Dos semanas pasaron. Por suerte, en esas semanas no pasó nada fuera de lo común que se escape de mis manos o no recurrente. La misma rutina de siempre; de casa al trabajo y del trabajo a casa. Las noches se habían vuelto especiales para Sehun y yo, puesto que nos desocupamos de las apretadas agendas, apagamos el celular para no ser interrumpidos, y salíamos a pasear por la plaza, al karaoke, a cenar juntos, o simplemente a caminar por toda la zona mientras hablábamos de nosotros y otras cosas triviales.
Y obviamente seguimos yendo a terapia. El doctor dice que vamos mejorando a pasos grandes, pero que no hay que apresurarnos porque en un desequilibrio podemos caer fácilmente de nuevo, y eso no es nuestro objetivo con las terapias.
Aparentemente todo marchaba bien.
Jiseok no se había aparecido desde aquella vez en la cafetería, tampoco dio indicios, ni envío de flores ni mensajes ni llamadas ni notas secretas. Creí que iba a ser difícil hacer que se alejara de mí y que no me busque más, pero él entendió a la primera, seguro que ya debe saber que lo pasó entre nosotros nunca iba a tener futuro. Y después de esto solo quedará como una anécdota graciosa para mí.
En la terapia de hoy no hubo mucho, solo hicimos un par de ejercicios, como por ejemplo el cambio de roles, mirarnos a los ojos por cinco minutos y hablarnos de cualquier cosa, de lo nos gusta el uno del otro y entre otros tipos de dinámicas más.
Mi parte favorita de la sesión fue la de mirarnos fijamente por cinco segundos. Nos colocamos frente a frente, Sehun tomó mis manos, ambos sonreímos un poco apenados, más que todo por estar en ese estado frente al terapeuta. El doctor empezó con el temporizador.
Primero, por unos minutos, nos miramos fijamente, el brillo de sus ojos hizo que sonriera, su mirada era sincera que me hacía sentir bien. Ese brillo me hacía sentir en tiempos en los cuales me enamoré de él, como si de una chiquilla adolescente se tratara. De esa mirada aprendí que cada vez que me sentía en un mal estado había alguien que siempre iba a estar allí esperándote con una sonrisa sincera y ese brillo que solo lo ocasionas tú.
El doctor nos alentó a entablar una conversación, mientras manteníamos la mirada, por los siguientes minutos restantes.
—¿Crees que debería hacerme un cambio de look?—comencé.—Tener el mismo estilo de cabello durante años me cansó.
—Me gusta cómo estás ahora. —dijo él.—Aunque me gustaba más cuando tenías flequillo.
—¿Flequillo? —reí.—Sabes que ese flequillo era falso, solo era parte del peinado para nuestra boda.
—Cierto. —él también rió.—Pero es que ese día te veías tan hermosa que era imposible sacarlo de mi cabeza.
—¿Te parecía hermosa? Las extensiones del peinado eran muy pesadas. Sentía que tenía un balde de ladrillos en mi cabeza.
—Tú fuiste la que escogió ese peinado.—soltó una carcajada.
—Lo sé, —sonreí.—en la modelo se veía bonito. Pero me arrepentí de haberlo escogido.
—Pero, aparte de eso, te veías muy hermosa. Además tu peinado no estaba mal a comparación del peinado de tu amiga Chaeyoung. Parecía que tenía un nido en la cabeza.—reí ante eso. Haber escogido o ese peinado le había desfavorecido completamente a Chae.—Siempre te ves hermosa, Seol.
Escucharlo decir eso me enterneció.—Fue un lindo día nuestra boda, aunque pasaron momentos vergonzosos.
Sehun resopló.—Todavía sigo molesto con Jongin por cambiar las sortijas. Tuve que luchar ponérmelo durante la ceremonia, en plena mirada de los invitados. Fue muy vergonzoso.
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Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓
Fanfic❝Oh Sehun y Kim Seol buscan recuperar su matrimonio, por ello van a terapia de parejas. Sin embargo una serie de mentiras y engaños por parte de ambos hará que su matrimonio caiga en picada y con ello quizás un acuerdo de divorcio.❞ 🌷| Gráficos he...