▕ Capítulo 11: Lo que ha mejorado la relación

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Desde muy joven había soñado con casarme con alguien con quien realmente valga la pena, y decir que he aprendido muchas cosas de él y que ha sido muy bueno, atento y respetuoso conmigo.
Incluso llegué a pensar que no importaba si ese matrimonio terminaba, pero no por razones de infidelidad o terceras personas, sino porque ya había sido suficiente el tiempo de convivencia, porque el amor suele acabarse en ocasiones, el matrimonio no es para toda la vida, y yo estaba dispuesta a entenderlo.

Y por supuesto que llegué a pensar eso cuando me casé con Sehun. Pero después de la distancia que hubo entre nosotros, supe que no soportaría una separación, y por esa razón es que preferí luchar y reparar el matrimonio con las terapias en vez de ponerle fin.

A pesar de que haya tenido que ver la mala relación que tenían mis padres y su matrimonio fracasado, las peleas y gritos constantes, mi posición con respecto al matrimonio seguía intacta. No iba a dejar que esas acciones influyeran en mí de manera negativa, todo lo contrario; había colocado en una balanza los errores que cometían mis padres y lo bueno, aprendí de ellos lo que no ser.

Me habría prometido a mi misma no ser como mamá, no ser yo la arruiné su propio matrimonio, porque ella cayó muy bajo al preferir más a su amante que a su familia.
Y obviamente el conocimiento que había adquirido-y lo que no debía hacer-lo apliqué en mi matrimonio. Por supuesto que al principio iba a todo bien, sentí que Sehun realmente valía la pena y que mi matrimonio era feliz y perfecto como lo había soñado.

Pero claro que no puedes esperar ser siempre igual de feliz en tu vida matrimonial. Toda relación de pareja pasa por altibajos, las cosas cambian y las circunstancias de la vida influyen en una relación de manera importante. Los hijos, las enfermedades, la familia política, el trabajo o las relaciones personales, entre otros, pueden causar cambios importantes.

Si tienes pareja y estáis muy enamorados, tarde o temprano a alguno de los dos se le pasará por la cabeza la idea de casarse o de formalizar el compromiso. El matrimonio es mucho más que el amor. Por eso, a muchas personas les surge la duda de si la persona con la que mantienen una relación romántica es realmente la adecuada para casarse. Pero tener dudas sobre esto es completamente normal.

Una relación de pareja no es lo que la mayoría piensa que es.

No se despierta uno cada mañana para hacer el desayuno y comer juntos. No son abrazos eternos en la cama y palabras dulces hasta que los dos se duerman.

No es una casa limpia llena de risas y amor todos los días.

No es perfección.

Una relación de pareja es alguien que roba todas las cobijas en la madrugada y ronca, es a veces un portazo, mal genio y palabras duras.

Es estar de pronto y obstinadamente en desacuerdo, aceptar los momentos silenciosos hasta que los corazones se curen y perdonen.

Es llegar a casa y encontrar a la misma persona todos los días, es monotonía.

Es ropa sucia y camas sin hacer.

Es orgullo cuando se trata de razones.

Es tragarse las molestas palabras en lugar de decirlas en voz alta para no lastimar al otro.

Pero en esas amargas experiencias se encuentran los más bellos regalos;
Una relación de pareja es tener en tu vida a alguien que se preocupa por ti a pesar de qué y quién eres, a pesar de tus errores e imperfecciones.

Es alguien que ayuda en este duro trabajo de la vida. Es colaboración, hacer la cena entre los dos y sentarse juntos, a una hora tardía, porque los dos tuvieron un día loco. Es tener una crisis emocional y que tú pareja se acuesta contigo y te sostenga, y te diga que todo va a estar bien. Y tú le crees.

Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora