Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓

▕ Capítulo 27: El matrimonio según Kim Seol

El matrimonio suele ser un asco.

Cuando empecé la etapa de la adultez no voy a negar que quise contraer matrimonio y formar una familia, creo que fue el instinto maternal que pensé que nunca iba a llegar a mí. Tenía un concepto específico sobre el matrimonio y que podría resumirlo en una palabra: felicidad, sí era una chica cursi que creía en sus ideales antes, incluso había hecho análisis sobre el matrimonio de mis padres, realice pros y contras de su relación, me habían dado el ejemplo de lo que no hacer en un matrimonio. Sin embargo, una cosa era observar y otra cosa era experimentar la vida de casada, es por ello que acepté casarme con Sehun sin pensarlo dos veces.

Al inicio de un matrimonio todo es color de rosa: los detalles de amor se daban cada día, casi no había discusiones, nos dábamos tiempo para salir juntos, había sexo casi todos los días de la semana, para mí era perfecto, creí que el matrimonio sí era como lo imaginaba. No obstante, todo iba cambiando conforme pasaban los años: había discusiones hasta por las puras, el tiempo para nosotros era casi imposible, había sexo si estábamos de ánimos que por cierto no era seguido pero aún así ambos tratamos de que el matrimonio funcione porque de algún modo nos amábamos.

Aunque no sea el matrimonio que me imaginé no me sentía infeliz a lado de Sehun, problemas siempre ha habido, la cuestión es saber solucionarlo. Aprendimos del error y creo que si retomamos la relación va a ser mucho mejor que antes. Y sí, a veces el matrimonio me parece un asco pero el sentimiento de no quedarme sola hace que tenga esperanzas otra vez en él.

—Últimamente ha habido mucho progreso en ti, Seol. Estás manejando bien los efectos de la recaída.— dijo el psicólogo.

—Si me rehabilito mi vida va a mejorar ¿cierto?

—Esa respuesta no la debo decir yo. Tú eliges si deseas cambiar tu vida.

Antes de ir al trabajo regresé a casa porque me olvidé el USB en dónde tenía los archivos que tenía que editar para la próxima publicidad del nuevo perfume que saldrá al mercado estadounidense.

Entré a la casa de Jongin y subí corriendo las escaleras que dirigían hacia la habitación de invitados que es donde yo dormía, al lado estaba la habitación de Sehun. Busqué apresurada en cada rincón del lugar, desordené mi cama por si se había caído por ahí pero no encontraba el maldito USB.

Carajo, ¿Por qué eres tan olvidadiza, Seol? ¿En dónde lo dejé?

Miré el reloj de mi celular, voy a llegar tarde. Mandé a la mierda el USB, lo haré todo de nuevo. Bajé corriendo las escaleras, me detuve en medio del pasillo cuando me acordé que ayer después de terminar de ver la película sin Jongin me puse a diseñar con la laptop en la mesa de centro de la sala. Y allí lo encontré.

Cuando estaba por salir vi un sobre amarillo tirado en el piso junto a la puerta.

Eso no estaba allí cuando llegué.