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Me quedo helada, mientras siento como los ojos de Paddy no abandonan mi rostro, aumentando mi nerviosismo.

—¿Y? ¿Vienen? —pregunta mi amiga confundida.— ambos tienen golpes.

Desvío mi mirada a Flor. Ahogada en mis pensamientos busco que mi amiga entienda que es un mal momento, pero como es de costumbre, no lo nota.

—Sí, claro —Paddy voltea hacia Flor y se me adelanta.— vamos ahora.

—Bien —sonríe.— la mano de Iván está fea —me mira.

—Pero tú eres una buena enfermera —sonrío devuelta, buscando liberar un poco mis propias tensiones.— sobre todo con mi hermano, ¿no?

Las mejillas de Flor se ruborizan con gran rapidez.

—Obvio, porque tú hermano es un gorila, y los principios de la medicina veterinaria está ayudando bastante —responde con orgullo.

—Ajá —rio por lo bajo.

Flor me mira con algo de enfado, por lo que posteriormente se decide por abandonar la terraza.

Con recelo vuelvo mi atención a Paddy, quien para mi sorpresa ya se encontraba mirándome.

—Veo que estás decidida a que estén juntos —ríe.

—Es mi sueño, pero debo ser más cuidadosa —lo miro preocupada.

—¿Cuidadosa? ¿Por qué? —pregunta.

—Mi hermano no ha resuelto algunas cosas sobre su ex, y yo no quiero ser quien lleve a una decepción amorosa a su gran amiga —respondo.

—Pero... le insinúas que...

—¡Lo sé! —interrumpo frustrada.— es que a veces enserio solo quiero que estén juntos. Los conozco, se gustan. Pero luego recuerdo todo lo de Iván y me siento estúpida por hablarle a Flor de él. 

—Algún día tú plan de cupido tendrá resultados —con una sonrisa en su rostro busca darme ánimos.— cuando dos personas se gustan de alguna u otra forma terminarán juntos. Incluso si uno de ellos tiene que pagar un pasaje para cruzar el mundo y verla.

—Paddy... —desvío la mirada nerviosa.

—Te quiero —esas dos palabras vuelven a llegar a mis oídos.— no sé si lo has escuchado bien antes —ríe.— pero esa es la razón por la que volvería a tomar un avión hasta acá. Porque tomar esa decisión me ha hecho quererte. No sé cómo, pero supe que serías especial desde la historia de las brujas —suelto una pequeña carcajada ante su comentario.— y no me equivoqué, desde que te conocí sólo he tomado buenas decisiones, y...

—Chicos —Flor vuelve a interrumpir.— deben...

—¡Ahora no, Flor! —le grito a mi amiga.

Ella asustada, ingresa nuevamente a la habitación, dejándonos solos.

—Por favor, continúa.

—Wow —Paddy no puede evitar reírse.— ¿eso ha sido para seguir escuchando?

—Sí —me sonrojo.

—Te importa lo que tengo para decir —sonríe.— que tierna...

—Bueno, entonces vamos con Flor...

—¡No! —me interrumpe. Sonrío satisfecha.— nada, sólo te quiero García, te quiero y no importa cuántos golpes tenga que recibir por ello, ni cuántos viajes tenga que hacer, sé que este sentimiento sólo recién esta empezando. Y... no te preocupes, no debes sentir lo mismo, no tienes que responder...

Me acerco a sus labios con cuidado, y dejo que las palabras se vayan con el aire. No necesito escuchar más, sólo necesito que él me sienta, porque siento lo mismo que él. Aunque no lo imaginaba, lo quiero, y a pesar del miedo que puedo sentir también se que esto solo esta empezando, y no quiero verle fin. Espero que el tampoco.

—Tú labio —se separa de mí tras un quejido involuntario.— no quiero dañarte.

—Yo también te quiero, Holland.

—¿Q-qué?

—Eso —envuelvo mis manos en su cuello.— también te quiero.

Sus manos rodean mi cintura, acariciándola.

—Eso es bueno.

—Muy bueno —la voz de mi amiga llega a nuestros oídos una vez más.— ahora ¿pueden...

—¡Diablos, Flor!

—¡¿Qué?! ¡Me lo agradecerás cuando tus padres solo vean un rasguño, y no una pelota en vez de tus labios!

—Vamos —Paddy lleva su mano hacia la mía.— tiene razón. 

Asiento resignada, y para no darle el gusto a mi amiga de soltar cualquier cosa que pueda pasar por su cabeza tras escuchar nuestra conversación.

—Te mataré después —le deletreo a Flor una vez paso a su lado.

—Lo sé —deletrea de vuelta.

Iván se pone de pie al instante de verme nuevamente en la habitación.

—Tú labio —dice con rabia. Paddy me suelta, permitiendo que ahora sea mi hermano quien sostenga mi mano.— Dante no tuvo suficiente.

—No, pero nosotros sí. Iván no quiero que te vuelvas a acercar a él ¿entendiste?

—Pero...

—¿Entendiste? —observo a Iván desafiante.

—Bien, pero si es él quien se vuelve a acercar no prometo comportarme.

—Como sea.

—Deberían incluirnos en sus conversaciones. Si hablan en español no entiendo si estamos armando un plan contra Dante o si sacamos nuestra bandera blanca de rendición —Robbie le regaña.

—Blanca de rendición por ahora.

—¿Qué? ¿Cómo? —pregunta Robbie.— ¡Eso no es justo, él nos dejó...

—Él no te hizo nada —Paddy ríe.

—Si te hizo algo a ti, me lo hizo a mi también, hermano —Robbie se lleva su mano al pecho, otorgándole más dramatismo a la situación. 

—No le permitiré la satisfacción de dañarme una vez más  —comento.— y eso es lo que busca estando cerca de ustedes.

—Y eso es lo que busca aún —Flor me mira acomplejada.— alguien dio aviso por instagram que Paddy se encuentra en el país —se acerca para entregarme su móvil.— Lo están buscando y no creo que sea muy difícil descubrir que esta acá. Es el hotel principal.

—Mierda —dice Robbie y Paddy al mismo tiempo.

¿Qué no nos darán un respiro? Solo pido pasar tiempo normal con el chico que me gusta sin que hagan tanto alboroto por ello. Pero en estas últimas horas, es una por otra.

—Ya no hay bandera blanca —Iván le dice a Robbie.— esta es una declaración de guerra.

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L@s leo!

Más allá de la frontera ~ Paddy Holland & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora