capítulo 30

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La mañana era un caos. Rin iría a la escuela. Irazue y Sango organizarían la boda. Miroku, Koga, Sesshomaru y Toga irían a trabajar. Kagome y Ayame empezarían su primer día en el hospital. Todos estaban de aquí para allá.

Sesshomaru estaba babeando por lo sexy que se veía su mujer con esa bata blanca. Se obligó a concentrarse en lo que le iba a decir.

-Saiai he pensado en cambiar a Rin de escuela. Abrieron una que queda más cerca y dicen que es muy buena ¿que opinas?.- Kagome lo miro algo dudosa.

-¿Estas seguro? Le será difícil adaptarse, ella ya tiene amigos en su escuela.- Sesshomaru la beso en los labios. Tendría que persuadirla.

-Saiai, Rin hará nuevos amigos rápido tu sabes como es, además podrá aprender más ¿no quieres lo mejor para ella?- Kagome suspiró y asintió lentamente, si era lo mejor para su niña estaba bien.

-Yo haré los trámites tu no te preocupes.- Sesshomaru beso a su esposa de nuevo.

-De acuerdo, yo debo irme, se me hace tarde.- Se despidieron con un casto beso y cada uno emprendió su rumbo.

-Jaken.- Llamó mientras bajaba rápidamente las escaleras.

-¿Sí amo bonito?- Contesto casi de inmediato.

-Quedas a cargo de los trámites de la escuela de Rin.- Jaken asintió y fue a cumplir con su orden.

-¿Que trámites papá?- La voz de Rin lo detuvo.

-Los de tu nueva escuela, te vamos a transferir.- La sorpresa y confusión se reflejaron en la cara de la niña.

-¿Que? ¿porque? ¡Yo no me quiero ir!- Lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas.

-Rin en esta escuela podrás aprender más y queda más cerca. Verás que pronto te adaptaras y harás nuevos amigos. Es por tu bien.- Rin asintió algo triste y se fue cabizbaja.

Sesshomaru continuó su camino al estacionamiento. Su padre ya lo estaba esperando para ir a la empresa y después buscar alguna pista del paradero de esa alimaña.

Kagome se dirigía al hospital junto con Ayame.

-¿Lista doctora Taisho?- Kagome suspiró y asintió. Estaba muy nerviosa.

Ambas se registraron. Ayame se dirigió al área de enfermería y a Kagome le asignaron su consultorio. Estaba feliz, sus pequeños pacientes eran pura dulzura ¡Se los quería llevar a todos! Estaba empezando a considerar la idea de tener otro bebé ¡Un mini Sesshomaru! Sonrió embobada ante el pensamiento.

Sin darse cuenta la hora del almuerzo había llegado, Ayame la estaba esperando en el estacionamiento para ir a almorzar juntas. Cerro su consultorio y estaba dispuesta a irse cuando sintió un pequeño jalón en su bata. Giro lentamente para encontrarse con un pequeña niña más o menos de la edad de Rin, era la segunda niña más hermosa que había visto en su vida (el primer puesto se lo lleva Rin por ser su hija obviamente) Era albina, tenia dos florecitas a los lados de su cabeza, y un vestido blanco que le llegaba a los tobillos.

-¡Hola pequeña! ¿necesitas ayuda?- Kagome se agachó a la altura de la niña, esta no reflejaba ninguna expresion en su rostro era como si no sintiera nada. Kagome estaba empezando a preocuparse, finalmente la pequeña habló, lo hizo tan bajo que Kagome tardó un poco en organizar las palabras. Pero final mente lo entendió.

-Estas viviendo una mentira.- Kagome iba preguntar a qué se refería pero el grito desesperado de Ayame la interrumpió. Dirigió su mirada a donde que encontraba su amiga pelirroja.

-¡KAGOME!- Ayame corrió lo más rápido posible hacía donde ella se encontraba ¿cuál era alboroto?. Giro de nuevo para ver a la niña pero esta ya no se encontraba ahí ¿a donde se había ido?.

Enamorada de un psicópata /Sesshome/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora