+La charla+
La azabache se removía en su cama sin poder conciliar el sueño. En su mente aparecían los recuerdos borrosos que hacían que su corazón se sintiera confuso. No entendía porqué si tanto había anhelado el día en que pudiera arreglar las cosas con Luka, y así regresar a esa tan bella relación de 2 años, su corazón se aceleraba al pensar en alguien, que ella creía, había dejado atrás. En cuanto cerraba sus ojos, por más que trataba, solo podía pensar en ese chico rubio que provocaba ese ligero ardor en sus mejillas, aquel que la hacia suspirar y le provocaba a su corazón una sensación de alegría inexplicable, aquel chico que antes parecía tan lejano, y ahora, ya a su alcance, no podía tener a su lado.
Sentía culpa, esa era la verdad. No comprendía a su corazón, y su mente y alma se hallaban intranquilas. Estaba en un dilema, a punto de perder la razón. Por haberse dejado llevar una noche, esa bendita noche, ahora se hallaba perdida, divagando entre las nubes de sus pensamientos.
Hace 2 años, se había dado una oportunidad, se había dejado querer por quien siempre la había hecho sentir bien consigo misma, por alguien que amaba cada parte de su ser, y prometía estar a su lado en cualquier circunstancia. Luka era un chico asombroso, atractivo, amable, generoso, simpático y por sobre todo, sereno y atento. Siempre había estado a su lado y la había ayudado, tras tantos años juntos, se había ganado su corazón. Lo cierto era que lo amaba, y no podía dejar de amarlo, era por eso que decidió darle una oportunidad para arreglar las cosas.
Pero lo que causaba remordimiento en su corazón y le provocaba insomnio, era el hecho de que, a pesar de que se hallaba feliz de volver con el ojiazul, su mente no podía olvidar las fuertes sensaciones que le había provocado el roce con el rubio. Adrien le había provocado un sentimiento que ni ella sabía que podía sentir, como cuando un recuerdo muy en lo profundo de tu mente vuelve a ti, era lo que ella sentía en su corazón, como si ese sentimiento que ella creía olvidado, la ilusión del primer amor, ahora estuviese luchando por volver a emerger, y con más fuerza.
¿Es posible querer así a dos personas? ¿Siento algo por Adrien? Eran las preguntas que resonaban en su cabeza, que trataba de apartar, esas preguntas que sabía que estaban mal y que de inmediato debía borrar. Ahora estaba en una relación y debía de respetarla, por más que fuera imposible callar a su corazón, debería acabar de una vez lo que esa noche comenzó con el rubio.
[...]
Un sonido de campana, proveniente de su celular la despertó, anunciándole que era hora de levantarse para ir a clases. Abrió sus ojos pesadamente, con desgano, se levantó y bajó las escaleras de su cama. No sabía cuánto había dormido, pero por lo poco que recordaba, sabía que no debía ser mucho.
Cuando finalmente se arregló y hubo tomado desayuno, bajó a la panadería para despedirse de sus padres, quienes con evidente preocupación, notaron el cansancio en los ojos de la azabache y la interceptaron en la puerta.
-Hija ¿Está todo bien?- Le habló cariñosamente Sabine.
-Sí, mamá, ahora ya me voy, no quiero llegar tarde- Dijo fingiendo una sonrisa.
-Cariño, no te ves muy bien, tal vez sería mejor si hoy te quedaras en casa- Musitó Tom.
A pesar de lo tentadora de la propuesta, sabía que debía permanecer firme a su desición de asistir a clases para hablar con el rubio, tenía que cumplir con lo que se había prometido a sí misma si no quería volver a pasar por lo mismo que esa noche.
-No es necesario, papá, pero estoy bien, además tengo cosas que hacer. Gracias por todo, nos vemos.
Le dió un beso en la mejilla a cada uno de sus padres y salió por la puerta de la panadería en dirección al instituto. Sus padres la miraban a lo lejos, aún agitando sus manos como despedida, se miraron el uno al otro y suspiraron preocupados. Sabían que hicieron lo que pudieron, por lo que voltearon y siguieron con su trabajo.
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El día que robaste mi corazón (Adrinette) [Pausada]
FanfictionHabían pasado años desde que habían dejado de insistir en sus amores platónicos, agotados de tanto esperar y jamás ser correspondidos. Dieron vuelta la página y decidieron darle una oportunidad a quienes sí los querían para ser felices. Pero el dest...