Parte IV: El primer engaño.

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Revisé mi celular, lo primero que vi es que tenía varios correos del trabajo y notificaciones de las redes sociales pero lo que me llamó más la atención es que tenía varias llamadas perdidas de Sehun.

Rodé los ojos. Menos mal que tenía el celular en silencio.

Antes de salir del trabajo noté que el cielo estaba gris y nublado; señal de que iba a llover. Visualice por el retrovisor de la puerta que la mayoría de personas llevaban paraguas. Yo no tenía una, sin embargo por suerte Chaeyoung, con su paraguas, apareció detrás de mí. Ahora tenía una compañera y una buena charla durante el camino.

Chaeyoung me acompañó hasta la puerta de mi edificio.

Me sorprendió al ver a Sehun en la entrada, sin paraguas, completamente mojado.

-¿Qué haces aquí?-dije en un tono de molestia.

-Traje comida.-sonriendo, ignoró mi tono de voz.

-Bueno, creo que mejor me voy.-miré a mi amiga, negué con la cabeza.-Será mejor que entren.- mi amiga apartó su paraguas y yo reaccioné rápidamente al cruzar la puerta del edificio. Me despedí de ella con un moviendo de manos a través de la ventana.

Sehun estaba al lado mío. Mi expresión cambió a una de irritación cuando volví a verlo.

-¿Podemos hablar?

Cielos, no podía dejarlo aquí porque sabía que el guardia si lo veía deambulando lo iba a botar del edificio y tendría que irse a su casa sin paraguas. La lluvia estaba muy fuerte e incluso había escuchado en la radio de mi celular que habría tormenta.

Sí, estaba molesta con él y mi razón me dice que lo deje en la calle puesto que se lo merecía; sin embargo, mi corazón me decía otra cosa.

Yo le haría caso al corazón.

No le dije nada. Solo hice un movimiento de cabeza indicando que me siguiera.

Subimos el ascensor en silencio hasta llegar a mi apartamento. Abrí la puerta de mi apartamento. Sehun dejó la comida en la mesa de la cocina.

la tensión e incomodidad estaba presente entre nosotros. Había una fuerte contraposición; yo tenía la mirada dura y fría; la mirada de Sehun era suave y mostraba arrepentimiento.

-Tienes que cambiarte esa ropa.-corté el silencio.- Vas a manchar mi piso, en la mañana limpié.

-Perdón.

-Ve a secarte al baño. Iré a buscarte ropa.- Sehun asintió y se fue.

Subí las escaleras, entré a mi habitación y abrí mi armario para escoger ropa para Sehun. En realidad la ropa que tengo guardada es de Sehun puesto que antes de que discutiéramos él venía seguido a mi apartamento y dormía aquí, no lo llegué a botar porque se me hacía difícil deshacerme de sus cosas sabiendo que todavía lo quería.

Bajé las escaleras y fui hacia el baño, toqué la puerta y le entregué la ropa a Sehun.

Fui a la cocina para calentar la comida. Cuando Sehun salió del baño la comida ya estaba servida en la mesa. Ambos tomamos asiento y comimos en silencio.

-¿Cómo te fue en tu día?-Sehun rompió con el incómodo silencio.

-Bien.-respondí cortante.

Otra vez el silencio nos inundó. No pensaba seguirle la corriente con la plática, primero quería explicaciones. Sí bien al principio no dejé que se expliqué y no me diera el contexto de la situación porque estaba enojada, ahora que estoy más calmada quisiera escucharlo.

-Ella me besó, Seol.

-Eso ya me lo dijiste.

Bueno, la cosa es así. A veces iba a la empresa en la que trabaja Sehun, así como él también iba al lugar en donde trabajo, para almorzar juntos puesto que no podíamos pasar mucho tiempo juntos a la semana por lo ocupado que andamos.
Sin embargo ese día no le avisé a Sehun que iba a ir a su trabajo porque se me ocurrió la idea de darle una sorpresa, pero la sorpresa me la llevé yo cuando vi que él y Boa se estaban besando.

Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora