Veneno y zarpazos era lo único que se veía en aquel despacho, o bueno, lo que quedaba de él.
-Maldito Sesshomaru ¡¿Que le hiciste a Kagome y a los demás?!- Un Inuyasha bastante herido atacaba sin tregua a Sesshomaru quién esquivaba con elegancia y rapidez cada uno de sus ataques.
-Yo la hago feliz, ella es mía como siempre debió ser ¡Y ni tu ni nadie me la va arrebatar!- Sesshomaru aprisiono del cuello a Inuyasha inyectandole veneno al mismo tiempo.
-Tu...No...la mereces.- Inuyasha hablaba como podía bajo el tremendo agarre de Sesshomaru.
-Tienes razón, no la merezco, pero tú tampoco. Yo la hago feliz Inuyasha, ella ha sido feliz a mi lado tu lo recuerdas ¿no es asi? Tu también has sido feliz, tus amigos igual. Ella es la única en mi vida. El recuerdo de la sacerdotisa de barro siempre te va a perseguir, por más que sepas que es Kagome no vas a poder evitar recordar a la otra miko cada vez que la veas. Para mí ella es única, tu jamás podrás igualarme. Kagome y yo hemos estado juntos por siglos Inuyasha ¿acaso crees que ella te elegiría? ¿crees que cambiaría 6 míseros años contigo que miles de siglos conmigo? No me hagas reír. Eres patético.- Sesshomaru aumento la fuerza en su agarre.
-Me...hiciste...matar...a su...familia.- Inuyasha ya no buscaba liberarse, las fuerzas lo estaban abandonando y muy en el fondo de su ser sabía que a pesar de todo... Sesshomaru tenía razón.
-Tuve que hacerlo, todo es culpa de esa escoria que te devolvió tus recuerdos, cuando lo mate todo será como antes y las cosas volverán a empezar.- Sesshomaru sonrió dispuesto acabar con eso de una vez.
-Sota...quedo...destrozado...y solo...lloró...por...meses...tu...tu...no... tie-nes...co- corazón.- Inuyasha lo miró con lágrimas acumulándose en sus ojos, aún estaba fresca en su mente la imagen de un Sota un poco más grande encerrado en su habitación de un orfanato con una foto de su familia abrazada a su pecho.
-El tendrá una nueva oportunidad.- Inuyasha lo miró con un pequeño brillo en sus ojos, entre tristeza y alivio.
-¿De...verdad...la...amas?- Pregunto con sus últimos alientos.
-La amo más que a mi propia vida.- Inuyasha intento reír pero la falta de aire se lo impidió.
-Estas...enfermo.- Sesshomaru sonrió ante sus palabras y se acercó a una de las peluditas ojeras que adornaban la cabeza de su medio hermano.
-Lo sé, estoy enfermo de amor. - El sonido del cuello quebrandose se dejó escuchar en lo hace algunas hora había sido el organizado despacho de Sesshomaru. El cuerpo de Inuyasha cayó inerte al suelo, Sesshomaru lo observó unos minutos con indiferencia antes de dirigir su mirada a la puerta. Por esta entraron Miroku y Koga con sus rostros serios y miradas vacías.
-Desaganse del cuerpo y encárguense de Tsukiyomi.- Ambos asintieron. Koga se cargo al hombro el cuerpo de Inuyasha y salió impertubable, sin embargo Miroku se quedó. Sus ojos recuperaron el brillo y miró con pesar el cuerpo del que en antaño había sido su amigo y compañero de lucha. Sesshomaru se quedó esperando alguna reacción en su contra por parte del monje.
-¿Era necesario matarlo?- Preguntó dirigiendo su mirada al impertubable demonio que escondía las marcas de su linaje, en algún momento de la lucha estas habían salido a relucir sin darse cuenta.
-Cuando todo empiece de nuevo le daré otra oportunidad.- Miroku asintió un poco más tranquilo y se retiro a cumplir sus órdenes, a diferencia de Sango quién se culpaba de disfrutar aquella vida, él prefería simplemente vivirla, feliz y sin dolor. Era lo mejor.
-Jaken. - Su leal sirviente apareció de inmediato y abrió los ojos desmesuradamente al ver los destrozos.
-Arregla esto. Todo debe estar ordenado para cuando llegue tu señora.- Jaken trago saliva y corrió a cumplir con lo mandado, tendría que apresurarse.
Sesshomaru se encaminó hacia su cuarto, tomaría un ducha y se cambiaría de ropa. No podía recibir a Kagome lleno de sangre de Inuyasha.
Kagome llegó un poco más temprano de lo previsto poniéndole los pelos de punta al pobre Jaken que aún no había terminado de restaurar el despacho. Por suerte a ella no se le ocurrió entrar ahí dándole tiempo al pequeño sirviente de terminar.
Kagome había salido temprano debido unos malestares, ella tenía sospechas de lo que tenía, pero no quería a entusiasmarse, esperaría a ver si los síntomas persistían y si era así se haría una prueba de sangre que era más efectiva. Al llegar a casa los nervios empezaron a invadirla, todas las cosas para la boda ya se encontraban en la mansión, ¡mañana sería el gran día!
-¡Querida! Que bueno que llegas, te voy a poner unas mascarillas para que mañana amanezca fresca como una lechuga ¡y nada de acostarse tarde! Necesito que duermas bien. - Irazue la recibió con un abrazo, la voz de Sesshomaru también se dejó oír.
-Incluso si no duerme se verá hermosa. - Sesshomaru tenía una mirada pícara y Kagome enrojecio al entender el doble sentido de la frase.
-¡Sesshomaru Taisho! Vas a dejar que Kagome duerma ¡Nada de cochinadas maritales hasta después de la boda!- Las carcajadas de Toga y Miroku se pudieron escuchar al fondo recibiendo cada uno el respectivo zapato de sus esposas en la cara.
-¡Eso va para ustedes también!- Dijeron Irazue y Sango al unísono haciendo que las risas cesaran.
-Bueno entonces será mejor que me acueste temprano.-Las dos mujeres asintieron con una sonrisa ante las palabras de Kagome. Sesshomaru la tomo de la mano y la jalo hacia sí cargandola estilo nupcial hasta la habitación.
-Que esposo tan galante tengo.- Dijo de manera juguetona una vez que este la recostó en la cama.
-Lo mejor para mí amada.- Contesto besando su mano como un caballero. Kagome soltó una risilla ante su actitud.
-Vamos a dormir más bien.- Sesshomaru asintió y la besó antes de acomodarse a su lado puso una de sus manos en su vientre de forma protectora. Kagome se tensó ante aquella acción y se preguntaba si debía decirle o no acerca de sus sospechas. Al final decidió que no le diría nada, no quería ilusionarlo, mejor esperaba a estar segura. Sesshomaru empezó a acariciar suavemente su vientre haciendo que se quedara dormida rápidamente.
...
~La suave brisa acariciaba sus cabellos, se paseaba con parsimonia por aquella pradera en la que se podía apreciar un viejo pozo. Estaba vestida de sacerdotisa y acariciaba su vientre con adoración. La Paz se podía respirar en aquel lugar. Todo era hermoso.
Un cosquilleo en su espina dorsal la hizo tensarse. Una angustia que ajena la invadió. Su cuerpo empezó a correr, no sabía a dónde iba. La escena que la recibio era horrible. Sangre, gritos y cadáveres por doquier. Un gran perro blanco destrozando todo. Las personas pedían ayuda desesperadamente. Su nombre sonaba una y otra vez, sin cesar.
-¡Señorita Kagome! ¡Miko sama! ¡Kagome! - Las voces se escuchaban lejanas, como si ella no estuviera ahí.~
...-¡Kagome despierta!- La voz alarmada de su marido la hizo volver a la realidad. Ya había amanecido. Las lágrimas resbalaban por su rostro sin parar. Abrazó a su esposo buscando proteccion, aún tenía presente la imagen de toda esa sangre y cadáveres. Los gritos de esas personas aun retumbaban en su cabeza. Sesshomaru le devolvió el abrazo con fuerza y enterró el rostro en el cuello de su azabache. Odiaba no poder protegerla en sus sueños. Podía oler el miedo y la angustia en todo su ser.
-¡Sessh! ¡Fue horrible! Sangre...muerte.- Kagome se aferraba más a su marido, sin notar la oscura mirada que se posaba en sus ojos. La ira bullía en las venas de Sesshomaru. Él y Yako harían sufrir un infierno al responsable de esto.
-Saiai, tranquila, yo estoy aquí, solo fue un mal sueño. Nadie te hará daño mientras yo viva. Por eso tienes que quedarte a mi lado por siempre.- Kagome asintió estando más tranquila. Se quedaron abrazados un rato más hasta que Irazue y Sango irrumpieron en la habitación secuestrando a Kagome y sacando a punta de zapatos voladores a Sesshomaru.
El día de la boda había llegado.
Continuara...
Holiwis pollitos bellos ¿cómo están? Jajajajaja miren que me di cuenta que inicialmente yo tenia planeado que la historia fuera de 25 cap's y ya vamos en el 32 😂 pero bueno. Espero que les haya gustado.
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Las quiero muchooo ❤❤❤
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Enamorada de un psicópata /Sesshome/
FanfictionKagome Higurashi una estudiante de medicina de 19 años empieza a ser acosada constantemente por un desconocido quien comete actos atroces debido a su obsesión. Depues de mucho tiempo logrará hacer que nuestra pequeña niña caiga en sus garras haciénd...