Capítulo 15. El sonido del lobo.

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Hola lectores, este capítulo sí es largo, como el primer capítulo creo jajaja, pero aquí se desarrolla parte de la trama que definirá muchas cosas. No se olviden de votar.

Abby Darcy

Tal como había prometido, Eleanor se reunió junto con sus hombres al ejército de Richard el jueves en la noche. Había conseguido una buena proporción de armas que podrían definir su posición en la batalla. Eleanor decidió apoyar en la arquería que era lo que se le daba mejor, pero siempre alerta.

Ya no sentía nada al matar a nadie. Quizá antes lo sintió, pero poco a poco se endureció tanto que ya no significaba mucho para ella y tampoco llevaba la cuenta de todos sus muertos. Ella no dudaba que quizás era la última noche de su vida y sólo deseaba ver por última vez a Maximilien, el marido de su hermana.

-Richard. –Dijo ella en voz baja. Pues era de noche y ambos estaban haciendo guardia sobre cualquier movimiento sospechoso.

-Dime Eleanore. –Dijo el en voz baja también atento a que lo que ella dijera.

- ¿Qué piensas hacer cuando todo esto termine? –Preguntó ella, en esos últimos días le atacaban muchas preguntas que no la dejaban dormir, junto con el más lindo sueño que había tenido en su vida.

- Mmm, pues creo que me estableceré y seré General del príncipe cuando sea rey. Cuando lo crea conveniente me casaré con una mujer que tenga dote considerable y tendré mis hijos.

- ¿Eso es todo lo que deseas? –Preguntó ella nuevamente.

- No, siempre pensé que viajaría por el mundo, pero ya ves, no todo en esta vida se puede, no puedo dejar este lugar. –Después de permanecer un rato callado Richard preguntó. -¿Y tú, que harás?

-No lo sé. Quizás no haya un futuro para mí. Ya sabes, no tengo hermanos, ni madre, ni padre, ni familia. Nadie me necesitará. Todos tendrán sus vidas. –Dijo ella intentando no sonar demasiado triste.

- Nosotros somos tu familia. Y siempre lo seremos Eleanore. –Richard la miraba seriamente, parecía en efecto un hermano mayor consolando a su hermana hasta que él dijo. –Además, siempre podré casarme contigo. –Dijo risueño.

-Creí que querías a una mujer que tuviera una dote considerable. –Dijo ella incrédula.

-Eleanore. –Dijo tocándole el hombro de forma apreciativa. –Tú tienes una dote considerable.

-Ohh -Los labios de Eleanor formaron un círculo por la sorpresa. –Pero esa fortuna yo me la ganado, no creerás que la daré así como así.

-Me queda clarísimo, bella. – Dijo y después se marchó hacia otro lugar estratégico para seguir vigilando. Dejando a Eleanor confundida y triste. Ella no deseaba nada. Nunca lo había hecho. Hasta que conoció a Max. Ahora quería una vida normal. Pero eso nunca sucedería.

....

A la mañana siguiente.

-Soldados. –Gritó Max al ver a la larga fila de soldados del reino listos para la lucha.

-Sí mi coronel. –Respondieron todos al unísono.

- Es nuestro deber como servidores del reino de Valengo luchar y proteger a nuestro país de cualquier amenaza. He recibido esta mañana la convocación de guerrilla. Lo que significa que hoy mismo pelearemos por defender a nuestro país. Soldados. Unámonos a la mucha por Valengo. Que siempre reine Valengo. ¡Por Valengo!

-¡Por Valengo! –Todos al unísono levantaron sus espadas dando gritos de guerra.

Maximilien y sus soldados se dirigieron al lugar donde daría lugar la batalla. Todo estaba listo, y él estaba del bando equivocado. Sus soldados lucharían por un rey tirano, pero él no podía hacer nada. Lo único que rogaba a Dios es que a esa ridícula muchacha que había conocido, no se le ocurriera aparecerse por allí. Sus espías le habían dicho que vieron mucho movimiento por lo que decidieron no acercarse demasiado y que anoche no durmió en la cabaña.

LA LOBA VINTERIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora