▕ Capítulo O3 : La primera impresión es la que cuenta

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Si me preguntaran cuál fue el punto en el cual nuestro matrimonio colisionó, la respuesta sería muy fácil:

El abandono.

¿Por qué?

El abandono, creo yo, es la causa más frecuente del porqué los matrimonios se quiebran por completo, aparte de la infidelidad obviamente. Porque llega a un punto en el cual ya no hay interés por ambas partes. Porqué abandonamos el amor que nos teníamos y que terminó cayendo en un abismo sin fin.

Incluso antes de que me sucediera el accidente yo ya había tirado toda nuestra relación por la borda, porque había intentado mil veces acercarme a Sehun para poder arreglar las cosas pero, como ya lo había dicho antes, él sólo se alejaba, se iba o no quería hablar.

Y pues yo tenía un límite.

Me había cansado de ser yo la que siempre estaba detrás de él, de ser la única que quería arreglar esto. 

Entonces, yo también abandoné mi matrimonio al igual que Sehun. 

Sentía que ya no había solución y que era mejor dejarlo así antes que caer ante la soledad.

Traté de ser buena esposa pero nunca nada era suficiente, el tiempo ya había quebrado lo nuestro.

Ya ni gastaba mis fuerzas en enojarme con Sehun porque sabía que no me llevaría a nada.

Así que la vida siguió su rutina establecida para ambos. Y solo en momentos que había discusión por cosas insignificantes o cuando teníamos un pésimo día recurríamos a un buen polvo.

Eso sí, la pasión nunca faltó. Pero ya no era lo mismo.

Baekhyun y Chaeyoung me aconsejaron que lo mejor era terminar la relación o darse un espacio cada uno y que debía irme de la casa, lo quise intentar pero, siempre aplazaba esa idea y me convencía que había mejores para no acabar mi matrimonio.

Porque en el fondo no quería separarme de Sehun. Tenía la esperanza de que algún día abriera los ojos y viera nuestra realidad.

Y eso también es una de las razones por las cuales estoy yendo a las terapias de pareja y las disculpas que estoy dispuesta a perdonar.

Porque cuando Sehun se dio cuenta de lo mal que estábamos y me pidió perdón, ya no me sentía tan vacía y algo dentro de mí floreció, pero que empeñaba en ocultarlo al principio.

Hay muchos casos de matrimonio como el nuestro, aunque la mayoría termina divorciándose, a un pequeño porcentaje que la relación se arregla y vuelven a sus mejores vidas. Anhelo que Sehun y yo seamos participe de ese pequeño porcentaje.

La terapia de hoy fue meramente informativa, puesto que le contamos al doctor sobre cómo nos conocimos y los sentimientos que desarrollamos poco a poco hasta el punto de querer casarnos.

Prácticamente hablamos al principio de todo.

—¿Cuál fue la impresión del otro?—preguntó el terapeuta mientras apuntaba en su libreta de notas.

—La primera impresión que tuve de Seol—empezó Sehun.—es que era muy despistada

Ay no, no quiero escuchar esa historia. Cielos, qué vergüenza.

—¿Podemos pasar a otra pregunta?—me adelanté a decir.

El doctor negó serio, mientras que Sehun esbozó una pequeña sonrisa, burlona.

—¿Despistada?—alentó el terapeuta.

Yo giré la cabeza hacía el sentido contrario, avergonzada y con ganas de reírme cada vez que recordaba ese momento.

—Seol, Baekhyun, nuestro amigo en común, y yo estábamos comiendo en el resto-bar el día que nos conocimos. Habíamos terminado de comer, Seol había dejado un poco de comida porque se sentía llena y entonces decidió llevárselo a casa, así que le pidió al mesero que le de una bolsa y lo vacío todo en ella, y...—soltó una risa.—no sé porqué colocó su celular también allí.—me miró con una expresión confusa y su vez con una sonrisa.— Lo que me causó más gracia es que dejó la bolsa en la mesa por más que Baekhyun le hacía recordar que no lo vaya olvidar. Y cuando estábamos en la estación de tren, recién Seol se había acordado de su celular, pensó que lo había dejado en el restaurante así que regresamos, pero no lo encontramos en el lugar. Baekhyun llamó a su celular y se escuchaba que sonaba, seguimos el ruido. La bolsa con el celular dentro estaba en el bote de basura.

No pude con la vergüenza que lo único que atiné a hacer fue reír. 

En este tipo de situaciones la excusa perfecta es que era joven.

Era una chica despistada que lo único que le importaba eran las fiestas y que odiaba trabajar pero que lo hacía porque su madre se canso de darle dinero puesto que lo gastaba en cosas banales, y por eso decidió independizarse. Pero ahora ya no odio mi trabajo.

—En mi defensa, era muy joven.

Cada vez que alguien nos pregunta cómo fue que nos conocimos, Sehun empieza contando esa memorable y vergonzosa anécdota.

Y me divierte, porque no somos como las demás parejas que, por más que pasen los años, nunca nos olvidaremos el día que nos conocimos.

—Sí, pero fue muy divertido conocerla.—dijo ya un poco más calmado.

Ambos nos dimos una sonrisa cómplice.

—¿Y tú, Seol?

—Tenía la sensación de que era una persona que le daba igual todo. 

Dicen que nunca hay una segunda oportunidad para una "primera impresión", ya que "la primera impresión siempre es la cuenta", porque a partir de ella decidirás si te relacionas o no con esa persona.

Por tanto el haber dejado una mala impresión con alguien relacionado a un tema laboral o con personas que te interesa relacionarte ya sea amigablemente o para una relación de pareja, no es un mal menor, pues esto puede significar perder oportunidades de conseguir un mejor trabajo y por tanto mejores ingresos o de que esa persona que te interese, no quiera entablar para nada una relación contigo y es que una mala primera impresión suele configurar el tono que va a tener esa relación. En otras palabras, cuando alguien deja una mala impresión es fácil predisponerse y pensar que esa persona es así. 

De hecho se podría decir que es como una huella mental que se forma a los pocos segundos de conocer a alguien.

Al principio, para mí eso de "la primera impresión es lo que siempre cuenta" tenía algo de lógica. Tener esa primera impresión con Sehun significa que no lo quería tener en mi círculo de amigos y en ningún otro tipo de relación. 

Pero ahora pienso que no siempre "la primera impresión es la cuenta", porque, ¿acaso es mejor juzgar a alguien por la impresión que da y no dar la oportunidad de conocerlo bien?

Me parecía un patán sí, pero no siempre todo es lo que aparenta.

Sehun esbozó una pequeña sonrisa.—Bueno, a veces doy esa impresión en las personas.

—Estábamos allí los tres juntos, pero él estaba en su celular o solo se quedaba callado mientras comía, como si no le importáramos. Baekhyun le hacía preguntas y él solo respondía de forma breve y simple. Sus gestos y expresiones lo decían todo.

Sin embargo, a veces siento que debí quedarme con la primera impresión.

Sacudí la cabeza para alejar los malos pensamientos.

Sacudí la cabeza para alejar los malos pensamientos

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Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora