18. Nada dice "familia" como un buen drama

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- ¿Estás bien? - quiso saber Niklaus tan pronto como nos reunimos frente a la choza en dónde Tyler nos había secuestrado, mientras reparaba en el desastre de barro y sangre seca y fresca que era. Había estado examinando el cuerpo sin vida de Dwayne, a quién le habían arrancado el corazón, hasta que lo alcanzamos y se abalanzó sobre mí, sujetando mi rostro con delicadeza y examinando cada aspecto de mi cuerpo.

- Gracias a Elijah, sí. - respondí, todavía un poco mareada.

Elijah había aparecido en el momento justo y su sangre me había sanado de lo que estaba bastante segura, había sido una hemorragia cerebral. Había sentido como si mi cerebro se derritiera y escurriera por mi nariz, oídos, etcétera. Aunque había estado a segundos de que su sangre no lograra salvarme... estaba bien. Aparentemente había estado inconsciente por unos cuántos minutos, pero había despertado sintiéndome mejor y había podido caminar con mis propios pies y sin asistencia de regreso a la choza.

Klaus me estrechó contra su pecho con ansías y suplantó un beso con ganas entre mis cabellos. Por encima de mi cabeza miró a Hayley e inquirió:

- ¿Hayley?

- Ambas están bien. - respondió Elijah ligeramente a la defensiva y no pude evitar separarme de Nik para mirarlo con el ceño fruncido.

- Genial. - asintió Klaus a secas, detectando también el tono de voz particular de su hermano mayor. - Entonces quizás puedan arrojar un poco de luz sobre esto. - Nik se dirigió hacia el cuerpo sin vida de Dwayne y lo movió ligeramente, con el pie. - Ya me he hecho cargo de Tyler Lockwood. - yo abrí los ojos como platos, horrorizada. - No te preocupes, no lo maté. - tranquilizó y yo suspiré, aliviada. Tyler había actuado como un imbécil y no sabía hasta dónde habría sido capaz de llegar, si Dwayne no resultara estar vinculado a Hayley pero... seguía siendo un niño perdido. Y el culpable de aquella ansia de venganza era Klaus, por haber matado a su madre. - No es que no lo mereciera. - agregó como para sí mismo y prosiguió, volviendo a tornar su atención al cuerpo sin vida del híbrido: - Esto parece ser un híbrido. - le asestó una pequeña patadita al cuerpo para enfatizar.

- Su nombre era Dwayne. - escupió Hayley, con la ira a flor de piel.

- Bueno, quién quiera que fuese... yo no lo creé. - sentenció de mala gana, dejando claro que lo importante no era el nombre del híbrido. - ¿Alguna idea de cómo eso es posible?

- ¡Cómo si no lo supieras! - espetó Hayley iracunda y dió un par de pasos, para encarar a Niklaus; que la miró desconcertado.

- ¡Hey, calma! - le espeté a Hayley, literalmente interponiéndome entre ella y Nik.

Cuando iba a levantar la mano para hacerla retroceder empujándola ligeramente del hombro, Elijah se interpuso entre nosotras a velocidad vampírica, ocultando a Hayley detrás de su cuerpo. Yo lo miré directo a los ojos y bufé, incrédula.

- Bueno, bueno... - musitó Nik sin parecer sorprendido por los acontecimientos, desde mi espalda. - ¿no se han hecho ustedes grandes amigos? - la voz de Klaus había estado cargada de ironía y sabía que él, al igual que yo y al igual que Rebekah... había notado la conexión entre Hayley y Elijah. - Adelante, entonces. - invitó, tomándome ligeramente por la cintura para apartarme de Elijah e interponerse entre ambos, quedando cara a cara con su hermano mayor. - ¿Qué horribles acusaciones han conspirado para levantar en mi contra ésta vez? - quiso saber, con genuina curiosidad.

Elijah respiró profundo, como si deseara mantener el control de la situación y no perder la paciencia con las ironías y arrogancias de Niklaus.

- Tyler Lockwood trajo a Hayley aquí para probar una teoría. - asomó y yo le asesté a Hayley una mirada asesina, por encima de los hermanos Mikaelson. Le había creído a Tyler... y además, se había encargado de contaminar a Elijah también con aquella tontería. Nik asintió tranquilamente, invitando a Elijah a continuar: - Que la sangre de su bebé, podía ser usada para crear híbridos. - Klaus ladeó la cabeza ligeramente y le echó un vistazo al híbrido muerto por encima del hombro y alcancé a ver que lucía desconcertado. - Asegura que tú sabías esto. - entonces Niklaus retrocedió, como si Elijah acabara de asestarle un puñetazo y chocó conmigo, pero no pareció notarlo. - Además, que pretendes valerte de esto para construir un ejército.

Alexandra Petrova: Fin del CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora