+Un escape del corazón+
[...]
-Padre, puedo explicarlo.
-¿Y de que sirve Adrien? Nuestro trato con los Tsurugi se canceló, no hay nada que puedas hacer para arreglarlo- Gruñó el Agreste mayor mientras miraba hacia el exterior por la ventana del cuarto de su hijo, quien se hallaba detrás de él, respondiendo su invasivo interrogatorio. La asistente de cabello azabache y una mecha roja se encontraba en medio de ambos, sosteniendo la tableta donde mostraba la confesión de Kagami al supervillano.
-Seguirás asistiendo a ese colegio por lo que resta de año escolar y luego harás tus maletas. Es mi última palabra- Terminó y con su asistente a sus espaldas, se marchó.
Como si de un deja vú se tratase, nuevamente el rubio se encontró sólo en su habitación. Dejó el escritorio y se dirigió a su cama. Recostado, tomó la almohada entre sus brazos y dejó las lágrimas correr por sus mejillas mientras los recuerdos venían a su mente.
«-Wayhem, por favor detente, soy yo, Kagami. Lo que estás haciendo no está bien- Exclamó la heroína dragón frente a la desesperación. Sus compañeros estaban atrapados por la gran multitud que conformaba el ejército.
-Ya no soy Wayhem, soy HeartBreaker y no me interesa lo que tengas que decir. Tú y Adrien me traicionaron, yo pensé que había algo entre nosotros.
-Lo que viste... El beso, no es lo que parece. Adrien y yo no estamos juntos, es complicado.
-Sólo lo dices porque están acorralados, sé que me mintieron, y nada de lo que digas va a cambiar eso.
-Te estoy diciendo la verdad. Sólo fingimos estar juntos porque nuestras familias tienen un acuerdo, sólo somos amigos, y Adrien... él está enamorado de Marinette- Suspiró.
-¿Qué-
El felino aprovechó la distracción y se abalanzó al chico, quitándole su cetro.
-Allá va, Ladybug- Exclamó y lo lanzó a la chica, que lo rompió, se encargó de purificar el akuma y volver todo a la normalidad.
Mariposas y brillos envolvieron París, restaurando las edificaciones que habían sido destruidas por la turba furiosa y aquellas que fueron ocupadas durante la batalla.
Finalmente, los 3 adolescentes se reunieron en el centro y chocaron sus puños como signo de victoria.
-Ganamos- Dijeron al unísono.
-Buena distracción, Ryuko- Musitó el héroe gatuno.
-Yo no estaba... no importa- Replicó.
Se acercaron al chico que, aún en el suelo, rascaba su cabeza, intrigado. No recordaba nada desde que vió la escena, pero de alguna forma, se sentía diferente, sabía que todo iba a estar bien.
-¿Ladybug, Chat Noir y otra chica, dónde estoy?
-Soy Ryuko- Se acercó la ojicafé- fuiste akumatizado, pero todo está bien ahora»
Abrió sus ojos nuevamente para ver el brillo de una notificación proveniente de su teléfono.
[Kagami:
Tenemos que vernos.
Sé que es mi culpa, pero hay algo que deberías saber.
No me odies
:)Adrien:
10:20 frente al Louvre mañana.Kagami:
Ok]Apagó su teléfono y se recostó nuevamente, con su mirada perdida en el techo.
La criatura felina se acercó al chico y se puso frente a él. Sabía que el kwami sólo le hablaría para convencerlo de que la situación no era tan grave y luego terminarían hablando del queso, pero ya estaba cansado, no quería oír más consejos que sólo le recordaban sus errores, necesitaba una salida, un lugar a donde escapar.
En su mente se cruzó entonces la dulce sonrisa de la ojiazul. Frunció el ceño, su corazón le pedía a gritos un encuentro más con la chica, pero no podía ir como Chat Noir, no otra vez, estaba harto de fingir, estaba harto de tener que escuchar a su mente, a su padre, a los que lo rodeaban, por una vez quería ser él mismo.
Ya sé, pensó. Se levantó con prisa, ganándose una mirada confusa de su kwami, sin dirigirle la palabra, se dirigió hacia la ventana, observó a través de ella la noche y la abrió.
-Plaga ¡Las garras!
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.Se viene un nuevo proyecto. No voy a dar spoilers, pero cuando esté listo, lo avisaré por aquí.
Gracias por leer💕
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El día que robaste mi corazón (Adrinette) [Pausada]
FanfictionHabían pasado años desde que habían dejado de insistir en sus amores platónicos, agotados de tanto esperar y jamás ser correspondidos. Dieron vuelta la página y decidieron darle una oportunidad a quienes sí los querían para ser felices. Pero el dest...