Capítulo 23. Entre el amor y guerra

38 4 4
                                    

Lady Olivia Ashe había sido una joven bella y soñadora. Su mayor deseo era casarse con un buen hombre y tener muchos hijos y un hogar lleno de risas y amor.

Sin embargo todo eso terminó cuando un hombre poderoso fijo sus ojos en ella como próxima víctima.

Las mujeres nunca tenían opción.

Deshonrada y avergonzada, después de ser obligada a estar con el rey, la joven volvió a su casa donde sus padres la recibieron con reproche y vergüenza.

Atrevida. Pervertida. Mala hija.  Llamaron a Olivia de muchas crueles formas. Ahora jamás podría casarse pues ningún caballero querría a una mujer deshonrada.

Todos los hombres influyentes valenginos tenían el derecho real y la obligación de contraer matrimonio solo con doncellas, las viudas requerían un permiso especial para casarse. Un absurdo decreto dado por el propio rey.

Olivia tenía el destino asegurado. Estaba el último año en sociedad para viajar a una casa lejana en el otro extremo de Valengo y vivir toda una vida en él. En una completa soledad. Ni siquiera podía entrar de novicia, pues la virginidad era requisito para ser monja.

Las mujeres no tenían opciones.

La joven Olivia había asistido a una fiesta en palacio conmemorativa al aniversario de nacimiento de la Reina, y una invitación real no podía ser ignorada.

Había tenido que asistir a ese horroroso lugar que le traía malos recuerdos.

Cuando miro al rey, Olivia luchó por controlarse y no salir corriendo, no sabía que hacer hasta que miró a la joven nueva en palacio, una joven muy hermosa sin duda. Una soltera codiciable por ser hija de un marqués. Pero Mursfhite había puesto sus ojos en ella.

Debía avisarla.

Y aunque al parecer el conde De Courcy, uno de los solteros más codiciables de Valengo la acompañaba, sabía que debía advertirla para que no le pasara lo que le había sucedido a ella.

~~~~~~~~~~~~~🥀~~~~~~~~~~~~~

-Por favor, ¡Ten cuidado con el rey! -Olivia no pudo cesar de insistirle.

-No te preocupes, lady Olivia, no permitiré que ese hombre me ponga las manos encima. -Eleanor habló con completa firmeza. Ya se había dado cuenta del interés que ella despertaba en el rey. Ojalá pudiera matarlo en ese momento. No podía hacerlo.

Primero debía haber un guerra.

Una guerra a la que ella asistiría y aunque el gusto de acabar con Mursfhite lo tendría el príncipe, Eleanor prefería que el pueblo fuera quien juzgara al rey.

Ella luchaba por el pueblo.

Por librar a su gente de la tiranía.

Por un país mejor para las nuevas generaciones.

.

Esa joven, Olivia Ashe había generado mucha simpatía en Eleanor, que no dudó en bajar la guardia con ella. Quizá su instinto femenino la hizo darse cuenta de lo indefensa que se encontraba  la muchacha.

No podía confiar en nadie y si para ello debiera guardar secretos pues que así fuera.

Jamás había tenido una amiga. Eleanor siempre había estado sola y cuando a los pocos minutos de conocerse esa joven le propuso ser amigas, Eleanor no había sabido que decir.

-¡Discúlpame, se que nos acabamos de conocer! ¡Oh, perdóname Eleanor! ¡Quizá es mejor que no nos hablemos! ¡Dañará tu reputación charlar con una chica como yo!. -Le dijo triste Olivia.

LA LOBA VINTERIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora