Cojo la última maleta. Comienzo a moverme en dirección a la salida de la habitación. Volteo para cerrar la puerta de esta. Una vez cerrada, me dirijo al mesón del hotel y entrego la tarjeta.
—Muchas gracias —le sonrío a la muchacha.
—Esperamos hayas disfrutado la estadía.
Con la sonrisa aún en mi rostro asiento. Vuelvo a posicionar mi mano en la maleta, y volteo para dirigirme a la salida.
Ivan se incorpora a mi lado.
—¿Sabes? Paddy es un completo idio...
—Déjalo ya.
—Es que, no puedo creer que no haya aprovechado la úni...
—Ivan —me detengo, y miro a mi hermano fijamente.— que lo dejes, ya está, ya pasó.
Ivan guarda silencio, pero por su expresión sé que ha entendido el mensaje.
Reincorporo la marcha, luego él hace lo mismo. Al cabo de unos segundos, Camile se encuentra con nosotros.
—Menudo...
—Por favor, tú tampoco —murmuro.
—Es que, ¿cómo ha dejado ir una oportunidad así?
Resoplo, agotada del tema. Vuelvo a detenerme, esta vez espero ser más clara.
—Escuchen —miro a ambos con firmeza.— sé que intentan animarme, pero así no lo van a lograr. Todo lo que pasó fue error mío, yo asumí que Paddy querría lo mismo que yo...
—Sí lo quiere —me interrumpe Camile.— pero es...
—Déjame terminar —Camile asiente.— él fue muy amable conmigo durante todos estos días, el hecho de que no me haya correspondido no cambiará la visión que tengo de él. Fui yo quien compartió con él. No me besó, es cierto, pero eso no significa que sea un idiota. Yo soy la idiota, una idiota por haberme ilusionado con un chico con el cual salí ¿cuánto? ¿4 días? ¿5 días? —rio por lo bajo.— De todas formas, ya no tiene caso. Así que dejenlo ¿si? nos vamos, tú a Francia —miro a Camile.— y nosotros a ______, vuelta a otro continente. Ya pasó, todo esto ya pasó.
Ambos me miran atónitos. Al notar que ninguno pretende abrir la boca, me decido a continuar caminando.
Cuando cruzo el gran ventenal de salida del hotel, mi madre se encuentra con mis tíos. Al notar mi presencia, se acerca con mi hermanito entre sus brazos.
—Cariño —sonríe.— ¿Tú hermano?
—Se ha quedado un poco atrás con Camile. De seguro ya vendrán.
—Bien —asiente.— no hemos podido conseguir una furgoneta para todos, por lo que, nos iremos en autos separados. Ustedes tres en uno, tú padre, Lilian, tus tíos y yo en otro.
—No hay problema.
Cambia de posición a Lilian, cargandolo con toda la fuerza de su brazo izquierdo. Con su ahora libre mano derecha, acaricia mi mejilla.
—¿Estas bien? —pregunta preocupada.— te noto... apagada.
—Sí, estoy bien. Sólo cansada, y se viene un viaje bastante largo.
—Demasiado largo —la mano de Ivan toca mi hombro.
Mi prima y mi hermano, han vuelto a incorporarse.
—¿De qué hablamos? —pregunta Camile.
Mamá me dedica una sola mirada, y con esta me ha quedado claro que no se ha convencido con mi respuesta.
—Nada —sonríe mamá.— le contaba a tú prima que ustedes se irán en un auto a parte.
—Ah —responde Camile.— ¿y en cuánto nos...
Mi prima no alcanza a terminar su pregunta cuando su padre nos avisa que los automóviles están por llegar, para que estemos preparados.
—Vamos —señala mamá.
Los tres asentimos, y vamos tras mamá.
—Se dió cuenta —susurra Ivan en mi oído.
—¿De qué?
—Que no estas bien.
—Estoy bien, ya les he dicho.
—Odio cuando hacen eso —susurra Camile.
—¿El qué? —preguntamos Ivan y yo al unísono.
—Tienen su conexión de mellizos.
Ivan y yo reímos por lo bajo. Mi prima tiene problemas de celos.
Volvemos la vista al frente. El primero automóvil en llegar es en el que se irán los adultos. Papá y mi tío comienzan a subir las maletas en este.
—Nos vemos en el aeropuerto. Cualquier cosa me envían un mensaje, estaré atenta el móvil —mamá nos mira fijamente.
—Pórtate bien —le dice mi tía a Camile.
—Sólo será un momento, mamá. Llegaré al mismo destino que tú—responde Camile.
Mamá, y mi tía asienten, y emprenden marcha para entrar en el auto. Papá y mi tío nos repiten el mensaje.
—Cuídense, nos vemos en el aeropuerto —dice papá tras cerrar el maletero.
—Porte toi bien (Pórtate bien) —mi tío mira fijamente a Camile.
—Oh mon dieu, oui. Je ne ferai rien de mal pendant un si court voyage (Oh dios mio, sí. No haré nada malo en un viaje tan corto) —Camile se cruza de hombros.
Ivan y yo reímos por lo bajo. Nos causa mucha gracia que creean que Camile es tan desordenada, o rebelde.
Ambos suben al auto, y este en un par de minutos arranca. Minutos en los que por suerte, aparece el automóvil en el que nos iremos.
Ivan se encarga de subir nuestras maletas, nosotras le ayudamos acercandolas al maletero.
—Tú te vas adelante —le digo a Ivan.
—Lo sé —responde él.
—Vamos —agrega Camile.
Mi hermano termina de guardar las maletas, y cierra el maletero. Camile, Ivan y yo caminamos hacia las puertas del auto.
Antes de subir doy un vistazo más al lugar. Vivir aquí sería un sueño.
Inevitablemente recuerdo el momento que hace unas horas viví con Paddy justo aquí, a las afueras del hotel.
—Menuda idiota —murmuro.
—¿Subes o qué? —pregunta Camile ya dentro del auto.
Suspiro. Sabía que esto tendría su fin, fuese como fuese, este llegaría sin poder evitarlo.
—Sí.
Entro en el auto. Saludo al chofer con una amable sonrisa, y dirijo mi mano para cerrar la puerta para poder partir. Sin embargo, cuando cierro esta, una mano me impide hacerlo por completo.
—Oh por dios, lo siento —grito preocupada.
Es entonces, cuando el cuerpo de Paddy entra en el auto, cierra la puerta, y me mira fijamente.
—Mierda —susurra.— eso me dolió.
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Más allá de la frontera ~ Paddy Holland & tú
FanfictionImagina encontrar el amor de tú vida, pero, que viva a 11.663 kilometros de distancia.