¢αρíтυℓσ 17

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+El helado+

La campana del Instituto que anunciaba la salida llegó, y los 2 chicos fueron caminando alegremente por las calles de París, con la esperanza de encontrar al mejor heladero de toda Francia, André.

Paseando por el Sena, lograron hayar su rastro, estaba en el puente de los candados. Se dirigieron con prisa hasta allá.

-Adrien y Marinette, mi pareja de amigos favorita ¿Qué los trae por aquí?- Dijo el heladero en cuanto los vio.

-Buenas tardes André- Dijeron ambos- Venimos por un helado.

-Muito Benne, dos helados saliendo. Fresa y arándano para la señorita. Aquí tiene.

-Gracias.

-Y para el señorito. Veo algo diferente en tu mirada, una chispa de alegría. Mora y menta, la combinación perfecta.

-Gracias, adiós André.

Ambos chicos se despidieron y caminaron hasta un banco para sentarse a comer, mientras se alejaban de André que había comenzado a cantar a sus espaldas.

-Por favor no hagas lo que siempre haces- Dijo la azabache entre risitas.

-¿Qué cosa, princesa?

Otra vez dijo princesa, pensó la azabache, debe ser sólo una coincidencia.

-Ya sabes, lo del helado...

-Hablas de...- Acercó el helado a su boca y lo escondió tras su rostro, tratando de acertar con lo que la azabache decía.

-Sí, eso.

-Es mi forma de comer helado, no es nada malo. Pero te echaba de menos, así que me lo comeré lento, para estar más tiempo junto a ti.

-Gracias.

Los chicos comenzaron a comer su helado, como siempre, maravillados por el sabor que tenían las combinaciones de André.

-Oye, el mío huele raro- Musitó Adrien.

-¿Qué? Déjame ver.

La azabache se acercó a oler el helado de su amigo sin sentir ningún olor fuera de lo normal.

-Yo creo que huele bi-

Y entonces, Adrien empujó el helado al rostro de la azabache, dejando su nariz cubierta con el sabor a menta. Él se reía fuertemente, mientras la azabache trataba de limpiarse.

-Me las pagarás, Agreste- refunfuñó.

El rubio se seguía riendo cuando ambos divisaron a cierto chico de puntas azules y chaqueta aproximarse. Adrien paró de reír y un escalofrío recorrió su cuerpo. No había hablado con Luka desde el asunto del beso.

-Hola Luka- Dijo la chica antes de correr hasta sus brazos.

-Hola Mari.

El rubio veía a lo lejos la escena, sentía un poco de celos al ver como Luka plantaba un tierno beso en los labios de su novia.

-Hola Adrien- Dijo luego aproximándose.

-H-Hola Lu-

El rubio sentía una mezcla de nervios y envidia, eso hizo que se distrajera y dejó caer su helado.

-Oh no, botaste tu helado, déjame comprarte otro- Dijo el ojiazul.

-N-no hace falta Luka, enserio. De hecho ya me tengo que ir.

-¿Tan pronto? ¿Porqué no te quedas un rato más?- Dijo la azabache

-Lo siento, mi padre me debe estar esperando.

-Entiendo, en otra ocasión será, Adiós Adrien.

El ojiazul le extendió su mano como despedida, dudó un segundo, pero al fin y al cabo, él era su amigo, así que correspondió.

-Adiós Luka, adiós Marinette.

-Nos vemos, Adrien- musitó ella.

Los enamorados se sentaron en la banca mientras veían al rubio alejarse. La chica estaba un poco triste por el hecho de que su amigo se hubiera ido tan pronto, pero sabía que él tenía muchas cosas que hacer. Así que se volteó a ver a su novio y le dirigió una mirada dulce. Ahora que había arreglado las cosas con Adrien y el asunto del beso había quedado en el olvido, ya nada le impedía hablar normalmente con Luka.

-¿Quieres helado?- Le ofreció la chica.

-Me encantaría.

Le dió un beso y probaron el helado. Pasaron el rato conversando y riendo, poniéndose al día. Disfrutaban mutuamente de su compañía, y ni se percataron cuando el sol comenzó a esconderse.

-Ya se está haciendo tarde, será mejor que vaya a casa.

-Te acompaño- Le respondió el chico.

-Gracias, Luka, pero está oscureciendo y tu casa queda lejos, no quiero retrasarte.

-Claro que no me retrasarás, no hay problema si llego un poco más tarde, y me encanta pasar tiempo contigo.

-De acuerdo, entonces vamos.

Caminaron hasta la panadería y Luka se despidió con un abrazo de Marinette.

-Nos vemos mañana, MamaMarinette.

La azabache sólo río y entró a su casa, mientras afirmaba la puerta.

-Adiós Luka.

Cerró la puerta y subió a su habitación, se aproximó a su cama y se estiró en ella para quedar profundamente dormida.

Mientras, el chico miró hacia el cielo, quedaba almenos una hora antes de que se oscureciera completamente y el manto de la noche inundara el cielo. Caminó una cuadra y chocó con alguien, haciendo que esa persona botara unos libros.

Aún sin ver de quién se trataba, se agachó a recoger los objetos. Luego se puso de pie para entregarlos y se dió cuenta de que era nada más y nada menos que Lila Rossi.

-Cuanto lo siento, Luka. Iba distraída y no me di cuenta de que venías tú.

-No te preocupes, yo tampoco me di cuenta- Dijo algo distante.

-Gracias por ayudarme a recoger mis libros. Voy a casa de una amiga a estudiar.

-De nada. Bueno, ya tengo que irme. Me están esperando en mi casa.

-Te acompaño, mi amiga vive por allá.

-¿De acuerdo?

Lila tomó del brazo a Luka, mientras con su mano libre afirmaba los libros, y comenzaron  a caminar.

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Hasta que al fin hice un capítulo más largo 😂😂.

La que se viene.

Gracias por leer💕.

El día que robaste mi corazón (Adrinette) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora