Eleanor Vinteri a quien algunos apodaban "El lobo" es una guerrera que no ha tenido una vida fácil, se ha convertido en una mercenaria. Busca venganza, para conocer su verdadera identidad, recuperar la herencia de su madre y por el asesinato de su m...
Después de muchos años había regresado a su país natal. Su bello país con vestidura verde y decorado con especies de aves de tonos vibrantes y hermosos. Su amado Valengo.
Antaño había Sido el país más bello para ella. Amaba la naturaleza, la fauna y la flora de su tierra. Los enormes osos grises y los tigres de Bengala que habían emigrado cuando los otros países comenzaron a ampliarse exterminando sus hábitats, las grandes mariposas rojas con azul, las bellas aves de colas muy largas, sus grandes ríos.
Todo estaba oculto bajo el velo de la hermandad oscura. Hombres sin amor y sin tolerancia. Hombres crueles, quizá como ella misma.
Rose sabía lo que era maldad. Sabía cómo era el paraíso. Por eso la escogieron.
El carruaje se detuvo en la mansión familiar de los Kisa, dónde una bella mujer bajó con elegancia. Sus ojos brillantes y sabios contemplaron lo que había a su alrededor.
Rose en su juventud era una muy hermosa joven, no poseía ningún título pero eso no impedía que tuviera muchos pretendientes.
Aún en la madurez, Rose seguía conservando su belleza y elegancia, con sus hermosos cabellos castaños rizados y sus ojos del mismo color, sus facciones delicadas y hermosas hacían de ella una mujer agradable de mirar.
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Su hermano Frailán, que había recibido una carta anunciando su regreso salió a recibirla bajando agilmente las escaleras principales con una sonrisa en el rostro.
-¡Rose!!! -Sé acercó a ella abrazandola con cariño. -Te he extrañado tanto todos estos años. ¡Mírate! ¡Te ves preciosa! ¡Te ha sentado bien la vejez! -Sé burló su hermano con camaradería.
Rose solo se rió de su hermano. Ella no era vieja pues apenas contaba con treinta y ocho años de vida, pero jamás se casó.
-¡Tu te ves tan arisco como hace quince años, general! -Sé mofó ella. Después de soltarse ella miró a su alrededor y preguntó. -¿Dónde están mis sobrinos a quienes mimar?
-¡Aún no existen, hermana! ¡Aunque no pierdo la esperanza! -Le dijo Frailán en tono jocoso.
-¡Ohh!-Se quejó Rose.
Su hermano no tenía idea del porqué ella había vuelto a Valengo. El no sabía quién ella realmente había Sido.
La única manera, de la que ella había salido de la hermandad, era porque conocía el método para poder salir y que no pudieran más controlar su mente y cuerpo. Un método que era totalmente desconocido y doloroso, pero ella como espía, había averiguado, se había sometido al mismo y después se había marchado de la capital del mal.
Aunque había una familia. Una familia que por órdenes ella había destruido. Se trataba de los Vinteri.
Rose tenía el deber de asesinar por completo a los Vinteri pero que no había podido. No por fuerza sino que no había querido.
