Capítulo 3

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Mordí mis uñas con nerviosismo al verme en el espejo y por primera vez en mi hermosa vida observé en mi algo que no me gustaba.

—¿Es necesario usar esta falda de monja?

—Si.

Ten, que estaba sentado en mi silla de cuero favorita como si fuera un rey me observaba con burla. De nada servía decirle que no se sentara porque seguro lo haría y me mandaría a la mierda, como siempre.

—Me veo tan horrible –gemí.

Estaba usando la maldita peluca de color negro que en lo personal no es de mi gusto, por obligación de Chittaphon para parecerme mucho más a Dojung tuve que hacerme unas horribles trenzas. Osea, no tenía nada en contra de ellas, pero no es mi estilo.

El uniforme consistía en lo que todo uniforme tiene, osea duh. Una camisa blanca, una falda negra, una chaqueta del mismo color y una corbata roja. Demasiado simple para alguien como yo.

—¿Tengo que usar estos horribles anteojos? –chillé, asintió.- Esto es horrible.

—Si, todo.

Aparte de tener que usar esta ropa de mal gusto. Chittaphon me obligó a despertarme temprano porque mi hermana siempre llegaba temprano al instituto. Cosa que no es de mi estilo porque yo amo llegar tarde a todos lados.

—Agh, voy a morir cuando ni siquiera he salido.

—Tienes cinco minutos para salir, Kim.

—No hace falta que me lo repitas cada dos segundos, Chittaphon –me quejé.

Odiaba la peluca y sus malditas trenzas. Tenía que ocultar mi hermoso cabello por esa porquería. Dios, tenía demasiadas ganas de matar a Dojung por no haberse teñido el cabello con la excusa de que no quería llamar la atención con su cabello. Porque si no lo hubiese hecho yo podría ir sin peluca y diría que me corté el cabello, listo, asunto resuelto.

Pero no, porque ahora el mundo se ha puesto en mi contra. Osea, mi existencia ilumina el mundo y es injusto.

Suspiré intentando mantener la calma. Todo iba a salir bien.

Cogí la mochila blanca, simple y horrible. Me la puse, sacudí la falda y caminé a la puerta.

—Olvidé decirte algo –habló Chittaphon y volteé-, Dojung no va en carro.

—¿En qué va esa desgraciada hija de mi mamá?

—En autobús.

—¡Ahora si estoy hasta la mierda! –grité-. ¿Cómo que en autobús? Jamás en mi vida me he subido a un maldito autobús y ella... ¡Agh! ¡porque rayos tuve que aceptar!

—Doyoung, subes, pagas, te sientas, esperas, te bajas y listo. ¡Qué es tan difícil, niño malcriado?

—Olvidas la parte en donde hay personas, horribles personas con mal sudor, mal aliento, horribles, horribles, horribles...

—Me agrada más tu hermana.

«Y tú no me agradas, Chittaphon, eres un demonio»

—¿Qué tengo que hacer?

Sonrió.

—Tienes que darme algo a cambio.

—Ten trabajas aquí, te pagamos. ¿No es suficiente?

—Primero, tú no me pagas, lo hace tu madre. Segundo, no nací en una cuna de oro como tú y cualquier oportunidad para ganar dinero la voy a aprovechar, por supuesto si es algo decente. Así que no está nada mal sacar provecho a tu situación.

◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora