◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)

Capítulo 20

—¿Tengo cara de investigadora profesional?

Fue lo único que pude decir después del shock.

No era una foto completa que mostraba completamente mi rostro pero era una foto, ¡una maldita foto de mi!

Solo se veía una parte de mi rostro y la reconocí como aquel día en que besé a Lucas.

Jaehyun es realmente rápido.

—No. Pero lo harás –se cruzó de brazos-. Me debes un favor.

—Bien, bien. ¿Cómo conseguiste esa foto? –pregunté de repente y alzó una ceja.

—No voy a responder a eso.

Chasqueé la lengua.

—No sé como haré pero ya veré que consigo.

—Lo quiero para mañana.

Casi me atraganto con mi propia saliva.

—¿Qué? –pregunté perplejo-. ¿Estás loco? ¿Cómo voy a saber su nombre en un día?

—Bueno. Lo quiero esta tarde –sonrió con maldad y retrocedí.

—Está bien, mañana será.

—Perfecto. Es un trato –concluyó y asentí con la cabeza.

No dijo otra palabra y me quitó el celular. Me dio una última mirada antes de salir.

Solté un suspiro de alivio pero volvió a entrar, lo miré confundido

—Necesitarás la foto. Dame tu número –dijo.

No, claro que no.

—Ya memorice su rostro, no lo necesito.

Me miró incrédulo y no aparté la mirada.

—Estoy hablando en serio –replicó.

—Yo también.

Ni loco saco mi teléfono. Podría reconocerlo. La carcasa llama mucho la atención.

—Lo dejaré pasar esta vez.

Salió. Tire la mochila al piso.

¿Qué clase de broma es esta? ¡Tengo que investigarme a mi mismo! ¿Qué le digo?

No puedo decirle mi nombre. Quiero hacerlo pero no puedo. Tendré que investigar algo.

—Ah, que fastidio –murmuré.

Cuando quiero alejarme de él me hace esto.

Después de reflexionar salí del salón y fui al mío. En serio estaba teniendo una enorme crisis.

Quiero preguntarle a Taeyong pero lo más probable es que todavía siga enojado conmigo.

Solo se está preocupando por mi. Que buen ex novio es.

—Oye, préstame un lápiz –dijo Mark desde su asiento y lo miré-. Por favor.

No protesté y le pasé un lápiz. Sonrió.

—¿Tuviste un lindo día? –fruncí el ceño y lo mire curioso.

—¿Por qué lo preguntas, Mark?

—No sé, tal vez hiciste un graaan descubrimiento el día de hoy que no te deja en paz.

Espera.

¿Qué está diciendo?

Me paré de mi asiento y me acerqué a él. Me senté a su lado y miré alrededor, no había casi nadie.

—¿Qué es lo que haces?