▕ Capítulo 23: El regalo de Sehun

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Sehun

Aunque intenté resistirme no pude con la presencia de Seol, la dejé pasar. Supuestamente estaba molestó con ella y que no quería verla, sin embargo sabía que muy en el fondo quería que Seol esté presente en mi cumpleaños.

En todo el tiempo de nuestro matrimonio Seol nunca se ha perdido mi cumpleaños, siempre ha estado presente aunque tuviera mucho trabajo, se daba un tiempo para mí. Incluso en el momento en que le era indiferente, en el que parecía no fuéramos un matrimonio, ella estuve presente en mi cumpleaños; ese día me preparó el desayuno temprano y me dejó una nota que decía feliz cumpleaños con un corazón; en el almuerzo me envió comida al trabajo de medio tiempo por la tarde que tenía en un café; en la noche me compró un champán y me hizo la cena que me colocó tras la puerta del estudio de la casa, obviamente lo disfruté pero nunca le dije gracias y que me había gustado su gesto.

-¿Por qué estás aquí?- rompí el incómodo silencio del ambiente. Estábamos sentados en el sofá, las bolsas que había traído Seol estaban en la mesa de centro.

-Tú me dejaste entrar.

-Sabes que no me refiero a eso.

Por alguna razón en ese momento no estaba tan molesta con ella hasta puedo decir que me había gustado un poco su presencia puesto que me recordaba las veces que me había sentido feliz pasar con ella un día importante. Sin embargo, obvio no iba a hacérselo saber, aún quería que sufra un poco más, después de todo no le iba a perdonar tan fácil.

-Traje comida china.-le reproché con la mirada, no me estaba diciendo la verdad.- Está bien,- suspiró- solo quería estar contigo en tu cumpleaños.

-Estoy bien solo.

-¿Entonces por qué me dejaste entrar?- guardé silencio.-Solo quiero acompañarte está vez. Te prometo que ni bien terminemos de comer me voy.

-¿Qué es lo que tramas?- insistí.

-No tramo nada, Sehun.-se apresuró a decir, su tono fue de molestia.- Solo quiero acompañarte por esta vez, solo por esta vez ¿Sí? Después no me verás. Por favor, no hay que discutir, hablemos como si fuéramos amigos.-lo miré no muy convencido.-Te aseguro que solo quiero eso.

Dejé que se quedara.

La comida era buena y la conversación lo hizo mucho mejor. Ambos tratamos de llevarnos bien y no discutir; era mi cumpleaños y tampoco tenía ganas de discutir ni sacar en cara a nadie. La compañía de Seol no fue incómoda después de que el ambiente cambiara a uno más tranquilo, ella tomó su distancia y no pretendió otra cosa. Todo iba bien, incluso hubo un par de risas, hasta que Seol sacó el güisqui y empezamos a jugar retos de quién toma más rápido.

Gran error.

Después de varios vasos de güisqui ya no tenía el control de mí mismo, Seol tampoco puesto que se comportaba raro y decía incoherencias.

Revisé la hora en mi celular y eran las diez de la noche. En cualquier momento podría llegar Jongin y vernos en este estado, era su casa y no quería aprovecharme de eso.

-Es mejor que te vayas, Seol.

-¡No puedo! Estoy borracha y tú también. -rió.-Además primero quiero darte tu regalo.- Seol me empujó hacia atrás quedando casi echado en el sofá, ella se colocó encima mío y me besó.

Le correspondi el beso, me gustaba los besos de Seol y no estaba del todo consciente de mis acciones. No obstante, me di cuenta luego de unos segundos que no era correcto corresponderla.-Seol, no...- la hice a un lado y me levanté, di unos pasos hacia el estante que decoraba la sala.

Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora