El día que robaste mi corazón (Adrinette) [Pausada]

¢αρíтυℓσ 42

+Llegada+

Apretó sus ojos con más fuerza y frunció el ceño mientras giraba hacia su lado izquierdo, no importaba cuanto tratara de acomodarse, llevaba más de 1 hora y no podía conciliar el sueño. Su mente parecía sólo querer dar vueltas en el mismo momento, en una sola frase «Y Adrien... Él está enamorado de Marinette».

Pensaba que podía dejar todo lo ocurrido en el pasado, pero ese día había sido todo un escándalo, era como si el destino la estuviera empujando contra su voluntad. Porque ella no quería tener sentimientos por el rubio ¿Verdad? Era como si hubieran hecho un puñado de sus sentimientos de hace años y se los estuvieran resfregando en la cara, pensaba en el rubio, no lo podía evitar, cada noche desde su beso en la fiesta, él se aparecía en su mente y en sus sueños como un pasajero cada vez más recurrente.

¿Y si era verdad lo que la otra chica había dicho? ¿Su mejor amigo tenía sentimientos tan fuertes por ella? Sólo habían pasado unos meses desde el evento, pero... ¿Y si Adrien en verdad se había enamorado de ella? ¿Qué iba a hacer? Pero por sobre todo ¿Qué iba a hacer si sus propios sentimientos, ese ardor en sus mejillas, las mariposas en su estómago y su corazón acelerado cada vez que el rubio estaba cerca, terminaban por apoderarse de ella y llevarse el poco de cordura que aún le quedaba? ¿Cómo iba a explicárselo a Luka? A él, que era un verdadero ángel ¿De dónde sacaría el coraje para decir una frase tan simple que podría partir su corazón en mil pedazos?

Estaba atrapada, sólo quería que todo terminara. Fue entonces cuando unos golpes en su escotilla que llevaba a su balcón la interrumpieron. Tomó un chaleco negro que se encontraba cerca de su cama, se cubrió con él y subió para descubrir al ojiverde parado frente a ella.

-¿Adrien?- Interrogó, atónita.

-Hola Mari- Respondió el rubio, acercándose a la chica.

-¿Cómo llegaste aquí? ¿Qué haces en mi balcón?

El rubio, completamente ignorando la pregunta de la chica, caminó hasta ella, reduciendo la distancia entre ellos a nada más que unos centímetros, se acercó a la altura de su rostro y, con una mirada y sonrisa dulce, apenas en un murmullo le preguntó.

-¿Puedo entrar?

-Eh... yo- eh... s-sí- Dijo sintiendo como el rosa invadía sus mejillas.

-Genial.

El rubio con agilidad bajó por la escotilla con la azabache a sus espaldas. Sin esperar invitación, se dirigió con confianza al diván de la chica y se recostó en él. La ojiazul aún procesando la presencia de su amigo, confundida, se acercó a él.

-Recuestate conmigo, por favor- Dijo con sus ojos entrecerrados mientras hacía señas con su mano a su amiga, invitándola a su lado.

La azabache siguió las instrucciones de su amigo y se acomodó a su lado, aunque manteniendo un poco de distancia por todo el enredo que aún no podía disipar de su mente. El chico se carcajeó entre dientes por la tímida actitud de la chica y suavemente llevó una mano a su cintura, abrazándola y apegándola más a él.

-Tranquila, Mari, no es la primera vez que compartimos una cama, relájate.

A más no poder, el rojo se apoderó del rostro de la chica y tratando de disimular, se escondió en el hombro del chico. No entendía lo que estaba pasando, pero el calor del roce entre los cuerpos de ambos la recomfortaba y estar tan cerca del rubio la hacía sentir bien. Pero algo era extraño, la actitud del chico era diferente y tenía que haber una razón, necesitaba averiguar porqué de pronto lo único que él hacia era ponerle los nervios de punta.

-Adrien- Musitó, con una voz baja, pero suficiente para llamar la atención del chico- ¿Porqué haces esto?

-¿Hacer qué, princesa?

-Todo esto, lo de hoy. Está mañana pensé que había algo entre tú y Kagami, y ahora vienes y te acuestas en mi diván, me haces acostarme junto a ti y-

-¿No te gusta?

-Sí, no, digo no estoy hablando de eso, digo que... Yo... Estoy confundida, no sé siquiera como llegaste a- No pudo continuar, porque de pronto sus palabras fueron interrumpidas por unos cálidos labios que se posaban sobre los suyos.

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Feliz pascua.

Gracias por leer💕.