Capítulo 30. Encarcelado.

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La mujer estaba arrodillada en el suelo en señal de sumisión cuando Mursfhite entró y sin permitirle levantarse le ordenó hablar.

-¡Su majestad! Yo quiero hacer un trato con usted. -Le dijo Sabella imitando ser una mujer indefensa.

-¿Qué tipo de trato, mujer? ¡Yo soy tu rey, y el rey no hace tratos con nadie! -Mursfhite le permitió levantarse y recordó a la prometida del marqués Vinteri. -¿Qué es lo que me ofreces,  mujer? -El rey la miró de arriba a abajo.

-Quiero volver a tener mis propiedades y reputación, su majestad. La señorita Vinteri me acusó con su padre de haber causado la muerte de mi esposo y el coronel, Lord De Courcey de Caltohuntef estaba  presente y me encarceló, yo pido que me perdoneis y yo le daré a usted información muy importante sobre la señorita Vinteri.

El rey la miró detenidamente y al final asintió con cautela.

-Sí me das información relevante te devolveré tus propiedades y quedarás impune de culpa. -Dijo el rey.

-La señorita Vinteri está enamorada de él coronel de Courcey, majestad. E incluso planean casarse en breve. -Dijo Sabella con una sonrisa cínica.

-¿Cómo lo sabes?

-Los oí, y también los vi después de escapar de prisión. -Le respondió la malvada. -Yo sé que usted quiere a Eleanor para usted, y puedo decirle cierta información que sacará al conde coronel de la jugada. 

-¡Habla!

-El conde coronel ha evitado la muerte de muchos traidores como usted ordenó, majestad. Él los deja en libertad a pesar de que ellos no lo quieran a usted, mi rey. Él también es un traidor.

-Quiero pruebas, mujer. 

-Las tengo, hay un soldado y varios testigos que corroboraran lo que le digo, alteza. 

-¿Dices que el conde de Caltohuntef es un aliado rebelde? -Preguntó el rey.

-¡Eso mismo, su majestad!


**************

-Te amo, mi corazón. -Le dijo Eleanor a Maximilien en la oscuridad del jardín más grande del palacio.

-Pero yo te amo más. Te he extrañado como nunca. -El conde la acercó a él tomándola de la cintura y besándola con pasión.

Ambos respiraban con dificultad.

-Mi corazón, la princesa Melina quiere escapar de palacio. -Le informó la loba.

-¿Qué? No estarás tú involucrada en esa huida... ¿Verdad?

Eleanor lo miró a pesar de la oscuridad y de inmediato el conde supo que su fierecilla estaba más que involucrada en la huida de la princesa.

-Ella escapará en la fiesta de disfraces. 

-Puede tener posibilidades. -Consideró el conde. -Pero también puede salir muy mal.

-Pues saldrá bien, Max. Lo digo yo. Y... ¿Ha habido noticias de Sabella? -Preguntó ella.

-Nada aún, pero recuerdo mi promesa y la cumpliré, la asesina de Anne pagará por lo que hizo y también por el asesinato de su marido. -Prometió Max tocando suevemente  con una mano la barbilla de Eleanor.

-No lo dudo, mi corazón corazón. -La loba se acercó a él y lo besó como ansiaba todos esos tristes días en los que no lo pudo ver. Se pegó a él y hundió sus dedos es un pelo y como una cosa que no hubiese podido evitar se abrazó a él fuertemente teniendo un mal presentimiento.  -Te amo, Maximilien.

LA LOBA VINTERIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora