capítulo 20.

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Kagome había dormido un día y medio, su cuerpo necesitaba descansar después de aquella faena, aún así le dolía todo, la mayoría de sus heridas ya estaban curadas, ella seguía desnuda, aunque lo más probable es que alguien la hubiese limpiado mientras estaba inconsciente, lo único que la cubría era la estola de Sesshomaru, aunque a Kagome le parecía una especie de sábana peludita.

Se levantó de la cama rápidamente pero se arrepintió de inmediato, el dolor el su entrepierna la hizo volver a sentarse, tal vez había pasado un día después de aquello, pero ella era virgen, el muy grande y una bestia además, su cuerpo estaba muy maltratado.

Intento levantarse nuevamente pero esta vez con más calma, el dolor la seguía molestando pero esta vez pudo caminar, se dirigió con paso lento al baño, no pensaba en nada, estaba vacía, sus ojos se veían opacos y sin vida.

Abrió la llave de la bañera y esperó a que se llenara, el agua tibia relajó sus adoloridos músculos, fue ahí donde se permitió ahondar en sus recuerdos, las lágrimas volvieron a apoderarse de sus ojos, se sentía fatal ¿qué había hecho?¿en verdad todo era su culpa? Recordó a Hoyo y se sintió aún peor, el tenía derecho a vivir y por su culpa  se lo habían arrebatado.

Empezó a sollozar más fuerte...tal vez...si la culpa era de ella, la solución era morir ¿no? ¡Sí! Tal vez era eso, empezó a reírse en medio de su llanto y desesperación, si era ella quien provocaba aquellas desgracias la solución era dejar de existir. Su cara se tornó seria de un momento a otro y empezó a sumergirse lentamente en la bañera, dejó que el agua entrara en sus pulmones y ahí permaneció.

-¡Kagome!¡Kagome! ¡No puedes morir! ¡No te dejes vencer!- Aquella voz...la imagen de la sacerdotisa de ojos cafés y apariencia similar a la de ella se dejó ver en su mente.

-¡Kagome levántate! No puedes morir.-Morir...¿acaso no era lo mejor?¿se estaba equivocando de nuevo?. Salió de la bañera con una tos exagerada debido a la falta de aire.

Ella no podía morir. Ella era Kagome Higurashi y nada la detenía, no dejaría que la muerte de todas aquellas personas fueran en vano, viviría, viviría para ver el momento exacto en que metieran a ese maldito psicópata a la cárcel, pero primero tenía que escapar.

Corrió hasta el clóset sin importar el dolor en su entrepierna y el ligero sangrado que salía de sus heridas, se vistió con un muda de ropa cómoda, verificó la altura del balcón y empezó a hacer la soga con las sábanas. No la haría llegar hasta el suelo pero si la acercaría a una distancia en la que pudiera saltar sin romperse nada. Aseguro la "soga" al balcón y empezó a descender. Llegando casi al suelo salto, se quedó unos minutos tratando de recuperarse del dolor que había causado aquel salto a su maltratado cuerpo.

Muy bien había salido de la habitación sin ser vista. Ahora solo tenía que salir de la casa, estaba en el jardín debería ser fácil  encontrar salida ¿no?.

-¡Psst!- Aquel sonido la sobresaltó, se giró a una de las esquinas de la casa y alcanzó a ver una pequeña mata de cabello blanco. Parecía ser un niño, pero no le podía ver bien el rostro al estar de espaldas.

-¡Ven! te ayudaré a escapar.- Esa información si le intereso, escucho a lo lejos la voz de Irazue y se apresuró a seguirlo, no podía dejar que la vieran.

El niño la guió por todo el jardín hasta dar con una pequeña puerta trasera, el salió de ahí sin ninguna dificultad, a ella le tomó un poco de trabajo al ser más alta.

Cuando salió ya no pudo visualizar al niño, así que lo único que le quedaba era correr y pedir ayuda, estaba en una especie de calle residencial, ya que lo unico que podía ver a sus alrededores eran puras mansiones finas, corrió como si su vida dependiera de ello hasta salir de esa zona, no sabía cuánto había corrido ni hacia a donde, pero asumía que ya estaba lejos de aquella casa, lo más probable es que ya se hubiesen dado cuenta de su ausencia y la estuviesen buscando. Debía seguir corriendo, su estómago rugió en reproche, se había ido sin comer y eso ya le estaba pasando factura, también reparó en que la sangre de sus heridas empezaba a traspasar la ropa, con toda esa adrenalina ni siquiera sintió dolor al correr.

Miro a sus alrededores para ver si encontraba algún puesto de comida que le regalara así fuese medio pan ya que no traía dinero.

Palideció al instante al percatarse de una cosa.

¡Todos los puestos de comida, restaurantes y tiendas tenían sus letreros en coreano! Agudizó su oído para eschar a las demás personas y confirmó lo que temía.

Ella estaba en Corea.

Asumía que era Corea del Sur ya que Corea del Norte tenía un acceso más restringido ¡¿Como rayos haría para pedir ayuda si no sabía hablar coreano?! Sabia diferenciarlo gracias a Sango quien tenia cierta obsecion hacia los cantantes de k-pop coreanos. Ella se había inscrito a clases de coreano solo para ir Corea a raptarse a su cantante favorito, según palabras de la propia Sango.

Sango solía contarle como le había ido en sus clases, por lo tanto aprendió algunas palabras y adifenciar algunas de sus letras, ¡pero vamos ella no era una experta! ¿qué tipo de cloroformo le dio aquel tipo que la hizo quedar inconsciente hasta que salieron del país? O sea no es que el vuelo de Tokio a Corea del Sur fuese tan largo, unas dos horas más o menos asumiendo que estaban en la capital, Seúl. ¿cómo la encontraría su familia si estaba en otro país?.

El mundo le daba vueltas a Kagome ¿qué haría? No tenía dinero, ni conocidos, ¡ni siquiera sabia hablar coreano!.

-Eres traviesa...mon étoile.- Si antes estaba alterada ahora podría colapsar. ¡la habían encontrado! Intento correr, pero Sesshomaru rápidamente la agarro de su cintura y la empujó a la parte de atrás de un carro, el se subió con ella y le dio la orden a su chófer de que arrancara.

-Jaken, arranca y pon la barrera.- una especie de lámina de vidrio o plástico color negro se interpuso en medio del automóvil dejándolos a ellos dos encerrados en la parte de atrás.

-¿Porque escapaste Kagome? ¿acaso no te satisface el lugar en el que estás? Supongo que ya te habrás dado cuenta que estamos en Corea, aquí nadie podrá encontrarte. - Kagome estaba en un pequeño rincón pegada a la puerta del auto, intentó abrir pero fue inútil, el hombre volvió a quitarse su corbata y a pesar de sus gritos y forcejeos logró atraparla de nuevo, Kagome tenía mucho miedo ¿acaso la iba a violar otra vez? Atrapo sus muñecas y su boca con la corbata,¡era un maldito experto haciendo nudos con esa cosa! No quería averiguar cómo había aprendido a hacerlos.

Sesshomaru la sento a horcajadas sobre el y empezó a repartir pequeños  besos por la cara y cuello de su azabache. No le haría nada hasta que ella quisiera, se encargaría de enamorarla primero, pero para eso tendrían que empezar desde cero. Era hora de ejecutar su plan. La abrazo e hizo que recargara su cabeza en su hombro. Kagome estaba aliviada y extrañada por aquella acción pero bueno, al menos no la iba a violar.

...

Chan chan chan! Holiwis pollitos bellos, Se que algunas de ustedes deben estar algo inconformes con la violación de Kag pero más adelante entenderán porque era necesaria.

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Las quiero muchooo ❤❤❤

Enamorada de un psicópata /Sesshome/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora