¢αρíтυℓσ 43

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+Juntos+

La azabache pareció entender entonces de qué se trataba todo eso y, extrañamente, por primera vez su mente no se opuso a la idea de dejarse llevar por aquel deseado momento. Dejó caer sus párpados y llevó sus manos al rostro del chico acortando aún más la distancia entre ellos. Correspondió el beso, para sorpresa del chico que temía un posible rechazo, y entonces supo que todo estaría bien.

Sus labios danzantes abrazaron suavemente los del otro, y entonces sus corazones por un momento se detuvieron para empezar a latir en sincronía. El sentir de sus cuerpos tan cercanos los llenaba de una emoción que desconocían hasta ese momento, deseaban estar así para siempre. Era como si después de tanto tiempo, al fin tuvieran la certeza de que pertenecían juntos, se complementaban cuál jing y yang, finalmente se habían aceptado y, sabían que desde ahora, frente a cualquier situación, estarían juntos, como desde ese día en que sus manos por primera vez chocaron para sostener un paraguas, ese día en que sin darse cuenta, nació esa chispa en ambos chicos, el día en que solo una mirada robó su corazón.

Se separaron lentamente, con la respiración entrecortada por la adrenalina que les había provocado esa explosión inexplicable de emociones. Estaban tan cerca que podían sentir el calor del aliento del otro chocar como una suave brisa en su rostro. Zafiro con esmeralda se cruzaron para fortalecer aún más su nueva conexión

-Te amo, Marinette, y me gustaría que fueras mi novia.

-Adrien, yo...

Por un instante el brillo de los ojos del rubio, llenos de ilusión, desapareció, siendo opacado por el miedo al rechazo. Deseaba con toda su alma que la chica que amaba correspondiera su amor, pero sabía que las condiciones no eran las mejores, y tanto era el cariño que le tenía que no se sentía capaz de presionarla.

-Escucha, Mari. No tienes que responderme ahora. No quiero presionarte a que tomes una desición, y tampoco a qué hagas algo que no quieras - Dijo bajando la voz, demostrando la decepción en su tono- Pero mis sentimientos son reales, jamás había estado tan seguro de algo como hasta ahora, así que si es necesario- Suspiró, tomando delicadamente la mano de la chica para plantar un dulce beso en ella- Te esperaré.

El chico se puso de pie y se dispuso a irse, pero para su sorpresa, una mano interceptó su camino.

-Adrien, no- Musitó la chica, jadeante. Estaba nerviosa y sabía que lo que dijese en ese momento afectaría para bien o para mal su relación con él rubio. Sentía que ese era su momento de decidir, no podía seguir ignorando sus sentimientos, ni los de su compañero ahora que tenía claro como la veía.

-¿Qué?-Interrogó, volteándose para quedar frente a la azabache.

Marinette puso de pie, sin soltar su mano y dio unos pasos para acercarse al chico que aguardaba su respuesta. Suspiró pesadamente y elevó la mirada hasta encontrarse con esos ojos verdes que le provocaban mariposas en el estómago.

-Llevo mucho tiempo tratando de aclarar esta idea en mi cabeza. No quería aceptarlo, pero desde esa noche sentí como si una chispa pasada hubiera vuelto a encenderse- ¿Pasada? Se cuestionó el chico, aumentando aún más su ansiedad del momento- Tengo este sentimiento que por más que he tratado no he podido sacar de mi pecho. Ahora sé que no tiene sentido siguir tratando de negarlo. He estado esperando demasiado para este momento y no estaba segura de lo que quería hasta esta noche, después de escucharte- La chica se aproximó lentamente hasta el chico mientras sentía como sus piernas flaqueaban tras cada pequeño paso y un leve sudor recorría su frente- Siempre has sido tú, Adrien, te amo, y me encantaría estar junto a ti.

El rubio sintió como un fuerte ardor subió rápidamente por sus mejillas, el brillo de sus ojos regresó en un instante y ahora con más fuerza al escuchar las palabras tan anheladas por su corazón, dichas desde los labios de la azabache. Velozmente se acercó más a ella y la elevó entre sus brazos mientras por sus ojos caían lágrimas rebozantes de alegría. La chica también se dejó invadir por la alegría del momento, evidenciado en el rosado que decoraba su rostro y las risitas que soltaba mientras él rubio la giraba en el aire.

Finalmente el chico la bajó y ambos sellaron su promesa con un beso, dulce, tierno y apasionado, en en que compartían todo el amor que desde ahora estaban dispuestos a entregar

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Finalmente el chico la bajó y ambos sellaron su promesa con un beso, dulce, tierno y apasionado, en en que compartían todo el amor que desde ahora estaban dispuestos a entregar.

El rubio la bajó con suavidad, apoyando su frente sobre la de ella mientras la chica rodeaba su cuello. Se quedaron así un momento, dejando que la proximidad compensara en el silencio lo que las palabras ya no podían describir. Por fin, estaban juntos.

-¿Quieres dormir aquí esta noche?- Sugirió la azabache al cabo de unos minutos con un tono que derritió el corazón del chico.

-No lo sé, tu diván me da dolor de espalda- Bromeó el rubio, intentando hacer que la chica dijera que quería que lo acompañara en su cama.

-¿Enserio me vas a hacer decirlo?- Farfulló entre risas la chica un poco molesta por la insinuación del rubio.

-Quiero escucharlo de ti, princesa- Dijo provocando un sonrojo en ella- Y hazlo diciendo mi nombre completo.

-Estoy empezando a arrepentirme.

-Hazlo por mi- Dijo el chico mientras hacía un puchero que sacudió el intento de la chica por mostrarse sería.

-Te odio por esto- Tomó aire mientras el rubor solamente aumentaba en sus mejillas- Adrien Agreste ¿Te gustaría acompañarme en mi cama esta noche?

-Me encantaría.

Tras un breve momento separados para ponerse sus pijamas, se reunieron y subieron a la cama de la chica. Se acomodaron entre las sábanas y se acurrucaron dejando sus brazos envolver cariñosamente sobre el cuerpo del otro.

Entonces una idea fugaz se cruzó por la mente del rubio, no quería arruinar el momento, pero tenía que preguntarlo.

-¿Mari? -Musitó.

-¿Sí?

-¿Qué va a pasar con Lu-?

-Shhh- Lo hizo callar, posando uno de sus dedos sobre los labios del rubio- No te preocupes por eso ahora. Mañana lo resolveré, así que solo relájate y deja que esta noche sea de nosotros.

-Como digas, princesa. Buenas noches.

-Buenas noches, Adrien.
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Como se dieron cuenta, me demoré mucho más de lo planeado hacer este capítulo. Esto es por la razón que voy a explicar ahora.

Últimamente he tenido muchos trabajos del colegio y sumado a que todavía no he podido terminar el Adrinette April por falta de tiempo, decidí dejar de hacer actualizaciones semanales de este libro.

Prácticamente no tengo tiempo libre y por eso se me hace muy difícil mantener actualizaciones constantes, además de que también necesitaba un descanso para librarme del segundo bloqueo que había tenido.

Por eso desde ahora las actualizaciones no van a tener fecha específica para publicarse, no voy a atribuirme una responsabilidad que tal vez ya no sea capaz de cumplir, o si lo hago que sea de una no muy buena forma o de mala calidad.

Tampoco quería pausar el libro, y mucho menos pienso cancelarlo, solamente que desde ahora empezaré a publicar cuando disponga del tiempo necesario para hacer un buen capítulo a mi parecer, como este, que me tomó más de una semana terminar.

PD: El dibujo adjunto es del día 9 del Adrinette April dibujado por mi, lo puse como un pequeño bonus del capítulo por la demora. No lo reposteen u ocupen de otra forma.

Gracias por leer💕.

El día que robaste mi corazón (Adrinette) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora