◤𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎 𝐄𝐍 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌𝐀𝐒◥ ❝𝐉𝐚𝐞𝐝𝐨❞ (en arreglos)

Capítulo 30

—¿Cómo que hermana?

Literal estaba en shock. ¿Acaso me estaba jugando una broma?

Vi su rostro con lentitud y no parecía estar bromeando. Esperé a ver si explotaba en carcajadas y me decía que todo había sido una vil mentira.

—Si. Hermana –respondió en tono burlón.

—Ese maldito mentiroso... -murmuré.

Me mintió y lo peor de todo es que no sé con qué intención lo hizo. Porque vamos. ¿Qué iba a ganar diciendo que Hyejin era su novia?

¿Ponerme celoso?

—No sé de dónde sacaste eso, pero te engañaron bien feo.

De verdad quiero darle una patada en las bolas a Jaehyun por engañarme y jugar con mis sentimientos de esa manera.

—Sí, de verdad lo hicieron –solté un bufido y rasqué mi nuca-. Ah, ¿Y qué es lo que tiene ella?

—Me sorprende que no lo sepas.

Fruncí el ceño y me miró sorprendido. Sacudí levemente la cabeza y resopló.

—De acuerda. De todas maneras, ya te enterarás.

Parpadeé repetidas veces y se encogió de hombros. Fijé mi vista en Jaehyun y algo en mi interior se removió cuando lo vi dejarse caer en la silla y llevar las manos a su rostro.

Miré a Yuta y éste también estaba mirando lo mismo que yo.

—Ella aún no despierta –dijo lentamente y me mordí el labio inferior-. Han pasado semanas.

—¿El... él está bien?

Soltó una risa amarga y negó con la cabeza.

—No lo está. Apenas duerme y después de clases el primer lugar al que viene es aquí.

—¿Y sus padres? ¿Ella es su madre? –pregunté apuntando a la mujer que hace unos segundos se había ido haciendo sonar sus tacones rojos.

—No, es su madrastra. Su padre ni siquiera está en el país y no les da importancia. Y nunca conoció a su madre.

Mis ojos se abrieron como platos y casi de inmediato volteé a mirarlo. Su ceño estaba levemente fruncido. De nuevo miré a Jaehyun y me dieron ganas de llorar.

¿Nunca conoció a su madre? Yo ni siquiera podría imaginarme algo así. Mi madre es una loca y a veces llega a ser manipuladora, pero la quiero y la sola idea de que no esté en mi vida, me aterra.

¿Cuántas cosas habrá pasado Jaehyun?

—Ah. Maldición. No tenía que decirte estas cosas –dijo y lo miré mal casi de inmediato.

—¿Por qué no? Quiero saber más.

Me miró y no dijo nada. De repente una idea loca cruzó por mi mente.

—¿Te gusta Jaehyun? –pregunté y casi de ahoga con su propia saliva.

—¿Qué? ¿Estás loco?

—Es que saber mucho sobre él y tengo muchas razones para pensar que es así.

—Sé sobre él porque es mi mejor amigo y no porque estoy enamorado de él. Estás demente, Doyoung –me dio una mirada-. Además, ya tengo pareja.

—¿En serio? ¿Quién es? –pregunté curioso.

—No tengo por qué decírtelo. Vete a casa.

Abulté los labios y me crucé de brazos. Su rostro mostraba que no tenía intenciones de hablar. Solté un bufido y miré a Jaehyun.

Lo miré unos segundos más y después retrocedí. Quería darle mi apoyo y todo, pero debía pensarlo más.