña extensión de Naraku había logrado entrar al hospital.

Kagome estaba molesta. Ella no quería dejar su trabajo. Al final llegaron a un acuerdo. Ella seguiría trabajando pero solo media jornada.

Ambos realizaron sus respectivas rutinas. Kagome fue arrastrada por Irazue al centro comercial, comprarían ropa para el bebé.

Kagome pensó que era muy pronto además  aún no sabían el sexo del bebé ni de que tamaño más o menos iba nacer. Sin embargo Irazue insistió y Kagome pudo darse el lujo de comer uno que otro manjar en el centro comercial.

Sesshomaru en cambio estaba pensando en cómo le diría a Kagome que el cachorro nacería en seis meses, sabía de antemano que este hecho siempre le preocupaba ¿un problema de familia tal vez? Le preocupaba que no le creyera ya que tenía estudios en pediatría pero debía intentar con eso.

Soltó un silencioso suspiró. Todo era más fácil en la época feudal.

Otra cosa que debía hacer era esconder los rasgos Yokai del cachorro. Seria Hanyo por lo que seria un poco más fácil, además de que tenía un gran parecido a él y las orejas serían como las de su madre. Tendría que ocultar sus marcas apenas naciera, utilizaría su energía para suprimirlas en lo que su hijo aprendía a hacerlo por sí mismo. Ese niño sería todo un dolor de cabeza, pero no podía deshacerse de él sin afectar a su esposa.

Kagome llegó exhausta del centro comercial. Habían comprado en su mayoría juguetes para el bebé, y una que muda de ropa color blanco para recién nacidos. Irazue empezó a mostrar las cositas para el bebé entusiasmada. Kagome simplemente se dirigió a su habitación y se echó a dormir. Rin subió al rato y se quedó dormida a su lado.

Sesshomaru llegó después, observó con ternura aquella escena.  Decidió acurrucarse junto a ellas y velar su sueño. A ninguno de los tres pareció importarle el estar con ropa incómoda.

Se despertaron al día siguiente com mucha hambre, y tenían todo el derecho se habían dormido temprano y sin cenar. Rin fue la primera en bajar, seguida de una Kagome somnolienta y con algo de mareo. Sesshomaru cargo a su mujer al ver esto y Kagome sonrió embobada.

Todos se encontraban en el comedor esperándolos. A Kagome se le hizo agua la boca cuando visualizo unos deliciosos waffles.

Se sentó en el comedor muy feliz y Sesshomaru decidió que era hora de decirle la noticia.

-Saiai, el cachorro nacerá en seis meses. - Kagome lo miro como si le hubiera salido otra cabeza ¿cachorro?.

Sesshomaru se reprendió mentalmente, Yako simplemente estalló a carcajadas dentro de su mente.

-El bebé nacerá en seis meses.- Esta vez recibió una mirada confundida ¿porqué en seis meses?

-Es un defecto de familia querida, no te preocupes, Sesshomaru e Inuyasha tambien nacieron con esos meses de gestación ¡Incluso Rin! Aunque no lo recuerdes.- Kagome trataba de procesar las palabras de Irazue ¿como era posible que un bebé se gastara bien en seis meses?

-Pero...- Rápidamente fue interrumpida por Toga.

-En nosotros es normal Kag, nuestra familia tiene genes que se desarrollan más rápido. El cachorro nacerá bien.- Kagome asintió un poco más tranquila, de cierto modo también le emocionaba la idea de que en seis meses podría cargar a su bebé.

-¿Porque le dicen cachorro?- Irazue rió un poco ante la pregunta de Kagome y se apresuró a responder.

-Es una costumbre que tenemos, así les decimos a los niños.- Kagome asintió algo divertida y enternecida por el apodo.

Cachorro... le gustaba.

Continuará...

Enamorada de un psicópata /Sesshome/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora