◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)

Capítulo 28

Ninguna palabra salió de mi boca y lo único que estaba en mi mente era: corre, perra, corre.

—Eh, yo... -balbuceé.

Jaehyun yacía de brazos cruzados con una expresión divertida y estaba claro que tenía ganas de reírse.

Últimamente está muy bromista y me da miedo.

—Estabas espiando, pervertida.

—¡No estaba espiando! –dijo, no, grité casi de inmediato que hizo una mueca.

—¿Ah no? ¿Crees que soy pendejo?

—Si.

—No tenías que responder a eso.

Llevé un mechón detrás de mí oreja y tragué saliva que fue como tragar piedras. Los nervios me mataban y su mirada penetrante me hacia desfallecer.

Recordé su fortificada espalda y me mordí el labio inferior. No, Doyoung, no pienses en eso ahora.

—Estabas espiando. Eso lo sé. ¿A eso te dedicas?

—¡Qué no estaba espiando! Solo esperaba a Yuta... -dejé de hablar cuando alzó las cejas, apreté los labios y me maldije internamente.

—¿Querías espiar a Yuta? Wow...

—No tiene caso hablar contigo- hice un ademán con mis manos y caminé hacía la salida pasando junto a él y tratando de no cruzar mirada con él.

—¿Te gusta Yuta? Porque wow... Entrar a los vestidores y tratar de verlo cambiarse si que es de acosadoras extremas.

—Cállate. No lo quería espiar.

—Tú misma lo dijiste.

Miré de reojo y parecía a punto de estallar en risas. Lo miré mal y abrí la puerta. Mi frente dio con el duro pecho de alguien y cuando levanté la vista casi me pongo a llorar de frustración.

Santa Ramona el mundo me odia y no puedo hacer nada.

—¿Tú que haces aquí? –preguntó Yuta con el ceño fruncido.

—Estaba esperandote para espiarte desnudo –respondió Jaehyun.

—¡No es cierto! ¡tu cállate!

—¿Qué? Eso dijiste.

Con la cara enrojecida empujé a Yuta y salí de los vestidores casi corriendo.

—Es un idiota, es un estúpido idiota –murmuraba mientras caminaba con los puños apretados.

No sé como mirarlo a partir de ahora después de que me descubrió. Si. Es vergonzoso y humillante. Además de que parecía divertirse con la situación.

Tomé una respiración profunda y me detuve al ver a Mark haciendo un avión de papel.

Ahora que lo recuerdo. No he hablado con él después de que estuvo en mi casa. No sé donde está durmiendo ahora que su padrastro esta en su casa y aunque nunca lo demuestre, me preocupo por él.

Mientras caminaba hacía su dirección vi como terminaba el avión y después de lo tiraba a un chico de cabello rojizo y con el rostro adorable.

—¿Qué rayos? –dijo y volteó. Mark sonrió y sacudió la mano en saludo pero este lo ignoró.

—Mark –llamé y se giró. Me miró y sonrió.

—¡Heeeeey!

Terminé quedando frente a él y alzó ambas cejas.