Enamorada de un psicópata /Sesshome/

capítulo 24.

-Saiai, despierta, te traje algo de comer.- Kagome se levantó lentamente frotando sus ojitos con sus manos, este gesto enternecio a Sesshomaru.

-Ten, come.- Sesshomaru empezó a darle de comer a Kagome, esta muy sonrojada intento hacerlo por si misma pero el no la dejó.

-Yo...yo p-puedo hacerlo sola.- Oh genial que vergüenza ahora tartamudeaba.

-Saiai, déjame cuidar de ti.- Kagome asintió tímidamente y se dejó consentir. Después de unos minutos de silencio el volvió a hablar.

-¿Como te has sentido?- Preguntó, dejando el plato vacío en una de las mesitas de noche.

-Bien, ya no me duele la cabeza ¿me puedo quitar la venda?-Preguntó  algo incómoda por la penetrante mirada dorada.

-Sí, ven te ayudo.- Sesshomaru se acercó y empezó a retirar la venda con delicadeza acercando más de lo debido su rostro al de Kagome. Esta estaba roja de la pena. Unos golpes en la puerta los interrumpieron a ambos, Sesshomaru aprovecho la distraccion del momento para darle un beso rápido a Kagome en sus labios.

-Adelante.- Sesshomaru tenía una sonrisa triunfal mientras observaba de reojo el rostro sonrojado de su bella mujer. Rin entró alegre con algunas cosas en mano.

-¡Mami! ¡Papi!- Rin se subió a la cama y gateo hasta ellos llevando consigo las cosas.

-¡Hola cariño!- Kagome la saludo eufórica y con una gran sonrisa. Puede que no la recordara pero eso no significaba que no la amara.

Kagome la atrajo hacia sí y la abrazó con fuerza llenando su cara de besos, Rin reía feliz mientras que Sesshomaru se limitaba a observar todo con una pequeña sonrisa.

Después de los animados saludos Rin volvió a hablar.

- Mira papi traje lo que me pediste.- Rin señaló con su mano la carpeta y el álbum que habían quedado tirados en la cama después del efusivo saludo.

-Gracias pequeña.- Sesshomaru acarició su cabeza despeinandola un poco en el proceso.

-Mira saiai aquí están las fotos y el acta de matrimonio.- Le pasó todo y Kagome empezó a revisarlo, decidió que miraría primero el álbum de fotos. Habían bastantes, de ella y de Sesshomaru cuando eran niños, algunas con Inuyasha, habían otras de Toga e Irazue, unas de ella embarazada, había una de Sesshomaru cargando a la que suponía era Rin de bebé, habían unas de Sesshomaru y ella en ...¿París?

-¿Hemos ido a París? - Preguntó curiosa y también feliz, esas fotos habían disipado todas sus dudas.

-Así es fuimos de vacaciones una vez.- Contestó Sesshomaru.

-¿Hemos ido a Italia? - Sesshomaru levantó una ceja ante aquella pregunta ¿Italia? Que el recordara nunca habían hecho una vida allí, ni siquiera habían ido de vacaciones ¿a qué se debía esa pregunta?.

-No, nunca hemos ido ¿porque?- No aguanto la curiosidad.

-¡Oh! No, por nada, es solo que...me gustaría visitar ese país alguna vez.- Respondió cerrando el álbum y pasando revisar el acta de matrimonio, efectivamente tenia su nombre y su firma" Kagome Taisho" leyó. Miro a su esposo y le sonrió, dejó las cosas de lado y empezó a preguntarle cosas a Rin sobre su vida, Sesshomaru se acomodó junto a ellas aportando alguno que otro comentario de vez en cuando.

Cualquiera que los viera pensaría que son una hermosa familia, si supieran la verdad se probablemente estarían aterrados. Pero bueno, ¿Que se le puede hacer? Enfermizo y todo sigue siendo amor ¿o no?.

Después de una tarde de charlas amenas cayó la noche. De tanto hablar los tres cayeron en un profundo sueño, Irazue y Toga entraron sigilosos al cuarto y los arroparon lo mejor que pudieron, Sesshomaru y Kagome estaban sentados contra la cabecera de la cama, la cabeza de Kagome reposaba tranquilamente en el hombro de Sesshomaru y Rin...bueno, Rin estaba tirada a sus anchas en medio de sus dos padres con una gotita de saliva saliendo de su boca, Toga tuvo que contener una risa ante aquella imagen, aunque en su interior no estaba de acuerdo con las acciones de su hijo y eran muy pocos sus momentos de lucidez, con los años llegó a comprender que tal vez todo eso, había sido lo mejor.