▕ Capítulo 3O: Montaña rusa

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Sehun entró a la habitación a paso lento y se sentó a un lado de la cama. Encendió la lámpara del velero. Guardó silencio por unos minutos, en el lugar solo se escuchaba su lenta respiración hasta que por fin habló.

—Aún no tienes un local pero ya estás buscando cómo decorar tu pastelería.— eso sonó como una burla.

—Solo dime qué es lo que quieres, Sehun.

—La decoración de color turquesa quedaría muy bien para tu local porque es el color que te gusta, le darías tu toque especial.— seguía dándome la espalda.

—Sehun...—no entendía lo que quería, pareciese como si no me escuchara.

—Preparas muy muy rico el pie de limón, debería ser tu especialidad para la pastelería.

—Eh, está bien.—Sehun guardó silencio nuevamente.—¿Eso es todo lo que querías decirme?

Suspiró pesado.—Se supone que yo debería estar enojado contigo pero ya me harté de hacerlo.— por fin giró a verme.— No quiero que sigamos de esta manera.

—Perdón, yo no...

—No hables,— me interrumpió.— solo déjame terminar.— asentí.— La verdad es que no aguanto a Chaeyoung. Ella es muy posesiva, quiere que le diga a cada rato en dónde estoy y a dónde voy, es muy superficial y abrumadora. Creí que llegaría a enamorarme de ella como lo estoy contigo, pero el problema es que ella no es como tú; no es linda conmigo, no es tan divertida, no se ríe de mis chistes malos, solo me presiona para terminar contigo: ella no es tú.— estaba sorprendida de las palabras de Sehun.—Fue un error pensar que si me iba otra te iba a olvidar rápido pero ya sé que no funciona de esa forma. Mi amor por ti es más fuerte que cualquier cosa. Cometí muchos errores en nuestro matrimonio pero tú me perdonaste y yo solo me acobardo. Hace un rato que hablé con ella por teléfono, solo escuché reprimendas para hablarte del divorcio.— él soltó una pequeña risita.— Le mandé a la mierda porque estaba ya harto de ella. Cuando te encontré en la bañera y te llevé al hospital, estos tres días que estuve cuidándote y no me despegué de ti a pesar de que Chaeyoung me llamaba para salir, me di cuenta y pude reflexionar que verdaderamente no quiero a otra mujer que no seas tú.

—¿No quieres el divorcio?— dije.

—No quiero el divorcio, Seol.—De pronto las lágrimas empezaron a brotar por mi mejilla. Estaba conmovida por sus palabras. Él tomó mi rostro en sus manos y me limpió las lágrimas.— Pero no quiero ir a terapias de pareja. La última vez no salió bien. Solo quiero empezar de nuevo.

Asentí. Alejé sus manos de mi rostro para juntarlas con las mías.— Hay algo que yo también quiero decirte.— él escuchó atentamente.— Jongin me dijo que estuviste echándote la culpa por lo que me pasó pero no es tu culpa.— él frunció el ceño, desentendido.— Tampoco quise suicidarme, no estoy tan demente. Una vez te confesé que cuando era una adolescente tuve muchos problemas de salud y mental. Pues resulta que tuve adicción al tabaco y otro tipo de sustancias pero tuve que ir a rehabilitación porque me había pasado lo mismo que hace unos días pero esa vez fue mi papá quién me salvó. A lo que quiero llegar es que desde que te enteraste que te había engañado y fui como una sombra para ti me chocó mucho que al buscar consuelo en alguien o algo más, y no buscar otra vez a Jiseok, tuve una recaída con el tabaco. Estuve yendo a un psicólogo para que me ayude a superarlo pero de alguna u otra manera esto tenía que pasar porque mis pulmones estaban susceptibles, por suerte no es cáncer. Perdón por no habértelo dicho antes, es que fue una etapa que me afectó mucho y recordarlo es como abrir una herida. Sin embargo, si quiero volver a empezar de nuevo con nuestro matrimonio y sin nada de secretos tenía que decírtelo, además ya lo superé.— sonreí.— El psicólogo me ayudó bastante.

Historia de un Matrimonio © Oh Sehun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora