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—Era broma -continúo riendo.— Mis padres no están.

—Considerando las situaciones vividas recientemente, deberías reconsiderar tus bromas.

—Lo siento —mi risa cesa.— Tensión innecesaria, lo lamento —él asiente.

Eso es algo a lo que me cuesta adaptarme aún. Aunque Paddy suele expresar su cariño, en su forma de hablar e incluso actuar puede resultar muy frío y distante en ocasiones, lo que causa un poco de choque conmigo. Sin embargo, no es algo que no se pueda manejar.

—¡Pasen ya! —Ivan grita desde la entrada. Volteo a mi hermano, y con una pequeña señal Paddy me sigue hasta ingresar a casa.

Maren aparece frente a nosotros con un cuchillo en sus manos, parece asustada, pero en cuanto cae en cuenta que somos nosotros baja su mano.

—Me asustaron —dice.

Paddy junto a Robbie están pálidos. Lo siento, diferentes culturas.

—¿No deberían estar en clases? —su compostura vuelve a ser firme.

—Nuestro profesor enfermó y envío un correo cuando ya estabamos allá —responde Ivan. Maren eleva una ceja, desconfiada.

—¿Es eso cierto, Flor? —mira fijamente a mi amiga.

Por favor Flor, por una vez en tú vida haz que una mentira parezca creíble.

—Sí —responde.— Es más, teníamos que llevar a estos dos chicos a la clase, y como vienen de intercambio, no sabían muy bien qué hacer ahora que el profesor no se presentaría, así que, los hemos traido con nosotros.

Orgullo, orgullo es todo lo que siento por mi amiga. Me guiña un ojo disimuladamente, y yo le respondo con el pulgar hacia arriba.

—Hablan inglés —me sumo.— Así que no están entendiendo nada en este momento.

—Oh —Maven se sonroja.— Bueno, como no sé expresarme con ellos por el lenguaje, lo haré con sus estómagos. Les iré a preparar algo de comer.

—Eso si es una buena idea —Ivan celebra animado.

—La comida será para ellos, Ivi —le advierte Maven.— Tú tendrás tú parte, pero no comerás todo como acostumbras —Ivan cambia su expresión a una de ofensa.

—¿Qué hablan? —Paddy susurra en mi oído. Su cercanía me hace estremecer, como siempre.

—Maven, nos hará algo de comer, y le advirtió a Ivan que no debe tragarse todo —en respuesta, rie por lo bajo.

—Entonces ¿vamos a avanzar con nuestra tarea? —sugiere Flor al notar que Maven aún no se marcha.

—Claro —respondemos Ivan y yo al unísono. Robbie y Paddy por su parte se limitan a asentir.

Continuamos nuestro camino por el pasillo principal hasta alcanzar las escaleras. Sin embargo, antes de subir vuelvo mi vista a Maven, quien para mi suerte aún no se ha dirigido a la cocina.

—¿Lilian está en la habitación?

—Sí. Tomo su leche hace poco y le he dejado la televisión prendida.

—Gracias Maven —le dedico una sonrisa que ella devuelve y me reincorporo con los demás.

Ya en el segundo piso Ivan guía al grupo hacia el salón de juegos de Lilian, el que en realidad es un salón donde se encuentra una gran tele junto a un montón de juguetes de Lilian, por lo que para Ivan y para mí es el salón de cine.

Robbie es el primero en tomar asiento en uno de los sillones que se encuentran frente a la tele. Luego, Flor decide sentarse a su lado y comienzan a establecer una conversación, la que Ivan se ve en la obligación de interrumpir.

Más allá de la frontera ~ Paddy Holland & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora