Un día puede cambiar tu vida en un instante, una sola cosa puede poner tu mundo de cabeza. Eso le paso Hinata Shoyo, un día cambio su vida completamente, dejándolo destrozado por dentro.
El equipo del Karasuno se da cuenta de que hay algo diferente...
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Había pasado ya una semana desde el funeral y Hinata no era el mismo, casi no dormía por las noches y se levantaba de la cama solo para preparar el desayuno de su hermanita y llevarla a la escuela, pero después de eso solo se la pasaba en cama o haciendo las dichosas tareas. El dinero que les mandaba su abuelo era suficiente para sobrevivir pero iban a necesitar más así que Hinata empezó a trabajar en un restaurante algunas noches para poder conseguir un poco más de dinero para cualquier emergencia. Había dejado de asistir a la escuela y el día siguiente del funeral fue a hablar con el entrenador y le explicó que iba a faltar por lesión en su mano pero eso no era más que una escusas barata porque aun que ya casi habían pasado las dos semanas de reposo aun no tenía intenciones de volver ni a la escuela y mucho menos a los entrenamientos. Esto poco a poco empezó a preocupar a todos en el equipo que no tenían ni la más mínima idea de lo que estaba pasando, porque a petición del mismo Hinata el entrenador como los maestros habían guardado en secreto su situación, ellos lo buscaban en los descansos o en la entrada de la preparatoria al inicio de clases pero el nunca aparecía.
— Es muy raro que Hinata este faltando tanto a los entrenamientos — Dijo Daichi preocupado.
— Si, él siempre es el primero en llegar y el último en irse, esto definitivamente no es normal — Dijo Asahi preocupado.
— Le habrá pasado algo, ¿talvez está enfermó? — Suga también estaba preocupado y como no estarlo, él pequeño rayo de sol del Karasuno había desaparecido y ninguno tenía idea del por que.
— ¿Y si vamos a su casa? — Sugirió Yamaguchi.
— Nadie sabe donde vive — Le respondió Tsukkishima, que aunque no lo pareciera también estaba preocupado.
Kageyama estaba con la mirada pérdida, decir que estaba preocupado era poco, extrañaba mucho al más bajo.
— La última vez que lo vi — Hablo por primera vez Kageyama — Tenía una venda en su mano.
— ¿Una lesión? — Dijo Daichi preocupado.
— ¿Qué le esta pasando? — Dijo Suga sin esperar una respuesta.
Todos al no encontrar una respuesta coherente fueron a empezar el entrenamiento.
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