Day Eighty

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"Las etapas del duelo:
4° Depresión - Parte 10"

Sentía los ojos pesados, tanto que al principio le costo horrores mantenerlos abiertos por más de dos segundos pero poco a poco esa pesadez era reemplazada por la fuerte luz que le cegó por varios segundo hasta que logro acostumbrarse

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Sentía los ojos pesados, tanto que al principio le costo horrores mantenerlos abiertos por más de dos segundos pero poco a poco esa pesadez era reemplazada por la fuerte luz que le cegó por varios segundo hasta que logro acostumbrarse.

Se sentía aturdido y no recordaba donde estaba.

— ¿Hinata? ¿me escuchas? — pudo sentir como una luz diferente pasaba de un lado a otro como si frente a el pasaran una lámpara.

— ¿Por qué no contesta? — una voz diferente se escucho, esta un poco más grave, como si de un chico se tratara.

— Puede ser que siga aturdido solamente, hay que darle unos minutos para que su cerebro procese la información — ahora fue la muñeca donde sintió un leve tacto, seguramente le estaban tomando el pulso, pero ¿Por qué? ¿Dónde estaba? ¿Por qué sus antebrazos dolían tanto? — Tengo que avisarle a Hiroshi que ya despertó.

— N-no — su voz sonó rasposa y su garganta quemo al decir aquella corta palabra — Hiroshi nunca viene a visitarnos — las palabras salían en míseros susurros pero para las tres personas en aquella habitación fueron los susurros que más esperaban escuchar, y por su puesto prestaban total atención a lo que decía.

— esta bien, no lo llamaré — aseguro mientras daba un rápido vistazo a sus signos vitales — debe dolerte mucho la garganta ¿quieres que te traiga un vaso con agua? eso podría ayudar.

Él mantuvo sus ojos cerrados, pues le costaba mucho mantenerlos abiertos pero aun así asintió en respuesta a la voz que le ofrecía amablemente ayuda.

Cuando escucho pasos alejarse rápidamente volvió a hablar.

— ¿podrías decirme donde esta mi mama? debe estar en el trabajo pero aun así se va preocupar si no voy a casa.

La habitación se sumergió en un pulcro silencio, ninguno de los tres presentes ni siquiera respiraban del miedo.

— Hinata —  llamo Akira — necesito que me respondas unas preguntas ¿esta bien? 

El pelinaranja abrió los ojos y la miro confundido, sin entender que pasaba.

— ¿en que día estamos? — fue la primera pregunta.

— 15 de septiembre — error, era 2 de diciembre.

— ¿Sabes donde estas?

— en un hospital supongo — respondió mientras miraba las máquinas a las que estaba conectado.

— ¿Qué es lo último que recuerdas?

One Day In September // ✨KageHina✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora