Más allá de la frontera ~ Paddy Holland & tú

•9•

No hubo necesidad en que Ivan interveniera con mis padres, ya que, fueron ellos quienes optaron por darnos libertad en disfrutar como quisieramos estos últimos dos días. Pues, ya habíamos hecho suficientes tours.

—Entonces, ¿cuáles son sus planes pars hoy? —pregunta mi tío Thierry.

Miro de reojo a mi hermano, y luego a mi prima Camile.

—Iremos a andar en bicicleta —respondo.

—Eso es genial, chicos. Londres es un muy buen lugar para pasear en bicicleta —sonríe mi tía.

—Sobre todo con chicos guapos —comenta Camile.

Con mi pie golpeo su pierna por debajo de la mesa.

—Auch —murmura.

—¿Cómo es eso Camile? —mi tío le dedica una mirada algo asesina.— tienes que estar con tus primos, no los ves siempre. Nada de andar paseandote con otros chicos.

—Toda la razón, père (padre). Sería de muy mal gusto que los abandonara ppr un chico en estos últimos días que tenemos para compartir —sonríe maliciosa.

—De muy mal gusto —me limito a decir con una falsa sonrisa.

Mi hermano rie por lo bajo, mientras sigue devorando sus hotcakes. Mis padres comienzan a conversar con mis tíos, y mi hermano pequeñp juguetea al rededor de la mesa.

—¿A qué hora quedaron? —pregunta Camile en voz baja.

—12 p.m —responde Ivan por mí.

Asiento.

—Genial, a esa hora me encontraré en el cine.

—¿En el cine? —preguntamos Ivan y yo al unísono.

—Claro, no eres sólo tú la que tiene derecho a disfrutar sus últimos días con  bombones. Para eso existe esto —señala la pantalla de su móvil, donde Tinder se encuentra abierto.

—Eres increíble —Ivan ríe.— me parece justo, los tres tendremos citas.

—¿Qué? ¿Tú también? —miro a mi hermano preocupada.

—Deja los celos, _______ —Camile rueda los ojos.

—Sí, creo que es una amiga de Paddy. Al menos lo es de Chris y Dylan.

Mi hermano después de la fiesta siguió comunicandose con ellos. Sin embargo, Paddy me ha advertido que no andan en muy buenos pasos, por lo que, he intentado que Ivan se mantenga al margen con ellos. Pero, como dice que, no los volveremos a ver, no debería preocuparme.

—¿Y cómo se llama la chica? —pregunta Camile.

—Brooke.

—Al menos tiene lindo nombre.

—Tienes que dejar de preocuparte, hermanita. Te dije que me comunicaría con ellos solo estando aquí. Eso acabará en un día —responde al notar mi actitud.

Le dedico una pequeña sonrisa. No me gustaría que mi hermano se metiera en problemas por culpa de terceros. Finalmente, si él está mal, yo también lo estoy, y viceversa.

—No es por apresurarnos, pero, son las 11:15 a.m —comenta Camile.— no podemos llegar tarde a nuestros encuentros. Ya saben, estas oportunidades no se presentan siempre.

—Camile, siempre utilizas tinder, sí podrías tener esta oportunidad más de una vez —rio.

—Ya saben, estas oportunidsdes no se presentan siempre —repite.