❝Oh Sehun y Kim Seol buscan recuperar su matrimonio, por ello van a terapia de parejas.
Sin embargo una serie de mentiras y engaños por parte de ambos hará que su matrimonio caiga en picada y con ello quizás un acuerdo de divorcio.❞
🌷| Gráficos he...
El matrimonio es sagrado para casi todas las personas. Una unión para siempre a los cuales debemos hacerle fiel y respetar a la persona a la que elegimos. Un contrato social más que todo. Pero para los católicos como yo el matrimonio es un consentimiento íntimo y supuestamente irrevocable, pero ¿El ser irrevocable el matrimonio aplica para casos de infidelidad?
El matrimonio y formar una familia no es algo con lo que he soñado o lo haya estado buscando, de hecho no le prestaba atención ni me interesaba cuando iba a reunión de amigos y la mayoría ya estaban casados o estaban buscando a la persona ideal con la cual pasar el resto de sus días. Al principio me gustaba mi soledad y concentrarme en mi trabajo, claro que tuve una que otra cita pero la mayoría de veces no llegaba a algo serio.
Tenía el pensamiento que para estar a gusto conmigo mismo y llevarme bien con la vida misma no necesitaba de una persona en específico, no quería depender de nadie y tampoco dejar mi felicidad en manos de otra persona que no sea yo mismo, porque en la vida tienes que ser un poco egoísta para alcanzar lo que quieres y realizarte como persona, si en la vida se tratará solo de uno mismo sin ataduras a nadie sería muy fácil. Y eso es lo que hacía, solo preocuparme de mí hasta que conocí a Seol.
Llegó un momento de mi vida en que creí tenerlo todo, pero ello solo era material, en el fondo la soledad no era algo bueno para mí. En realidad, la soledad nos consumiría a todos y es triste morir de esa forma.
Conocer a Seol y casarme con ella fue como si mi vida hubiera dado un giro trescientos sesenta, como un balde de agua fría que me hiciera reaccionar. De cierto modo, Seol fue lo mejor que había pasado en la vida, nunca antes me había sentido tan pleno y en paz con una mujer, menos tener la idea de un matrimonio y tener esperanzas en el amor. Sin embargo, no todo es eterno. El «felices por siempre o hasta que la muerte nos separe» son un ideal, y los ideales no son posibles en la cruda realidad.
Estuve dos horas de pie frente al gran edificio, solo lo observaba y me alentaba para dar el primer paso y entrar.
Antes de salir de casa estaba seguro que no iba a dudar en lo que iba a hacer, estaba decidido. No obstante, cuando vi el gran edificio la duda y el temor a las consecuencias me invadieron.
Odio tener que tomar decisiones como un adulto. Suspiré.
Después de tanto pensar por fin decidí entrar al edificio y preguntar en la recepción, me indicaron a qué oficina ir.
—¿Usted es el mejor abogado de este bufé?— tomé asiento.
El hombre con terno asintió.— Puede hablarme de su caso.
—Quisiera asesoramiento para un divorcio.
El abogado me sirvió una taza de café, la charla va a ser larga.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El matrimonio es un lazo inquebrantable, un lazo que nos ata, nosotros elegimos estar atados a una persona. El divorcio es todo lo contrario. La sociedad nos ha dado la facultad de elegir romper ese lazo.
