EXTRA: Hell-oh, Val + PREVENTA

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Bienvenid@s al evento más esperado de los lectores de UTE, dejen sus velas y pésame aquí 🕯️

¿Han esperado esta 💀 tanto como yo?

«And once the water starts to rise
And heaven's out of sight
She'll want the devil on her team»

All the good girls go to hell - Billie Eilish 

VAL.

Siempre supe que él regresaría a buscarme.

Mi cumpleaños fue en febrero y, para sorpresa de nadie, no apareció. Empecé a dudar de mi cordura, pese a que regresara cada Halloween, cada año lo recordaba menos. Aquello que comenzó como un tatuaje imborrable en mi cerebro pasó a ser una mancha extraña a lo lejos de mis recuerdos.

Dania dejó de interesarse por mis historias luego de terminar la universidad, ella tenía su propia vida, su hermano se mudó y pasó a vivir con su pareja. Mis amigos del instituto, los pocos con los que seguía hablando, hicieron su camino una vez se recibieron.

No tenía mucho tiempo para visitar a mis padres, desde que empecé mi maestría tenía mucho más interés en quedarme encerrada estudiando y lo balanceaba junto con mi trabajo de medio tiempo en una tienda de antigüedades cercana a mi departamento.

Para no olvidarme de esos años, iba anotando en mis cuadernos junto con mis apuntes pequeños detalles que a veces brillaban y desaparecían como una estrella fugaz. Algo sobre coronas, fuego, mucho rojo, el infierno.

Confío en que no fue la magia lo que me arrebató aquello sino el paso del tiempo, hacerse mayor viene con nuevas responsabilidades, se necesita espacio para más información, por lo cual se debe dejar lo viejo atrás. Requería empezar a soltar todo lo que ocurrió en mi adolescencia, incluyendo aquellas experiencias que nadie creería.

Me pregunté si hablar de ello ayudaría a que siguieran vivas en mí, así que empecé a hacerlo.

—¿Qué sabes de los pecados capitales?

Que esa fuera mi primera pregunta en una cita a ciegas no fue lo más inteligente, sin embargo, era lo más conciso a la hora de alejar hombres.

Siempre estuve un poco chiflada, lo estaría en la relación, creo en monstruos y en sujetos con cuernos. Consideré que era algo que debían saber por si algún día me despertaba a las 3 am y lo primero que pensaba era que había alguien en la casa.

Y ese alguien no era humano.

—Pues en realidad, sé de ellos solo por videojuegos —sonrió el rubio y tuve una extraña sensación de familiaridad que me hizo doler la cabeza de tanto pensar dónde lo había visto.

—Ya, claro. Perdona.

—¿No crees que es una forma rara de empezar un cortejo?

—Creo que es más raro decir cortejo en el siglo veintiuno.

—Bueno, déjame hacer una pregunta también —chasqueó la lengua—. ¿Has pensado en la muerte?

—¿No lo ha hecho todo el mundo?

—No. Me refiero a tu muerte, ¿Has pensado en cómo o cuándo vas a morir?

—Un par de veces, ¿Por qué? No me asustes.

—Pensé que estábamos haciendo preguntas locas.

—Ja, entonces te confieso que ha sido lo más raro que me han dicho... Este mes.

—Soy un poco raro —él se encogió de hombros—. Dime, Val, ¿Cuáles son tus pasatiempos?

¿Le dije mi nombre?

Un templo encantador │YA EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora