Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓

Parte V: La pedida de mano.

—¿A dónde me llevas, Sehun?— no podía ver nada puesto que Sehun me tenía vendada.—Casi me caigo.

—Si te lo dijera no sería sorpresa.—rió.—Ya vamos a llegar.— después de unos minutos nos detuvimos.—Aquí es.— por fin me sacó la venda de los ojos.

No era precisamente un lugar al que me había llevado Sehun. Había un yate pequeño junto al muelle. La vista hacia el mar es aún más hermosa con la iluminación de la luna.

—¿Y esto?

—Esta semana no pudimos vernos mucho así que quería compensarlo con una cena especial en un sitio diferente.

—Es muy hermoso.—me acerqué a Sehun para abrazarlo y darle un beso dulce en los labios. — A veces sacas a flote tu lado de romántico empedernido. Eso me encanta.

—Sí, lo sé. Solo no le digas a mis amigos.

Reí.—A puesto que ellos también lo son con sus novias solo que su orgullo de hombre no les deja admitirlo. —Sehun sonrió y me apegó más a su cuerpo para darme otro beso.— Ese lado tuyo solo lo puedo saber yo.—dije entre besos.

Luego de tantos besos, Sehun y yo nos separamos y entramos al yate. El interior era pequeño, había un mueble en el que solo alcanzaban para sentarse dos personas, al frente había una televisión. Luego había una mesa pequeña redonda de vidrio con una botella de champagne y dos copas.

—Seol.—giré a verlo. Estaba fascinada con el yate. La expresión de Sehun había cambiado a una seria.—Antes de cenar quiero mostrarte algo primero.

Sehun me incitó a sentarme en el mueble. Él colocó un USB en el televisor y encendió la pantalla para después empezar a reproducir un vídeo. Sehun se sentó a mi lado y lo Observé con una expresión de confusión, él me hizo una seña para que miré el video, en el cuál aparecía el mismo Sehun sentado mirando la cámara.

—¿Ya está grabando?—dijo Sehun.

—Sí, ya puedes hablar.—¿Esa era la voz de Baekhyun?

—Bien. Eh, bueno esto es algo que nunca he hecho pero quería que está ocasión fuera especial. Seol, eres lo más lindo que me ha pasado. Eres una mujer lista, inteligente, amable, empática y atenta conmigo. Me encanta poder despertar contigo las veces que lo hacemos en tu departamento aunque tengas mal genio en las mañanas. Me encanta tu forma de ser, nunca cambies eso. Si me dijeran que te describa en una sola palabra: maravillosa te definiría perfectamente. Me gustas mucho, Seol y nunca antes nadie me había hecho sentir así.

—Cielos, siento que voy a llorar.—habló Baekhyun detrás de la cámara.

—Ya pues Baekhyun no te burles.—sonrió apenado.—Olvida que Baekhyun está aquí.—reí.—Antes de que terminé el video quiero decirte que te amo, Seol y que me gustaría compartir contigo hasta lo último de mis días y tal vez formar una familia.—una lágrima de felicidad brotó por mi mejilla.—Mira a tu costado.

Giré a ver a Sehun.—Kim Seol, ¿Quieres casarte conmigo?— él tenía entre sus manos una pequeña caja roja con una sortija de compromiso contenido.

Yo estaba sorprendida y conmovida a la vez. Nunca imaginé que Sehun me fuera a pedir matrimonio de esta forma tan dulce y romántica. Estaba muy tan feliz que más lágrimas brotaron.

—Claro que sí, cariño.—me coloqué encima de él, colocando mis piernas a cada lado y lo besé por todo su rostro y luego en los labios. Esa forma de agradecimiento no iba a ser suficiente para Sehun

Realmente nunca pensé que alguien sería capaz de pedirme matrimonio. Es decir, con Sehun ya van cinco años de relación en la que obviamente había altos y bajos pero siempre tratamos de comunicarnos. Incluso había llegado a pensar que quizá lo mío con Sehun se iba a acabar en cualquier momento y que no llegaríamos a más. Sin embargo, fue todo lo contrario. Sehun siempre estaba atento conmigo, aunque a veces no podíamos vernos seguido por el trabajo, él lo recompensaba con las citas o viajes los fines de semana. Siempre estaba allí para escucharme y desahogarme de todo el estrés que vivía en el trabajo.

De pronto Sehun bajó sus manos hacia mi trasero y le dio un apretón.—Es mucho por ahora.— dije apartándome de él.

—Pero la cena puede esperar.— Sehun se acomodó la camisa que se había arrugado un poco.

Negué con la cabeza mientras sonreía.— Tenemos que ir de paseo en esta lancha. Lo otro lo guardaremos para mañana.

Sehun chasqueó la lengua.— Eres mala haciéndome esperar.

—¿Hay comida exótica?

Sehun tocó una campana y de inmediato llegaron los meseros.