Hola lectoras!!!
Esto se pone bueno jajaja. Hoy veremos una interacción entre padre e hija que no se llevaba en mucho tiempo. A lo que me refiero es que Marcus Vintri nunca había charlado más de cinco frases con su hija antes, en éste capítulo "Padre". Ahora les dejo este capítulo y que lo disfruten. Es sólo una parte del capítulo pues es todo lo que le he podido avanzar con exámenes cerca.
Eleanor cabalgó con rumbo al viento, rumbo al lugar que alguna vez le había cautivado, que había descubierto hasta el último rincón jugando a las escondidillas con Andro. El lugar que una vez amó pero que ahora sólo le recordaba su propia miseria. Llegó por la gran puerta principal y llamó. Un guardia de su padre preguntó quién era ella.
-Dile al marqués que la hija de Ruth Fermonsel desea tener algunas palabras con él. –Dijo ella muy decidida y con dureza.
El soldado se marchó dejándola afuera del gran castillo junto a la gran puerta. Después de lo que pareció un cuarto de hora, éste volvió y le dejó pasar.
Eleanor pasó montada en su caballo sin admirar el hermoso castillo. Era algo extraño pues por fuera daba la semejanza de ser ordinario y simple, pero por dentro sus jardines cautivaban. Sin perder la resolución que había podido conseguir, Eleanor se preparaba para la confrontación que seguramente tendría con el marqués. Ella estaba cansada y su herida sangraba pero Eleanor había recibido tantas que una más no significaba mucho. Así que cuando el mayordomo le avisó que el marqués la esperaba en su despacho ella se encaminó como quien va al matadero.
En su despacho el marqués Vinteri esperaba al último descendiente que le quedaba con vida. El día del velorio la había visto y igualmente era consciente de la deplorable situación en la que vivía, ahora estaba a punto de verla después de haber sabido que su última hija estaba muriéndose hace muy poco.
Eleanor entró al cuarto y lo que vió el marqués lo dejó pasmado y un instinto protector muerto hace muchísmio tiempo afloró en su ser.
-Estás herida. –Dijo él mientras se ponía de pié y señalaba su brazo. Ella se miró el brazo como si no tuviese importancia.
-Sólo un pequeño corte. Padre. –Dijo ella muy irónicamente mientras lo miraba a los ojos.
-Puedo saber muchacha, ¿Qué haces en Vensuresi?
-Vengo para haceros una propuesta, marqués.
-¿A sí? ¿Qué tipo de propuesta? –Dijo Marcus atento a cualquier cosa que la muchacha dijese.
-Estoy aquí para cumplir una venganza, pues sé que usted es consciente de lo que me he convertido. Voy a destruir a los culpables de la muerte de mi hermana y necesito algo que puedo negociar con usted. –El marqués se la quedó mirando desde su silla con mucha intensidad que si Eleanor no conociera lo ruin que era hubiese podido confundir con admiración. –Usted desea la gran espada verde junto con su gemela, la espada blanca de China. Yo poseo una de esas espadas.
-¿Y qué es lo que pides a cambio?
-Quiero ser presentada con todos esos fantoches que se dicen ser nobles. Sé de buena cuenta que dos de ellos son los responsables de la muerte de la Condesa D'Courcy.
-¿Por qué no simplemente dices sus nombres y dejas que yo me encargue? Al fin y al cabo también es mi hija. –Interrumpió él.
-De ninguna manera, sépase que me queda muy claro la manera en la vos tratas a sus hijas. Lo haré yo. De todas formas si no accedes a mis demandas, puedo hacer que salga a la luz cierta información que no sería provechosa para vos, sino todo lo contrario. Entonces, Como le decía. Usted sólo se inventará alguna absurda historia en la que me incluya como hija legítima. Pues sé de buena cuenta que lo soy. –Él la miró a los ojos con asombro y ella al ver su cara respondió su silenciosa pregunta. –Quizá deba decirle, que su hija favorita fue muerta a causa mía y que ella me dijo mis verdaderos orígenes.
-Explícate bien muchacha. –Exigió el marqués.
-Ya habrá tiempo de eso, si es que acepta mi oferta. No tendrá que gastar una sola moneda de plata en mí, pues poseo el dinero suficiente para mantenerme el tiempo que dure ésta farsa.
-¿Por cuánto tiempo será? ¿Y cuándo podré tener la espada que dices tener?
-Máximo un mes. En ese periodo usted obtendrá la espada y mi silencio. Yo obtendré mi venganza y un poco del mundo en el que usted me negó vivir.
-Está bien muchacha. Has ganado. Hablaremos en la cena y haré que te arreglen una habitación.- Dijo él dando por terminada la conversación. Pero ella habló.
-Me gustaría que fuese en la recámara de mi madre, si no es problema. –Dijo modulando la voz.
-Será como has pedido.
Luego de salir del despacho Eleanor se encontraba aliviada al no haber sido echada del castillo. La conversación con su padre había sido aún más fácil de lo que había imaginado. El hombre estaba más viejo que la última vez, y no es que estuviera viejo, pero las cargas que llevaba cargando desde no sabía cuánto tiempo habían hecho salir de su oscuro cabello unas finas hebras de plata, así como arrugas al lado de sus ojos. Pero no por eso Eleanor lo encontró menos imponente. No lo estaba, seguía siendo igual de poderoso y el amo que hacía a todos obedecer sin rechistar sus órdenes. Había tardado menos de lo que había imaginado. Ella ahora podía conocer el mundo que le tocaba pertenecer por nacimiento, pero jamás olvidaría que esas hienas salvajes que se pavoneaban en los eventos sociales, eran quienes permitían que el pueblo viviera marginado y sin recursos.
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LA LOBA VINTERI
Historical FictionEleanor Vinteri a quien algunos apodaban "El lobo" es una guerrera que no ha tenido una vida fácil, se ha convertido en una mercenaria. Busca venganza, para conocer su verdadera identidad, recuperar la herencia de su madre y por el asesinato de su m...