22 años después.
Eran las dos de la madrugada y Eleanor aún no podía dormir, fuera se oían los animales salvajes y nocturnos, con sus inconfundibles sonidos, y ella estaba en completo silencio, mirando el fuego de la chimenea, perdida en sus pensamientos, sentada en la silla que un día perteneció a su madre. Sus ojos comenzaron a cerrarse cuando escucho que alguien tocaba la puerta, muy despacio y sin hacer ruido se acercó lentamente a su mesita de noche, tomo su espada y se dirigió a la puerta
-Tranquilízate Nor soy yo, Andro. –Protesto el desafortunado visitante cuando ella lo había tomado de la camisa con una mano y antes de que el pudiera reaccionar lo había llevado a la pared y le había puesto la espada en la garganta.
-Oh, Andro discúlpame. –Dijo Eleanor quitándole la espada del cuello y caminando en dirección opuesta. Para ser una mujer era muy fuerte y muy ágil como un gato. La vida le había llevado a ser lo que era. La vida no era buena con nadie. –Pasa, no esperaba a nadie, no a esta hora.
-He venido a darte una noticia urgente, pero sinceramente no esperaba una espada doblemente afilada en el cuello. -Dijo Andro tomando su sombrero en las manos y jugando con el nerviosamente.
-Por tu cara asumo que es una mala. –Dijo lentamente Eleanor. – ¿Qué sucede?
-Es tu hermana Anne, alguien intencionalmente entro a la fortaleza del castillo y la herido, es probable que no sobreviva. Mi madre me envió a avisarte, dice que tu hermana quiere verte.
Eleanor apretó los puños mientras por su mente pasaban imágenes del pasado. Su padre el marqués Vinteri ignorándola por ser su hija bastarda con una campesina a la cual había abandonado nada más saber que la había embarazado y después de la muerte de la madre de Eleanor por remordimiento de conciencia acogido como una niña huérfana . Su madrasta teniendo disputas con su padre por su culpa, su hermanastra Anne tomando el brazo de su padre apoyándolo mientras expulsaban a Eleanor del castillo de Vensurensi cuando su madre se lo había pedido al marqués alegando que Eleanor no sabía ocupar su lugar y que ni siquiera de criada servía, además, que era inadecuado para la reputación de los Vinteri que la hija bastarda del marqués viviera en el castillo independientemente cual fuera su ocupación. «No puedes quedarte más en Vensurensi iras a la cabaña de tu madre que queda afuera del castillo, y no quiero volver a saber más de ti» había dicho el marqués y después la había abandonado a su suerte. De eso ya habían pasado ocho años, si no hubiese sido por Andro y su madre no habría logrado sobrevivir; Todo ese lapso de tiempo lo había usado para aprender esgrima y a tirar con el arco, y había sido Andro, que era soldado quien le había enseñado, una mujer joven como ella era blanco para muchos males, especialmente por defender la causas del bando contrario en tiempos de guerra... De repente el crepitar del fuego de la chimenea la devolvió a la realidad.
-Sé que es difícil para ti pero debes venir, por favor te lo ruego ¿vendrás conmigo a Vensurensi? – Pregunto el joven con expresión apenada. –No quiero volver sin ti. –Eleanor sonrió sin humor.
-Yo no soy bienvenida en ese lugar
-Tu hermana te llam...
-Hermanastra.-Interrumpió Eleanor y se quedó en silencio algunos segundos hasta que habló casi con un susurro.- Pero iré Andro, porque no quiero tener remordimiento al no conceder un último deseo a una mujer moribunda sin importar quien sea o que haya hecho.
-Vamos pues, iré a ensillar tu caballo
-Gracias Andro. –Dijo mientras él se dirigía con prisa a la puerta
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LA LOBA VINTERI
Historical FictionEleanor Vinteri a quien algunos apodaban "El lobo" es una guerrera que no ha tenido una vida fácil, se ha convertido en una mercenaria. Busca venganza, para conocer su verdadera identidad, recuperar la herencia de su madre y por el asesinato de su m...