Day Ninety-six

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"Las etapas del duelo:
4° Depresión - Parte 15"

Entro como todos los días a su sesión con Natsuki a las tres de la tarde

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Entro como todos los días a su sesión con Natsuki a las tres de la tarde.

— ¿Es en serio? — dijo al entrar y ver a su terapeuta sentado con las piernas cruzadas sobre el sofá — ¿me puedes explicar por qué estas en piyama?

Y es que si, su adorado terapeuta estaba con un pantalón de piyama con dibujos de gatitos y una remera a juego con un logo grande en el medio con el mismo dibujo de un gato, también sus pies estaban bien abrigados con algo que parecía más un peluche que una pantufla.

— Prácticamente vivo aquí — se encogió de hombros — ¿acaso hay alguna regla que yo desconozca que me prohíba presentarme a mi jornada laboral en ropa cómoda?

— ¿Tu definición de ropa cómoda es piyama? — pregunto mientras aguantaba las ganas de reírse.

— ¿Acaso la tuya no? — lo miro con las cejas arrugadas.

Hinata no aguanto la risa y en los pocos segundos en los que tardo en sentarse se estuvo riendo a costa de su terapeuta.

Intento agarrar un caramelo de miel pero rápidamente su mano fue apartada de un manotazo por parte de Natsuki para posteriormente ser él el que le pasaba un caramelo.

A veces Natsuki era raro.

— Además, desde pequeño mi sueño era poder ir a la escuela en piyama sin que mi abuela me regañara.

— ¿Vivías con tu abuela? — pregunto interesado a la vez que se daba cuenta de que prácticamente no tenia ni la más mínima idea de la vida del castaño.

— Sip, cuando tenia cinco años por una "peculiaridad" mía mis padres me dejaron al cuidado de mi abuela — conto con una sonrisa mientras el mismo tomaba otro de los infinitos dulces.

— Lo siento — se abstuvo de preguntar sobre aquella "peculiaridad"

— ¿Por qué lo sientes? amo a mi abuela y gracias a ella tengo un excelente gusto en música para viejas y gane una rival digna en ajedrez, sinceramente aun hablo de vez en cuando con mis padres, ellos son felices con mi hermano y hermana menor y yo soy feliz aquí — conto tranquilo.

Definitivamente no tenia ni idea de quien era Natsuki fuera de su trabajo como su terapeuta.

— Cambiando de tema, que por cierto nos desviamos mucho, ¿estuviste comiendo al menos tres veces al día? — pregunto mientras esperaba expectante con libreta y lapicera en mano.

— Pude llegar a dos veces sin vomitar — conto avergonzado.

— Eso es un progreso, veremos si con un medicamento podemos aumentar ese numero a tres ¿esta bien por ti? — otra vez el protocolo de dar siempre su consentimiento cuando le recomendaban una medicina nueva.

One Day In September // ✨KageHina✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora