Capítulo 5

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—¡Estoy hasta la madre, Ten! ¡No soporto más! ¡Quiero irme a casa y seguir con mi vida loca de antes! ¡Me vale si mamá se enoja! ¡Ya no soporto estar aquí!

—¿Te hicieron algo, eh?

—¡Si! ¡Esto está lleno de modelos sacados de revista! ¿Y sabes que es lo peor? ¡Que no puedo coquetear con ninguno por dos estúpidas razones que tú conoces! ¡Además de que nadie quiere a una chica que se viste de monja y su rutina diaria es la de una anciana! ¡Agh, estoy tan frustrado y quiero irme!

Se río.

—¡Lo peor de lo peor es que hay un hombre todo macho alfa y que es mi tipo! ¡Y que por mala suerte mía cada vez que lo veo se me salen los pensamientos impuros, aunque no quiera! –grité mientras daba vueltas.

Casi y podía ver a Ten rodando los ojos desde donde quiera que esté. Porque obviamente aún sigo en el instituto y después del vergonzoso momento corrí alejado de todos para así poder desahogarme sin que nadie me interrumpa.

—¡Eso me molesta! ¡Me trata del asco y si no me quiere siendo feo tampoco me querrá siendo lindo! ¡Los odio a todos! ¡Además de que le dije que me dé duro contra el muro! ¡Ten no te rías, horrible aborto de demonio!

—No me digas que hacer mocoso. Sólo mantén la calma.

—¡No puedo!

—Te pondrás viejo rápido y te saldrán arrugas.

Me quedé callado mientras respiraba profundamente e intentaba mantener la calma o me daría un infarto.

—Sólo intenta no hablar con nadie e ignora a todos incluyendo a ese tipo al que le dijiste esa barbaridad. ¿De acuerdo? Así que no me digas que no puedes hacerlo porque no te costará nada mantener la boca cerrada por unas horas.

—¿Y si no puedo? –me quejé, miré a mi alrededor asegurándome de que nadie me estaba escuchando-. Digo, no me gusta quedarme callado. ¿No puedo simplemente irme a casa y ya?

—No.

—Eso me reconforta, muchísimo –rodé los ojos.

—Sólo haz lo que te digo estúpido mocoso. No hables con nadie y mantente alejado de las personas.

—No haré lo que me digas.

—¡ENTONCES PARA QUE ME LLAMAS, OXIGENADO DE MIERDA!

Tuve que apartar el teléfono de mi oído por tremendo gritó que pegó Ten. Gritó varios insultos por dos minutos y luego resopló.

—Haz lo que te digo o estarás en problemas, ya he dicho, caso cerrado.

—Tú... -no terminé de hablar porque me colgó- ¡AH TEN, IDIOTA!

Estaba a un paso de tirar mi teléfono, pero me detuve al ver al profesor Kun caminar cerca de ahí. Parpadeé y volví a mi posición original, sacudí mi falda. Cogí mi mochila que estaba tirada en el suelo y comencé a recoger los libros y cuadernos que habían caído cuando lo tiré.

Espero que no se haya roto el espejo

—¿Qué haces aquí, Dojung?

Paré en seco y alcé la vista. Oh santos delineadores me está mirando.

—Eh... -balbuceé.

—¿Alguien hizo esto? ¿Otra vez? Te dije una vez que si te volvían a hacer me avisaras.

Está bien me voy a desmayar ahora mismo.

¿Cómo que Dojung no hablaba con nadie, pero si con este profesor? ¿Será su tipo o qué?

◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora