◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)

Capítulo 48

Quedé conmocionado y horrorizado.

Mis ojos recorrieron todo su torso desnudo con lentitud y mi corazón dolió aún más. Mi estómago se revolvió y tuve que sentarme en la cama porque sentía que en cualquier momento iba a caer.

Cicatrices.

Horribles cicatrices en todo su torso. Había alguna que otra quemadura. Algunas parecían antiguas y otras recientes. Un nudo se formó en mi garganta de solo pensar en que lo podrían haber lastimado no hace mucho.

No soportaba seguir mirando sin pensar en su sufrimiento.

—En... -pronunció Chris recuperándose del aturdimiento. Yo seguí mirando con dolor las heridas de su cuerpo-. Revisé y... también... también tiene en la espalda.

Jadeé de inmediato y lo miré. Bajó la mirada con el ceño fruncido.

¿Por qué?

¿Por qué tuvo que sufrir tanto?

Volví mi mirada y después apreté los puños hasta que mis nudillos se volvieron blancos. ¿Quién fue...? ¿Quién se atrevió a lastimarlo?

Y entonces una persona llegó a mi mente.

—Ese maldito desgraciado...

—¿Huh? –Chan volteó a mirarme y se sorprendió-. No me digas que...

—¿Quién más sino ese desgraciado? –respiré hondo intentando calmar la ira que sentía en todo el cuerpo-. Mark dijo que no haga nada, pero ahora... Ahora... Esto, esto es ir demasiado lejos.

Vi su rostro dormido y una punzada de culpabilidad llenó mi pecho.

Siempre tan alegre, defendiéndome de Dojung aun cuando tenía problemas mucho más graves... ¿Cómo... Cómo pudo soportarlo?

—Pensé que era inteligente, veo que no lo es tanto –comentó en voz baja-. ¿Habrá alguna razón como para que se haya quedado callado? Esto... es grave.

Mordí mi labio inferior y medité en silencio pensando en todas las posibilidades.

¿Su madre tal vez?

Desde que murió su padre, Mark ha tenido un leve resentimiento hacía ella por haberse vuelto a casar en poco tiempo. Pero aun así nunca llegó a odiarla con profundidad.

Es más. A veces él intentaba protegerla de ese tipo.

Ah. No tengo idea. Pero sí sé que ese maldito debe ir a la cárcel.

Y ahora mismo.

Me perdí en mis pensamientos un buen rato hasta que Chris finalmente habló.

—Llamé al doctor. Tuve que decirle que te caíste de las escaleras...

Levanté la mirada.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Comenzó con las pendejadas de que si no es importante blah blah.

—¿Aun sigues molestándolo como para que te responda así?

—No... claro que no –rascó su nuca y evitó mi mirada-. Bueno, sí. Tal vez sí, uh...

Suspiré y observé a Mark con tristeza en mis ojos.

—¿Llegará rápido, cierto? –cuestioné lentamente.

—Con el drama que hice... -contó sus dedos en voz baja y después los mostró todos-. Estimo que en diez minutos.

—Eso está bien... -murmuré, intranquilo.