Ya solo quedaba Mam. Al estar a solas con él, no pude evitar lanzarme a abrazarlo.
—Buen viaje —suspiré.
—Te estaré cuidando desde donde esté, recuérdalo. No estarás sola, vamos a estar contigo, aunque no nos veas.
—Los sentiré conmigo —afirmé.
—No lo dudes.
Se agachó a recoger algo del suelo: una pequeña flor que colocó detrás de mi oreja con suavidad y lentitud. Me derretí por dentro.
—¿Te he dicho que te quedan hermosas?
—Vete ya. —Un par de lágrimas cayeron hasta mis labios—. Porque si te quedas un segundo más, voy a encadenarme a ti.
—Te quiero —murmuró Mam.
—Ya lo sabía.
—Te lo recuerdo.
La oscuridad de la noche estaba a punto de dar paso al amanecer. Me soltó.
—Te veo en mis sueños, pecadora.
—Ha sido un placer. —Me sequé las lágrimas—. ¿Nos volveremos a ver?
—Es casi imposible. —Frunció los labios—. Aunque todavía te queda un deseo, ¿recuerdas? De ese contrato en el que rompimos todas las cláusulas. Pero si cumplimos esa, quizá pueda mantener mi reputación.
—No te puedo pedir que te quedes ni irme contigo.
—No. Al menos no aún; tienes una larga vida por delante. Lo harás bien, tú siempre puedes con todo.
—Lo sé —suspiré—. Aunque supongo que las fiestas de Halloween con todos los niños disfrazados de demonios serán celebraciones tristes a partir de ahora —bromeé.
Mam me lanzó una mirada llena de cariño.
—¿Sabes qué? Creo que no hay nada ni nadie lo suficientemente poderoso como para impedirme visitarte. ¿Aún crees en mí? Al menos para una última promesa.
—Búscame —pidió—. Estaré en cada fiesta, en cada momento que pueda. Sabrás que soy yo. No dejaré que te olvides de mí tan fácilmente.
—Te esperaré.
—Yo también lo haré, Val.
—¿Toda mi vida?
—Y toda tu muerte. En eso somos distintos; yo te esperaré toda la eternidad.
—Solo te pido que no me dejes plantada.
—No faltaré.
El collar destelló y, en un microsegundo, Mam desapareció. Cerrando el portal. Cortando los lazos.
El amanecer me encontró aún en medio del bosque; debía apresurarme a ir a casa.
Las gemas recuperaron su brillo mientras regresaba, y tuve la sensación de que, por el resto de mi vida, no se volverían a apagar jamás.
Al llegar me encontré con mi padre; ya tenía una taza de chocolate caliente lista. Vi que estaba a punto de preguntarme qué había pasado, pero al reparar en se limitó a quedarse conmigo hasta que me apeteciera hablar.
—¿Estás bien, hija?
—Creo que nunca... —me llevé la mano al pecho para tocar el collar— He estado mejor.
Fin.
💝 Hell-oh 💝 Bienvenidos, estoy emocionada ¿Cómo se encuentran?
No me maten, les falta por leer:
🌸 Un epilogo chiquito como Amon.
🥀 Un extra tan puro como Mam.
💫 Un apartado de dudas tan misteriosas como Levi.
🍬 Un extra random como la pala del padre de Val.
💐 Gracias por llegar hasta aquí, no sé como agradecérselos. Los quiero 💐
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Un templo encantador │YA EN LIBRERÍAS
Paranormal¿Qué harías si por error traes 3 atractivos demonios a la tierra? * 🕯️ * Val no cree en los demonios, y para probar su inexistencia decide seguir un tutorial de invocación. Hay puntos que ella debería haber tenido en cuenta an...