◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)

Capítulo 43

—¡Myung! ¡Myung! ¡Myung!

Un grito algo infantil resonó en mi oído. Levanté la vista y la primera persona que vi fue a un chico.

Tenía aproximadamente 14 años. Cabello marrón. Vestía ropa casual color azul pastel y tenía una linda sonrisa en el rostro, la pureza y felicidad que irradiaba era sorprendente. Me desconcertó unos instantes.

¿Soy yo?

Confundido intenté dar un paso, pero me quedé inmóvil, sin poder hacer un movimiento. Lo intenté varias veces hasta rendirme.

Así que sólo pude contemplar a mi alrededor.

El cielo estaba azulado y con pocas nubes. Todo era verde y había flores de diferentes tipos, a lo lejos se podía ver un pequeño lago. Vagamente sentía el sitio familiar.

¿Entonces estoy muerto?

—Bunny, ¿Por qué estás aquí? –un hombre se posó frente a él, dándome la espalda. Revolvió su cabello con cariño-. ¿No deberías estar estudiando?

Fruncí el ceño y me hundí en una profunda contemplación.

¿Myung?

—¿Estudiando? ¡A quien le importan los estudios! ¡Yo quería verte! –y entonces ese joven se abalanzó a sus brazos y Myung se rio mientras correspondía el abrazo.

—Tienes que estudiar más y ser diligente, bunny. Si no, ¿Qué harás en el futuro?

—Te tengo a ti, ¿Para que necesito estudiar? –una mueca se formó en su rostro y después se rio tontamente-. Serás el mejor empresario del mundo y como serás muuuy inteligente, solo tienes que ayudarme.

—¿Qué clase de lógica es eso? ¿Tienes fiebre? –con ambas manos sobre sus hombros lo separo y con una mano tocó su frente-. No seas muy dependiente de mí, no es bueno. Tienes que tener tus propias metas.

—¡Ah, que aburrido! ¡La mente de los ancianos es muy aburrida!

—Con que soy un anciano, eh...

—¡Por supuesto que eres un anciano! ¡Mira, incluso tienes más arrugas! –con sus manos apretó las mejillas de Myung.

—Muy pronto tú también tendrás –respondió con burla.

—¡Claro que no! Soy muy lindo y a los chicos lindos no les salen arrugas. Solo a los viejos como tú.

—Por supuesto. Yo seré un viejo con arrugas y tú un chico lindo. Eh, no merezco estar a tu lado.

—¿Eres tonto? ¿Qué estás diciendo? ¡Si puedes estar mi lado! Pero tienes que hacer algo y nunca tendrás arrugas.

—¿Ah sí? ¿Cómo?

—Dándome un besito aquí –con los labios abultados apuntó sus labios.

Myung echó a reír alegremente y observé todo eso con los ojos llenándose de lágrimas.

Un extraño sentimiento llenó mi corazón y silenciosamente limpié una lágrima. Mirando la escena familiar, recordé. Recordé ese día y lo que hicimos después, después y después de eso.

Qué nostalgia.

Entonces Myung se giró y miró a mi dirección. No reaccioné con la idea de que era parte de esos recuerdos felices.

Pero me sorprendí al verlo mirándome a los ojos. Después sonrió. La sonrisa cálida y amigable de la cual alguna vez me enamoré. La expresión relajada, sincera y hasta algún punto, pura.