LIAM STYLES

28. Liam Grey

*Liabby en acción.

Creo que moriría de la vergüenza.

Luego de que haya sido tendencia con "Liabby es real" en Twitter por los siguientes dos días del concierto, no tuve más opción que esconderme bajo las sábanas del hotel y agradecer que mi siguiente show era todavía mañana en Río de Janeiro.

No había salido ni a la esquina.

Tenía a amigos llamándome, familia llamándome, todos excepto Gia preguntándome sobre mi pequeño discurso en el concierto de hace dos noches.

Sin embargo, hace cinco minutos acababa de recibir un nuevo mensaje. Y estaba cagado.

"Quisiera hablar contigo. ¿Puedes conectarte a una videollamada?"

Zayn Malik.

Definitivamente perdería un riñón.

Descansando en mi habitación de hotel esperando que Abby regrese del baño para ver una película, temblaba como un estúpido porque sabía que el padre de la chica a la que tal vez le partí el corazón quería tener una charla conmigo.

Moriré.

—¡Abby! —llamé viendo la pantalla de mi celular.

—¡Ya voy! ¡Quiero darme una ducha! —exclamó de vuelta.

Bufé jugando con mis pies bajo las sábanas. Estaba aburrido y ahora aterrado.

—¡Te bañaste ayer en la noche! —le recordé.

—¡Ayer también comiste y mira todo el desayuno que te has tragado! —respondió.

Miré el carrito de comida con platos y vasos vacíos a un lado de la puerta. Había comido mucho esta mañana, me levanté con hambre.

—¡Apúrate, estoy solito! —me quejé con un puchero.

No escuché respuesta de su parte, sólo el agua empezar a caer, así que me quedé en silencio viendo mi celular. ¿Qué se supone que le responda?

—Sé un hombre, Li —murmuré para mí mismo entrando al chat con Zayn— ¡enfréntalo!

Mis dedos vacilaron nerviosos sobre mi pantalla pensando en qué responderle, pero la verdad no sabía qué decir. "Hola, señor, suplico que tenga piedad conmigo y no me arranque los dientes".

Salí del chat y entré al de papá. Sin pensarlo, presioné la camarita en una esquina de la pantalla para llamarlo. Pasaron unos segundos hasta que por fin contestó mi llamada, mas su cámara parecía apagada, ya que su pantalla estaba negra.

—¿Papá? ¿Hola?

No oí nada y la pantalla seguía oscura. Bufé acomodándome en mi sitio.

—¿Me vas a hablar o te corto por grosero? —escupí.

Se escucharon movimientos bruscos en la otra línea seguido del rostro de papá apareciendo en cámara. Parecía muy agitado y nervioso. Él se enfocó muy cerca antes de gritar:

—"¡Tu mamá se desmayó, Liam!"

¿Que ella qué?

Alcé mis cejas intentando ver el lugar donde estaba. Creo que era la sala, por la forma que tenían las luces del techo.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! —solté 

Papá se movió y pareció dejar la cámara en el suelo, ya que pude verlo desde otro ángulo, como si estuviera agachado.