◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)

Capítulo 50

Espera un segundo.

¿Dijo cuanto quería a cambio de dejar a Jaehyun?

Dejé escapar una carcajada en medio del silencio hasta que se me salieron las lágrimas y hasta tuve que inclinarme para sostener mi barriga.

—¿Señor, de casualidad olvidó tomar sus pastillas?

No se inmutó de mi intento de burlarme de él y palmeé mi pecho intentando recuperarme.

Ah, que buen chiste.

—¿Fama? –habló sin voltearse, levanté una ceja-. ¿Dinero? ¿Propiedades? ¿Lujo? Todos tienen un precio.

Reí suavemente.

—¿No sabes quién soy? No me hace falta nada, soy rico y lo tengo todo –extendí los brazos con una sonrisa.

—Nunca es suficiente. Los ricos quieren hacerse más ricos. Todo el dinero que tienes es del trabajo de tu padre. ¿No te avergüenza, Kim Doyoung? –preguntó con burla, girándose para mirar.

—Lo siento, la vergüenza no está en mi diccionario.

Observé que tenía una leve sonrisa, pero sus ojos mostraban frialdad y algo de hostilidad. Intenté pensar en lo que podría haber hecho para que me mire tan feo.

Bueno, soy bonito. ¿Quién no sentiría envidia al verme?

—No tienes vergüenza, eh. Sabes, he conocido muchas que teniéndolo todo codician más. Deseando vivir cómodamente el resto de sus vidas. ¿Por qué tú serias la excepción? –caminó a paso lento hacía mi con las manos en los bolsillos.

Es tan guapo. Lástima que sea un completo idiota.

¿Ofrecer dinero a cambio de que deje a su hijo? ¿Qué clase de padre es? ¿Siquiera en el futuro de su hijo y de lo que quiere?

Señor. Usted hizo que mi odio aumentara.

—¿Estas insinuando que estoy con Jaehyun por interés? –entrecerré los ojos.

—No eres el favorito de la familia, tu reputación no es buena, tú posición como heredero es inestable y tienes un turbio pasado con el gemelo de los Choi. No con uno, sino con los dos. ¿No es esa una buena razón?

Mi ceño se arrugó al oír mencionar a Myung y Sungkoo.

Espera. ¿El señor gruñón lo sabe?

Mirando mi rostro lleno de preguntas se rio con burla.

—¿Crees que no sé nada sobre ti?

—Me alivia saber que soy importante como para ser investigado por usted –solté-. Pero no me interesa en lo absoluto su sucio dinero.

Inclinó la cabeza y después observé en silencio como comenzaba a desabotonar su camisa negra. Un segundo...

—Sí. Eso dicen todos al principio.

Abrí la boca incrédulo al verlo acercarse con una mirada fría pero con una sonrisa matadora.

—¿Por qué desabotonas tu camisa? Hace frío, señor.

—¿Vas a fingir que no lo sabes? –levantó una ceja-. Todo lo que hay aquí es mío, si digo que no, Jaehyun no va a heredar nada. Es inestable mientras que yo puedo dártelo todo.

—No me interesa tener un sugar daddy, pero igual gracias.

—Piénsalo bien –incitó.

Pensé.