¢αρíтυℓσ 18

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+La visita+

La castaña se esmeraba en dar conversación, era extraño que se mostrara tan amigable, siendo que sólo unas pocas veces habían cruzado palabaras, y ahora además resultaba que ella sabía hasta donde él vivía, y eso le incomodaba.

-Sabes, he estado necesitando mucha ayuda para recuperar la materias por mis viajes para ayudar con el calentamiento global, y no quiero seguir molestando a mi amiga, ya le he quitado mucho tiempo para cosas importantes, y no sé qué hacer.

-Podrías contratar una profesora privada.

-No quiero molestar a mi madre con eso, se le pasa muy ocupada con su trabajo.

-Entonces podrías pedirle ayuda a alguien más.

-Tienes razón. Eres un gran consejero.

-No hay problema.

-Sabes, se acerca un proyecto de música y he visto que a ti se te da muy bien con los instrumentos ¿Me podrías ayudar?

-Ehhh sí claro- Dijo nervioso.

-¡Perfecto! Entonces te veo en tu casa el Sábado en la mañana.

-P-pero yo-

-Eres un sol Luka. Mi amiga vive aquí, gracias por acompañarme, nos vemos.

Le dió un beso en la mejilla y se marchó, Luka siguió la caminata hasta su casa, sin voltear ni una vez.

La verdad era que a él no le agradaba para nada la morena, sabía todo lo que le había hecho a la azabache y lo mentirosa que era. Era muy extraño que se le hubiera acercado a hablar de esa forma, y mucho más que lo consultara para ponerse al corriente, algo debía estar tramando. O incluso si no era por nada, sabía que tenía que ser precavido cuando se trataba de ella.

A pesar de todo, no pudo negarle el favor que le estaba pidiendo. Él siempre estaba dispuesto a ayudar hasta a su peor enemigo, si era por una "buena causa". Meditó si debía comentarlo con la azabache. Sabía que ella no se enojaría, sino que por el contrario, lo ayudaría a salir de esa incómoda situación. Pero tenía miedo, le preocupaba involucrarla si es que Lila estaba planeando alguna represalia.

No quería poner en peligro a la persona que más amaba, así que prefirió guardar silencio.

[...]

Llegó el sábado en la mañana y la ojiverde no esperó invitación para entrar. Con desgano cruzó el puente que la llevaba hasta el navío y se encontró con Juleka, la hermana del chico al que quería ver.

-Hola Juleka- Dijo fingiendo una sonrisa- vengo a ver a Luka ¿Me puedes decir dónde está?

-En su habitación- Musitó- Pero él...

-Gracias, nos vemos.

La chica de mechas moradas trató de detenerla sin éxito, ella ya había entrado a la habitación.

-Buenos días Luka, ya lle-

Se detuvo en lleno al darse cuenta de que el chico estaba sin camisa. El ojiazul se sobresaltó con la llegada inesperada de la chica, no había recibido ningún mensaje que advirtiera su llegada, y ella lo había descubierto preparándose para la ducha.

-L-Lila, no esperaba que llegarás tan temprano.

La chica se volteó para que el chico dejara de sentirse incómodo.

-Lo siento, mi teléfono se descargó y no pude avisarte que ya había llegado.

-Tranquila, no hay problema.

-Espero no haberte molestado ¿Aún me ayudarás con el proyecto?

-Sí, claro, pero ¿Puedes esperar un rato?

-Desde luego.

-Voy a tomar una ducha, no me tardo. Siéntete libre de explorar la casa mientras.

-Está bien.

El chico fue a meterse a la ducha y Lila comenzó a husmear entre sus cosas.

-Tiene que haber algo aquí que pueda usar en contra de ella.

Con rabia, siguió buscando algún objeto, una foto, una prenda de ropa, más sin éxito, no encontró nada de utilidad. Se dirigió a su velador y allí encontró un cuadro con una foto de ambos chicos en él, con odio la sostuvo entre sus manos.

-Maldita. No mereces todo lo que tienes. No mereces a tus amigos, no mereces a tu novio ¡No mereces a Adrien!- Dejó la foto en la mesa- Tu novio... Si él no tiene nada que pueda usar contra ti... tal vez lo pueda usar a él.

Una malévola sonrisa invadió el rostro de la morena. Lo pensó por un momento, se suponía que intentar algo con Luka era su última carta y haría todo lo posible para no ocuparla, pero habiéndolo visto sin camisa le hizo cambiar de idea, él no estaba nada mal, de hecho, hasta entonces no de había dado cuenta de lo atractivo que era. Así que en su mente comenzó a maquinar un plan.

Un repentino timbre interrumpió sus pensamientos, al voltear, se percató de que provenía un celular, se acercó y lo levantó. El fondo de pantalla era la misma foto del cuadro donde salían ambos ojiazules, eso le indicaba que era el teléfono de Luka, y aparecía un mensaje: ¿Vas a venir hoy? -Era de Marinette.

-Perfecto.

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Pobre Luka.

Gracias por leer💕

El día que robaste mi corazón (Adrinette) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora