❝Oh Sehun y Kim Seol buscan recuperar su matrimonio, por ello van a terapia de parejas.
Sin embargo una serie de mentiras y engaños por parte de ambos hará que su matrimonio caiga en picada y con ello quizás un acuerdo de divorcio.❞
🌷| Gráficos he...
A lo largo de mi vida como mujer adulta he aprendido que no debo de ser del todo confiada con las personas que no conozco muy bien o quienes tienen mala reputación de ser divulgadores por excelencia, incluso alejarme de ellas. No me considero una persona que cuenta sus problemas a todo mundo para que se compadezcan de mí porque sé que tienen sus propios problemas y escuchar problemas ajenos es algo que solo lo dejarían pasar. Es por ello que en el trabajo siempre me he mantenido al margen con mis compañeros.
Quizás puedo parecerles muy antipática por no entablar una relación más que de compañeros de trabajo pero no creo que me haya ganado enemigos por eso.
"—¿No has pensado en tus amigos?"
La voz de Jiseok resonó en mi cabeza. Esa pregunta estuvo rondando por mi mente.
¿Por qué nunca se lo conté a Baekhyun o a Chaeyoung? Porque sabía muy en el fondo que contar sobre mi relación con Jiseok a mis amigos podría traer malas consecuencias. No lo hice solamente por cobardía, si no que también había algo más; el temor de que ellos pudieran contarle a Sehun o que se les escape decirlo estando cerca de él, de cierto modo había desconfianza.
Y si Jiseok fuera a tener razón.
Podría que Baekhyun me haya descubierto y le haya soltado el chisme a Sehun para vengarse de mí por la oportunidad que le hice perder con los inversionistas extranjeros. Aunque, sería absurdo que después me llamara para volver a la oficina, además seguro habrá estado ocupado tratando de convencer nuevamente en tener una reunión con los inversionistas extranjeros.
Es muy raro que Chaeyoung me ignore solo porque ahora yo soy la jefa. Es decir, anteriormente he estado en este mismo cargo y Chaeyoung no ha tenido problema con eso. Ella sabía que si es que volvía a la empresa era para continuar con el mismo cargo, ni siquiera me habían despedido. Su berrinche era innecesario.
—Señorita, Seol. —mi asistente ingresó a mi oficina.—Su café.
Justo lo que necesitaba.
Ahora mis amigos estaban en mi lista de sospechosos. No quedaba de otra que hacerle un interrogatorio sin que ellos lo notaran. Al menos para librarme de toda duda. Tenía que averiguarlo en el almuerzo.
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Dieron las dos de la tarde. Cerré la laptop y ordené los papeles. Miré por la ventana de mi oficina a Chaeyoung, estaba recogiendo sus cosas. Me apuré y recogí mis cosas para luego salir corriendo hacia Chaeyoung.
—¡Chaeyoung!— ella giró a verme.—¿Qué te parece si comemos juntas?—sonreí para darle confianza.
