Un día puede cambiar tu vida en un instante, una sola cosa puede poner tu mundo de cabeza. Eso le paso Hinata Shoyo, un día cambio su vida completamente, dejándolo destrozado por dentro.
El equipo del Karasuno se da cuenta de que hay algo diferente...
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Cuando era pequeño solía escuchar las historias que su madre le relataba.
Recuerda con vividez las historias de príncipes y princesas, de caballeros y de capitanas, de magia y de dragones. Sus favoritas siempre fueron en las que los protagonistas de sus relatos tenían un final feliz, uno donde eran libres de monarcas crueles o de maleficios malvados. Pero cuando creció los relatos sobre príncipes que protegían con puño y espada a sus hermanas cesaron, aquellos cuentos se fueron desvaneciendo conforme se hacía mayor y ya no los necesitaba para poder conciliar el sueño, hasta el punto en el que ya solo eran pequeñas historias que recordaba con cariño, pues prefería pensar que el unico mal del mundo era un dragón poderoso, el cual la heroína de la historia terminaba venciendo junto a su espada, pero la realidad corrompía su ideal y le recordaba que los villanos en la vida real no son seres mitológicos ni mucho menos mágicos, son personas de carne y hueso como ellos.
Esos eran los villanos de las historias reales.
Unos crueles y carentes de corazón, uno donde los finales felices son escasos y efímeros. Y claro, su caso no era uno de esos pocos al parecer.
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— ¿Qué crees que esta pasando allá abajo, Trix? — Pregunto la menor a su mascota una vez que los ruidos de gritos cesaron luego de un portazo.
Al obvio no recibir una respuesta de su parte además de un ronroneo decidió no seguir la orden de su hermano y salir de su cuarto con dirección a las escaleras.
— ¿Era tu padre? — Escucho vagamente la voz de Kags.
No escucho una respuesta de su hermano por lo que bajo más rápido.
Lo encontró sentado contra la puerta de entrada, como si con su cuerpo impidiera que esta se volviera a abrir.
<<¿Había dicho padre?>> Eso era imposible, ellos no tenían.
— ¿Hermano, estas bien? — Corrió hacia él y agarro su brazo.
