¢αρíтυℓσ 49

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+Diferente pero familiar+

[...]

-Max y Alix, Marinette junto a Nathaniel y Lila junto a Adrien- Continuó la Srta Bustier a pesar de las protestas del salón. Los chicos la miraban desconcertados ¡Era su último año! ¿Porqué no podían elegir con quién sentarse? -Muy bien, clase. Estos serán sus puestos por ahora. Recuerden que no es un cambio permanente, veremos cómo se desarrollan durante este mes para así poder ayudarlos.

-Sí, Srta Bustier- Respondieron sin ánimo algunos alumnos al unísono.

-Tienen unos minutos para acomodarse en sus nuevos asientos antes de empezar con la clase.

Los chicos comenzaron a recoger sus cosas y trasladarlas por la sala. Este nuevo cambio parecía no tener sentido, hace años habían dejado de usar ese método ¿Cuál era la idea de retomarlo ahora?

Sin embargo para Adrien, quien había sido uno de los tres estudiantes que no tuvo que cambiarse de puesto, no le resultó extraña la desición de su maestra, por el contrario, toda esta situación parecía demasiado conveniente para su nueva compañera de banco.

Mientras guardaba sus cosas en su mochila para trasladarlas a su nuevo puesto, Marinette buscó el rostro del rubio, temiendo lo mismo que él en ese momento. Las miradas de ambos se encontraron, dejando al otro entender que estaban juntos en esto.

Una vez que había guardado sus cosas, la chica tomó su mochila entre sus manos, sin embargo, tan pronto como comenzó a caminar, sintió un golpe en su hombro que la hizo soltar su bolso, derramando todas sus pertenencias.

-¡Hey!- Protestó mientras se volteaba rápidamente, encontrando ni más ni menos que el rostro de la italiana, un rostro que enmarcaba una amplia sonrisa de satisfacción.

-Ups -Musitó Lila- Lo siento Marinette, no te vi- sonrió nuevamente para seguir su camino, o al menos eso pretendía, ya que antes poder de dar otro paso, el rubio se encontraba frente a ella bloqueándola.

-¿Estando en medio del pasillo?- La reprendió para luego agacharse al lado de la ojiazul -Ten Mari -Dijo mientras la ayudaba a recoger sus cosas.

La morena se limitó a desviar la mirada y caminar hasta su ahora nuevo puesto, dejandolos solos. El rubio sabía que mientras él estuviera cerca, Lila no podía hacer nada, pero también le preocupaba el hecho de que antes de ser su asistente, jamás se hubiera atrevido a hacer eso. Llevaba años distanciada de Marinette para evitar los roces entre ambas y no tener conflictos con él, pero ahora sencillamente eso parecía no importarle; seguro pensaba que trabajando para su padre tenía un espacio en su vida asegurado... Sería un verdadero placer decepcionarla.

-Gracias, Adrien- Le sonrió algo apenada una vez que ya habían terminado de recoger sus cosas.

-No hay problema- Le devolvió la sonrisa- ¿Puedes ir a la biblioteca en el receso?

-Sí claro ¿Porqué, pasó algo?

El ojiverde había estado meditando toda la noche sobre si contarle a la chica del problema en el que se encontraba ahora, sabía que Marinette se involucraría demasiado si veía a la castaña como un peligro para el chico por el que guardaba tanto cariño, y eso podría terminar mal si no era precavida con sus acciones. Pero Adrien confiaba en ella y sabía que si le pedía de su colaboración, ella estaría ahí para apoyarlo cuando lo necesitara, incluso si eso significaba mantener su distancia y contenerse de sus desiciones impulsivas cuando él se encontrara en riesgo.

-Bueno...- Llevó una mano a su nuca mientras con su cabeza apuntaba hacia donde se encontraba Lila, dándole a entender que ella estaba involucrada.

El día que robaste mi corazón (Adrinette) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora