Capítulo 45

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Hyejin está parada frente a mí y no tengo idea de lo que debo hacer.

Oh joder.

Surgió un diminuto pánico dentro de mí que me hizo retroceder con miedo. No la había visto bien antes, ahora que la veo de cerca me doy cuenta de lo hermosa que es.

Su cabello es largo y está levemente rizado por las puntas de manera natural, es de color negro. Ojos pequeños y expresivos de color marrón claro, una nariz pequeña y perfilada juntos con unos labios color cereza. A pesar de llevar puesta la bata de hospital su figura se denotaba y era imposible que se viera fea.

Todavía había heridas en su rostro en proceso de curación y un sentimiento de culpa invadió mi corazón.

Es tan hermosa y todo lo que tuvo que sufrir por culpa de Dojung.

Se quedó congelada mirándome con los ojos abiertos en sorpresa. Retrocedí otra vez con culpa y me di media vuelta dispuesto a salir corriendo de ahí como pudiera.

—¡Espera! –llamó, su voz era suave y melodiosa y había un ligero toque de angustia.

No quise detenerme. No podía.

¿Qué hacer cuando estaba frente a ella sabiendo todo el daño que le causó Dojung? No le hice nada, pero aun así me siento culpable. Porque defendí a Dojung de lo que hizo y no quise creer de lo que era capaz.

Y también. Es posible que los recuerdos de dolor vuelvan a ella de solo verme el rostro.

Y no quiero eso. No quiero que ella sufra.

Continué caminando lo más rápido que podía ignorando el dolor en mi pierna. Gotas de sudor habían bajado por mi frente y algo incómodo se sintió dentro de mí.

—¡Espera, espera, detente! –volvió a decir con insistencia.

Me siguió con desespero a pesar de que tampoco estaba en buenas condiciones.

—¡Doyoung!

Me detuve casi de inmediato al oír mi nombre con leve sorpresa. ¿Ella me conocía?

Quedé conmocionado un buen rato intentando pensar en cómo. En eso ella llego y se pasó frente a mí. La observé con incredulidad.

Los vigilantes iban a intentar alejarla, pero los detuve.

—Tú... -murmuré.

Jadeaba un poco por haber estado persiguiéndome. Me sentí culpable en mi corazón.

—¿Eres Doyoung, cierto? ¿Kim Doyoung? –preguntó. No sabía si era mi imaginación o escuchaba que había emoción en su voz.

—Ahm... ¿Si?

—¡Waoo! –exclamó y quedé aún más desconcertado cuando me abrazó.

Espera un segundo.

¿Qué está pasando?

Mi cuerpo se volvió rígido hasta el punto que no sabía qué hacer y las ganas de alejarme a miles metros de distancia llegó a mi mente. Era incómodo, muy incómodo.

Cuando estaba a un paso de alejarla porque su abrazo era raro e incómodo, ella se alejó y me miró con los ojos brillando.

No. Entiendo. Nada.

¿No le dio miedo? ¡Me parezco a la loca que la lastimo! ¡Que tiene en la cabeza, eh!

—Lo siento, lo siento. Es que... -pausó intentando respirar con normalidad-. Es tan emocionante conocerte.

◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora