Un día puede cambiar tu vida en un instante, una sola cosa puede poner tu mundo de cabeza. Eso le paso Hinata Shoyo, un día cambio su vida completamente, dejándolo destrozado por dentro.
El equipo del Karasuno se da cuenta de que hay algo diferente...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡Ya vuelvo Natsu voy a la tienda! — Avisó antes de salir por la entrada principal de la casa.
Suspiro y dejo de fingir su sonrisa, en las casi tres semanas que había pasado todo iba de mal en peor, aun Hinata no volvía a la preparatoria, pero trabajaba por las noches mientras Natsu dormía. Su sonrisa que era capaz de iluminar el día mas triste se había apagado de repente, dejando en su lugar una expresión fría muy rara en Shoyo, en los únicos momentos en los que hacía su mejor esfuerzo para sonreír era cuando estaba con su hermana, esa pequeña niña que antes era tan revoltosa como un tornado, la que despertaba a su hermano saltado encima de él en su cama, la que corría por toda la casa emocionada por poder jugar con su hermano a las muñecas, la que tenía una sonrisa igual de brillante que su hermano mayor, también había cambiado, a pesar de su corta edad podía entender fácilmente que su madre no iba a volver y que su hermano hacía todo lo posible para ayudarla a ella descuidándose a el mismo.
— Gracias por su compra — Dijo el gerente del supermercado entregándole unas cuantas bolsas bastantes pesadas al joven adolescente
— Gracias, que tenga una linda tarde — Saludo por pura cortesía antes de salir por la tienda.
No muy lejos de ahí, un chico de tercero iba caminando por las calles volviendo a su hogar, pero paro de repente al reconocer una cabellera naranja.
— ¡Hinata! — Grito Suga mientras corría hacia el con una enorme sonrisa.
<<Mierda>>Fue lo unico que pensó el mencionado.
— Por fin te encuentro — Dijo mientras lo examinaba con la mirada, este tenía ojeras debajo de sus ojos bastante notables, los ojos rojos y una expresión sin emoción alguna — ¡¿Qué te paso desapareciste completamente?! no vas a la escuela, faltas a los entrenamientos y ¡no contestas tu celular! sabes lo preocupado que estaba — Lo empezó a regañar.
— Lo siento Suga-sempai — Dijo haciendo una reverencia — Es que... estuve enfermo y me lesione mi mano mientras andaba en bicicleta — Se excuso rápidamente, pero esa respuesta no logro convencer del todo al mayor.
— ¿Y no podías responder alguna de las miles de llamadas que todos te hicimos? — Dijo un poco enojado, suspiro para calmarse
<<Esto no ayudara en nada>>
Dirigió su vista a las manos del menor donde cargaban varías bolsas y una de ellas tenía una férula.
— ¿Te mandaron a la tienda? vamos te ayudo — Intento ayudarlo con las bolsas que traía pero este se alejo unos pasos impidiendo que lo hiciera.
— Sabes, tengo un poco de prisa — Intento irse pero no lo logro.
— ¡Espera! — Dijo mientras lo agarraba del brazo — Mira, no se que es lo que te esta pasando y no importa si no me lo quieres decir ahora o si no puedes — Intento encontrar las palabras correctas — Pero todos estamos preocupados por ti, no puedes desaparecer por dos semanas sin decirnos que te esta pasando, pero eso no importa ahora, quiero que sepas que cuando estés listo para hablar todos estaremos ahí para escucharte y ayudarte si podemos — Vio como los ojos del menor se cristalizaron un poco — Pero tienes que volver ¿si? vuelve a las escuela y a los entrenamientos, seguro que lo que te esta pasando tiene alguna solución.
Hinata bajo la cabeza ante lo último.
<<No, no la tiene>>
— Gracias, tratare de volver — Hizo el amargue de irse.
— No, prométeme que volverás — Justo en ese momento el teléfono de Hinata empezó a sonar.
Hinata lo agarro y miro quien era.
— Lo siento Suga-san pero tengo que contestar — Dijo rápidamente y contesto antes de que el mayor pudiera preguntar que estaba pasando — ¿Natsu? ¿Qué pasa?... Si ya estoy yendo para allá.... no, ni se te ocurra, espérame ahí — Colgó con el ceño levemente fruncido — Lo siento pero de verdad me tengo que ir.
— Hinata, prométeme que harás el intento de volver — Dijo preocupado.
— Lo prometo — Hizo su mejor intento de sonrisa para lograr engañar al mayor cosa que casi logra.
Hinata ya se había ido dejando preocupa al peli plateado.
.
.
.
.
.
— Natsu volví — Dijo mientras dejaba en el suelo las bolsas y se sacaba las zapatillas — Ayúdame con esto.
Natsu bajo las escaleras un poco decaída.
— ¿Qué pasa? — Dijo preocupado, tomo el silencio como una alerta de que tenía que hacer algo, se acerco a ella rápidamente y la rodeó con sus brazos levantándola del suelo, esta la rodeo con sus brazos escondiendo su cabeza en su cuello — ¿Mejor? — Pregunto mientras aumentaba el agarre evitando que la pequeña se caiga, esta asintió con la cabeza para después volverla a esconder en el cuello del mayor, este miro nervioso la habitación intentando pensar que hacer — Ya se, ¿Qué te parece si pedimos pizza y vemos una película en la sala? — Dijo con una sonrisa mientras se alejaba un poco de ella para ver su rostro.
A la pequeña se le iluminaron los ojos y asintió repetidas veces. Así pasaron la noche, hasta que Natsu se quedo dormida.
Hinata la cargo en sus brazos y la llevo a su cuarto, volvió a bajar para ordenar un poco la sala.
Suspiro.
— Creo que ya es hora de que vuelva a la escuela — Dijo en voz baja mientras comenzaba a pensar que iba a hacer para poder con todo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-1059-
Hola ¿Cómo están?
yo aprovechando la última semana de vacaciones que que me queda antes de volver a la cárcel- dijo la escuela ಥ‿ಥ Quiero aprovechar esta semana para subir varios capítulos porque de seguro será más difícil actualizar cuando esté en la escuela así que estén atentos, no hago promesas pero espero poder subir varios esta semana.
Si hay errores de ortografía avísenme trato de tener cuidado pero de seguro alguno se me escape.
